Cientos de hectáreas de cultivo de calabaza, sorgo, maíz y frijol, en las tierras de temporal, se perdieron por la presencia de heladas y sequías que se han registrado en la Región Sureste de Coahuila.

Los agricultores de los ejidos Las Flores, La Vega y Padre Santos, situados sobre la carretera libre a Torreón, aseguran que han sido los más afectados por la escasez de agua, la cual también tiene graves repercusiones en la ganadería.

Para evitar que mueran de hambre o sed, los ganaderos prefieren poner en venta las pocas cabezas de ganado a un bajo precio.

Durante un recorrido hecho por VANGUARDIA se observó que las tierras de temporal están listas para la siembra, pero completamente secas, a la espera de las precipitaciones.

La baja producción en la cosecha es una de las causas principales de la emigración de los campesinos a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades de vida, según los hombres del campo.

Los habitantes tienen en su mayoría al esposo, hermano, hijo, o primo en el “otro lado”, donde trabajan de albañiles, y en la pizca, con un salario más elevado.

Saturnino González Ramírez expresó que lleva más de tres décadas viviendo en el rancho Las Flores, una comunidad localizada a 25 kilómetros de Saltillo. Saturnino dice que no será la primera vez que se verán afectados por el incremento de las temperaturas.

El afectado dijo que está preparado para enfrentar este problema, ya que vivió la peor sequía de los últimos años: la del 2009, en ese año perdieron miles de hectáreas de frijol.

Todo fue por falta de agua, las cabezas de ganado con las que contaban murieron por la carencia de pasto.

Aseguró que en caso de no presentarse lluvias en abril o mayo, podría registrarse una pérdida total de la cosecha de maíz y frijol, pues son tierras de temporal.

Mencionó que en esta comunidad en una sola propiedad se producía un mínimo de 50 hectáreas, sin depender del riego debido al alto costo de los fertilizantes y agroquímicos sólo estaban sujetos a la presencia de precipitaciones para sembrar.

Dijo que la siembra pareciera estar en las últimas, pues año tras año se presentan fuertes sequías con las cuales es difícil subsistir en la región.

También se vieron en la necesidad de acudir ante las autoridades municipales y del Gobierno del Estado para solicitar apoyo y abastecer de agua a la comunidad en la que reside.

Una pipa fue prestada por la Presidencia Municipal para distribuir el vital líquido y lo que tanto les urge ya no son apoyos del gobierno federal, sino una bomba eléctrica que les ayude extraer el agua de manera subterránea

En la actualidad tienen que recorrer hasta tres kilómetros y medio para acarrear agua, niños, jóvenes y adultos tienen que trasladarse a pie o en burro hasta un pozo para poder conseguir agua para tomar o esperar cada semana a que se les distribuya.

María del Carmen Rodríguez, habitante del poblado La Vega, un ejido que es habitado por 150 personas -que en su mayoría son parientes- calificó como grave la situación que vivieron en el 2009.

El principal ingreso es la agricultura y la ganadería y ahora sus tierras están completamente secas.

No se presentaron lluvias en la zona, lo que les afectó directamente a la ganadería el agua que se les surte es por medio de pipas y no cuentan para consumo humano.

Al serle cuestionado si en este año podrán salir adelante, señaló que su esposo tendrá que emigrar a Saltillo o Monterrey para laborar en la construcción de carreteras y autopistas que ofrecen las constructoras.

Roberta Ramírez Luna habitante del ejido Puebla expresó que los agricultores de su poblados en el 2010 hicieron una siembra de manzano y cayó una helada de hasta 10 grados menos cero y perdieron todo.

Agregó que de presentarse lluvias hasta junio, la siembra será tardía y corre el riego de que se pierda al alcanzarla la temporada de invierno.

Así, los agricultores rezan porque llueva.

Fuente: Vanguardia