Chile: Expertos difieren en efectividad que podría tener el bombardeo de nubes en la región de Coquimbo
Aunque existen algunas dudas respecto de la factibilidad técnica del proyecto, hay quienes aseguran que sus resultados sí han sido comprobados
Ante la dura sequía que enfrenta la zona centro norte del país, el Gobierno se encuentra analizando posibles medidas que permitan disminuir en parte los efectos de la escasez hídrica. Una de ellas es utilizar el yoduro de plata para estimular artificialmente las nubes, lo que permitiría, según se estima, incrementar entre un 12% y un 18% la ocurrencia de lluvias.
Sin embargo, hay quienes difieren de la real certeza de este método. Cristobal Juliá, climatólogo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza) expresó que tiene una visión bastante crítica respecto del respaldo técnico que puede tener este tipo de iniciativas. “Lamentablemente su efectividad carece de una investigación muy acabada”, sostiene.
Dice que desconoce el asesoramiento técnico que tiene el Gobierno para llevar a cabo esta idea, pero según su percepción, “no hay un porcentaje de resultados que esté absolutamente respaldado, que se hable de que se comprobó que, tras ser aplicado, se aumentó en cierto porcentaje las lluvias”.
Dispar opinión manifiesta el hidrólogo Eduardo Rozas, quien asegura que se trata de un proyecto “muy bueno”. Sin embargo, expresa sus reparos en relación a que no se han acumulado antecedentes anteriores, sobre la forma en que llegan las nubes y en qué meses es más adecuado realizar el proceso. “No basta aseverar que lo harán, como dicen, desde mayo, si no que se debe averiguar cuál es el momento más propicio”, recalcó.
En todo caso, asegura que el procedimiento podría llegar a provocar mucho más que un 12% de aumento en las precipitaciones y que es “perfectamente factible, “, agrega.
Robert Hillard es el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Cachapoal, en la región de O’Higgins. En esa zona llevan trabajando por 8 años con este sistema y, según los antecedentes aportados por este último, ha tenido óptimos resultados.
Cuenta que en la actualidad tienen 8 equipos en la cordillera para estimular la precipitación nival. “A nosotros, de acuerdo a los análisis y a los estudios que hemos realizado nos está dando alrededor de 13% de aumento promedio”.
Respecto de si estos resultados podrían replicarse en la región, considerando que en el sur las precipitaciones son mayores, Hillard manifiesta que “Cuando los años son climáticamente malos, lo más probable es que el incremento no sea muy bueno, pero cuando son buenos el aumento es mayor, por eso debe ser continua en el tiempo, no sólo hacerlo en los años críticos”.
Miguel Martínez es meteorólogo y participó en la experiencia que se realizó en la región de Coquimbo hace algunos años, a cargo de la empresa Cepriser.
Asegura que, pese a los mitos que se generaron en esa ocasión, respecto de que no habría tenido efectos positivos y que incluso habría llovido en Argentina, los resultados obtenidos fueron óptimos. “Se produjo un aumento de entre un 10% y un 15%”, indica, aunque el escenario climático, señala, no era el mismo que tenemos hoy.
Dice que existen muchos mitos respecto de la metodología, pero los atribuye al desconocimiento. Sin embargo, expresa que esta experiencia ya se ha probado en otros países como Israel, Sudáfrica o China.
“Es una técnica absolutamente validada, respaldada por la organización meteorológica mundial y respaldada por cientos de programas que se han desarrollado alrededor del mundo”, precisó.
Fuente: Diario El Día