Para asegurar huertos sanos y productivos, es fundamental que los agricultores inicien con el cultivo in vitro de plantas sanas, de calidad genética y fitosanitaria, con especial atención a que estén libres de nemátodos (Figura 1).

La frutilla desempeña un papel clave en la agricultura y la economía de la Región del Maule, tanto por la superficie destinada a su cultivo como por su importancia dentro del sistema productivo local. En este escenario, la aparición del nemátodo foliar Aphelenchoides fragariae —capaz de provocar pérdidas de hasta 60 % en la producción— ha generado gran preocupación entre los productores, quienes dependen en gran medida de este cultivo como fuente principal de ingresos.

cultivo in vitro

Figura 1. Planta de frutilla Fragaria x ananassa Duch. cv. ‘Albion’ mediante cultivo in vitro.

Esta práctica, complementada con la rotación de cultivos y/o el manejo adecuado del suelo, contribuye a disminuir la presión de inóculo y a mejorar el estado sanitario del sistema productivo.

En respuesta a esta problemática, y en el marco del proyecto “Generación de Banco de Germoplasma para la obtención de plantas de calidad”, financiado por el Gobierno del Maule, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, a través de su Centro Regional INIA Raihuén, ha desarrollado una estrategia de multiplicación in vitro de plantas de frutilla.

Esta iniciativa busca proporcionar material vegetal sano y de alta calidad, fortaleciendo así la sustentabilidad del cultivo en la Región de Maule.

Cultivo in vitro

El cultivo in vitro de frutilla es una técnica de propagación que permite multiplicar plantas en condiciones controladas y estériles, utilizando pequeños fragmentos de tejido vegetal cultivados en un medio nutritivo dentro de frascos de vidrio.

Esta metodología ofrece importantes ventajas frente a los métodos tradicionales, entre ellas la posibilidad de producir un alto número de plantas en un corto período de tiempo, así como obtener material vegetal sano, libre de nemátodos y otras enfermedades.

Una de las aplicaciones más comunes del cultivo in vitro es la micropropagación o propagación clonal (Figura 2), mediante la cual, a partir de tejidos de una planta madre y utilizando medios de cultivo específicos, se genera una descendencia uniforme compuesta por plantas genéticamente idénticas, conocidas como clones. Los tejidos más frecuentemente empleados en este proceso son las yemas vegetativas, por su alta capacidad de regeneración y estabilidad genética.

cultivo invitro

¿Cómo realizar el cultivo in vitro de frutilla?

A continuación, se presenta el protocolo utilizado para la micropropagación de frutilla Fragaria x ananassa Duch. cv. ‘Albion’. Es importante considerar que cada variedad tiene sus propios requerimientos y, por lo tanto, diferentes variedades pueden necesitar una combinación de hormonas y condiciones ambientales específicas.

1. Preparación de plantas madre

Las plantas madre debidamente identificadas se deben mantener en invernadero (Figura 3A), bajo condiciones de nutrición y sanidad controladas para asegurar su estado fitosanitario y tener trazabilidad del material utilizado.

2. Obtención del explante

El tejido vegetal utilizado en la multiplicación in vitro es la yema axilar de los estolones. Se cortan los segmentos nodales (aprox. 4 cm de largo) donde existe una yema en buen estado (Figura 3B). Estos se lavan con abundante agua corriente y luego se colocan en una solución fungicida-bactericida durante 15 minutos en agitación constante.

cultivo in vitro

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Figura 3. Plantas de frutilla en invernadero (3A) y brote de estolón seleccionado para su cultivo in vitro (3B).

3. Esterilización

Para asegurar un exitoso establecimiento in vitro, además de la desinfección superficial, se somete el tejido vegetal a un proceso de esterilización:

  • 1 minuto en etanol diluido al 70 % (v/v).

  • Luego, 15 minutos en cloro comercial al 20 % (v/v) con unas gotas de Tween-20.

  • Finalmente, tres enjuagues con agua destilada estéril.

4. Establecimiento in vitro

Las yemas desinfectadas se siembran individualmente en medio de cultivo Murashige y Skoog (MS) con BAP 0,2 mg/l e IBA 0,1 mg/l.

Los materiales son esterilizados en autoclave a 121 °C y 1,2 kg/cm² por 20 minutos. Los frascos sellados se trasladan a cámara de crecimiento con 25 °C, 60 % de humedad relativa y fotoperiodo de 16 horas luz (Figura 3B).
Durante la primera semana se eliminan frascos contaminados. Las yemas permanecen en cultivo durante 28 días (Figura 4A).

5. Multiplicación, micropropagación o cultivo in vitro

Tras 28 días, los brotes desarrollados (Figura 4B) se separan con bisturí y se subcultivan en medio fresco (Figura 4C).
El proceso se repite cuatro veces, logrando 64 nuevos brotes por cada yema inicial.

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Figura 4. Yemas axilares de estolones introducidas en medio de cultivo (4A), multiplicación de plantas in vitro (4B) y establecimiento de nuevas plantas (4C).

6. Enraizamiento in vitro

Posterior a la multiplicación, los brotes de mayor tamaño se transfieren a frascos con medio MS suplementado con hormonas que favorecen la formación de raíces, como IBA (Figura 5A).

7. Aclimatación ex vitro

La transición a condiciones ambientales externas requiere aclimatación gradual. Una vez formado el sistema radicular, las plantas se trasplantan en bandejas con sustrato, mantenidas a 80 % de humedad y 20–24 °C (Figura 5B). Luego se trasladan a sombreaderos o invernaderos para su vigorización y posterior traslado a campo (Figura 6).

¿A qué prestar atención al iniciar el cultivo in vitro?

  • Selección del explante: elegir el tejido vegetal adecuado es clave.

  • Composición del medio: usar medios específicos y ajustar nutrientes y reguladores.

  • Control ambiental: temperatura, humedad e iluminación deben ser precisas.

  • Aclimatación: debe ser gradual para evitar estrés en las plantas.

Consideraciones finales sobre el cultivo in vitro

  • Los agricultores deben iniciar el cultivo in vitro con plantas completamente sanas, cuyo origen garantice su calidad sanitaria y genética.

  • El éxito productivo depende tanto de la calidad genética como del manejo agronómico del huerto.

cultivo in vitro

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Figura 5. Plantas enraizadas in vitro (5A) y establecidas ex vitro (5B).

El contenido de este artículo fue elaborado por Javier Chilian P., Uberlinda Luengo U., INIA Quilamapu, para www.inial.cl, el cual fue reeditado por Portalfruticola.com