Columna de Opinión. Isabel Quiroz, Directora Ejecutiva de iQonsulting: `Terremoto y la Industria de Fruta Chilena`
El primer efecto evidente fue la caída de frutos registradas en la variedades que estaban en punto de cosecha como Ageleno donde se reportan caídas de 50%; Gala, Abate Fetel y Packham’s con un 20% y en algunos casos también se reportan caídas leves en Fuji. Las otras variedades no sufrieron en forma severa los daños de la sacudida, igual que en el caso de uva de mesa de la Región Metropolitana y VI.
Sin embargo y como segundo efecto de la alta intensidad del terremoto, fue el daño a la infraestructura de embalaje y puertos ,que provocarán un nuevo retraso en la salida de los volúmenes de fruta a los mercados hasta que se logren reestablecer los procesos, utilizando plantas de empaque y frigoríficos situados más al norte, en zonas menos dañadas y se coordinen los escasos recursos disponibles en el puerto de Valparaíso, en conjunto con los recursos de las propias naves para mayor eficiencia del proceso de embarque. El puerto de San Antonio está cerrado.
El tercer efecto del terremoto es el daño en la infraestructura de riego que en conjunto con la falta de energía en las zonas afectadas, tiene a algunos agricultores sin riego, aspecto que es necesario resolver prontamente para un buen término de madurez y crecimiento de los frutos. Al respecto, el ingenio de los productores ha sido puesto a prueba y no hay duda que sabrán resolver.
El cuarto efecto y más profundo, es el causado por el terremoto en la gente, todos quienes trabajamos en la industria de la fruta en general y en particular en las zonas más dañadas; Curicó, Sagrada Familia, Talca, San Clemente, Linares, Parral, Chillán y otras localidades donde su gente resultó muy afectada. Sí, la mano de obra que trabaja en los campos y centro de embalaje no puede retomar inmediatamente el ritmo que traía, aunque los mercados estén ávidos de fruta. Muchos van a faltar porque ya no están más o porque están afectados física o sicológicamente. La normalidad después de un 8,8 es una tarea difícil.
Fuente: iQonsulting