A través de una fina selección de estos productos, “Petits Plaisirs” está incorporando este concepto en el mercado, con el objetivo de diferenciar la producción local, aumentando su valor agregado.

Insertar en el mercado nacional el concepto de “Vino de autor” para diferenciar la oferta local, agregando atributos únicos y excepcionales, es el objetivo de la empresa Petits Plaisirs, la cual realiza un importante encadenamiento productivo al comercializar productos innovadores y de gran calidad gourmet, siendo sus proveedores enólogos y viñas emergentes.

Petits Plaisirs nació hace tres años y gracias a un proyecto de Innovación en Marketing Agroalimentario (IMA) —financiado por el Ministerio de Agricultura, a través de la Fundación para la Innovación Agraria— desarrolló un plan de comercialización, que ayudó a posicionar el concepto e imagen que se quería transmitir con los vinos de autor.

“El IMA me ayudó a plasmar la imagen de Petits Plaisirs que significa ‘pequeños placeres’, es decir esos escenarios que te invitan a tener un buen momento de relajo y compartir buenos momentos y experiencias. Los vinos de autor, espumantes y productos gourmet que ofrecemos, apuntan a ese objetivo, tener una experiencia única en tu paladar”, señala la gerente comercial de la empresa, Loreto Garau.

Los vinos de autor —concepto conocido en Francia y Europa— se podría definir como una mezcla de productos de excelencia y oferta acotada. La idea de Petits Plaisirs es dar a conocer estos vinos, cada vez más demandados, a precios más accesibles.

“Estos vinos tienen una característica, que es no saber si van a ser elaborados nuevamente, pues la mayoría son producidos por enólogos que realizan un sueño personal que es hacer su propio vino, por lo que las producciones son muy limitadas”, indica Garau.

Un ejemplo es “Hereu”, marca generada por un grupo de enólogos chilenos, que tiene como distribuidor exclusivo en nuestro país a Petits Plaisirs. Produce solamente 3.000 botellas, de las que exporta una parte a Estados Unidos y el resto se comercializa localmente.

“Por medio de este canal de distribución los consumidores tienen acceso a productos y calidades que están siendo apreciadas en el comercio exterior y, no obstante su pequeña oferta, podemos consumir en nuestro país”, señala el ejecutivo de innovación de FIA y supervisor del proyecto, Alfonso Yévenez.

Combinación precio y calidad

Loreto Garau trabajó 7 años en Francia, primero como enóloga en bodegas y luego como asesora en enología. Conoció cientos de pequeños productores con viñedos separados apenas por kilómetros, o por metros, usando las mismas variedades; pero con vinos de estilos totalmente diferentes. Fue así como al volver a Chile trajo su idea para implementarla en su país.

Inició su actividad empresarial en el 2007 con una unidad de negocios enfocada a los regalos corporativos. Al año siguiente desarrolló la venta directa al consumidor y la penetración a restoranes-hoteles.

Estas tres unidades de negocios han sido el pilar fundamental para el desarrollo de Petit Plaisirs. Los regalos corporativos representan el 70% de los ingresos; restoranes y hoteles el 20% y 10% la venta directa, sin embargo esta última representa el más alto nivel de contribución, por lo que el objetivo es potenciarla.

“La idea es insertarse mejor en los mercados que tenemos, porque la instalación de una tienda no asegura que tenga mejores ventas y crezcas. A futuro la idea es activar el envío con empresas a regiones y exportar a países cercanos a Chile donde también se registra esta tendencia de consumir productos de calidad”, señala la ejecutiva.

Petits Plaisirs actualmente están trabajando con 15 productores, entre vinos, espumantes y productos gourmet, y su objetivo es seguir potenciando a las pymes que ofrecen productos de calidad.

La selección de la carta de vinos y espumantes pasa por dos paneles, uno entrenado, en donde se invitan a enólogos y sommelier; y uno no entrenado, que reúne a los amantes del vino en general, en donde se da a degustar el vino en una especie de focus group, y dependiendo de eso entran o no a la empresa.

Respecto de la estructura de precios, Garau explica que “como empresa no queremos poner precios demasiados altos, para que los vinos no se conviertan en trofeos, que se compran una vez al año y se guardan. La idea es llegar a un sector más amplio de la población que pueden pagar entre $6.000 y $9.000, pero que sea cliente frecuente” agrega.

En este sentido, Yévenez señala que la variable precio viene a ser una respuesta intermedia entre vinos de elevado rango que se compran y consumen con baja frecuencia, y vinos corrientes de precios económicos. “Por precios entre US$ 13-20 se tiene acceso a vinos de calidad superior y que en general las viñas grandes no producirían. Los vinos de autor son competitivos en precio y calidad, basados en una infraestructura pequeña que permite hacer vinos que de otro modo no existirían” indica el ejecutivo.

Fuente: FIA