Chile se posiciona entre las economías más industrializadas del mundo
Aunque la imagen país, gracias al dinamismo de las exportaciones, está bien evaluada en el extranjero, hay factores importantes que según los expertos se deben mejorar.
Este año Chile se transformó en el país número 31 en integrar la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), siendo así la primera nación de América del Sur que entra al grupo de los países más industrializados de la economía mundial.
Incluso el informe semestral de perspectivas de este organismo mejoró las proyecciones de crecimiento para Chile a 5,2% durante este año y la subió a 6,2% en 2011, mientras que ya se augura un 5,4% en el 2012.
De cumplirse las expectativas, Chile sería en 2010 el segundo país, de los 33 que integran la Ocde, por su ritmo de progreso en materia de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), sólo superado por Turquía (+8,2%) y muy por encima de la media de 2,8%.
Para el economista de la Universidad de Concepción Víctor Hernández Roldán, el formar parte del grupo de países top que generan casi el 90% del PIB mundial, abre grandes posibilidades de mercado, pero también implica mayores exigencias, porque hay que satisfacer a consumidores que tienen en promedio un ingreso per cápita del orden de los US$40.000, por tanto, exigen mayor calidad y eficiencia. "Las comparaciones ya no serán con nuestros pares sudamericanos, sino que con las economías desarrolladas".
El profesional destacó que para poder ingresar a los mercados más importantes se necesita mejorar los niveles de productividad, que en la actualidad es cercano a cero, ya que con ello se puede optimizar la competitividad y generar condiciones para un mayor crecimiento económico. Para lograr esto se requiere poner especial atención en el capital humano, mejorando los índices de capacitación, eliminando todas aquellas condiciones que distorsionen la libre competencia en los diferentes mercados, como colusiones y la rigidez en materia laboral, entre otros factores, para evitar así las concentraciones en algunas industrias.
intercambio comercial
El desarrollo presentado por la industria nacional es, sin duda, el principal factor que potencia la imagen del país en el extranjero.
Entre enero y agosto de 2010 el intercambio comercial de Chile alcanzó los US$87.528 millones tras aumentar sus exportaciones en un 30% -US$49.353 millones- según informó el Servicio Nacional de Aduanas, lo que pone de manifiesto que el comercio bilateral sólo con Asia equivale a la mitad de los envíos al exterior y donde China en lo que va corrido del año es el principal socio con capitales que representan US$17.811 millones, Japón y Corea aportan otros US$ 8 mil millones, seguido de la Unión Europea y Estados Unidos.
Más allá de las alentadoras cifras, el país debe tener cautela porque las exportaciones de los productos de la minería representaron un 62% del total, señal de extrema dependencia del cobre, cuyo precio internacional ha subido este año un 42%.
Ante esto, Alcides Tapia Fuentes, director regional de Aduanas, en cuya tuición funcionan seis pasos fronterizos y puertos del Maule a La Araucanía -destacan San Vicente, Coronel y Lirquén- reafirmó que el comercio exterior es un objetivo estratégico porque genera un polo de desarrollo y crecimiento gracias a los Tratados de Libre Comercio (TLC), cuya meta es disminuir los costos de los exportadores y alcanzar el 2020 una meta regional de 24 millones de toneladas en envíos al exterior.
Al respecto Chile es un país que tiene indicadores rezagados en comparación a los demás mienbros de la Ocde, como en innovación, productividad, calificación de la mano de obra, educación, investigación científica, capital de riesgo, desarrollo tecnológico, distribución de ingresos y pobreza y son justamente estos factores los que comprometen el desarrollo de largo plazo de la economía chilena. En aspectos básicos de desarrollo como libre competencia, macroeconómicos, instituciones, legislación económica y otros, el país está bastante posicionado y normalmente es bien catalogado a nivel internacional, puntualizó el economista de la Universidad de Católica de la Santísima Concepción, Andrés Ulloa Oliva.
Agregó que los desafíos están justamente en reducir las brechas en estos indicadores y en todos ellos es necesario trabajar porque se transforman en cuellos de botella para alcanzar mayores niveles de crecimiento. "Estos son aspectos de mediano y largo plazo que toman entre 10 y 30 años revertirlos con trabajo duro y bien direccionado. Uno de los temas más complejos y más vitales donde no hay acuerdo político y es urgente mejorar, por ejemplo, es en la educación.
"La región se ha jugado por mejorar los niveles de emprendimiento e innovación, me parece que ese es el camino correcto y hay que seguir insistiendo en ello porque es una condición necesaria para seguir desarrollándose. Pero además de esto se requiere optimizar la productividad de la mano de obra, tanto a nivel privado y público, para aumentar la competitividad regional. Este es un desafío del país pero también de la zona".
El profesional subrayó que en la medida que exista una mayor coordinación entre colegios universidades, empresas y municipalidades, se puede hacer un trabajo local importante que aún no se ha realizado. "Esto no depende de las políticas nacionales, sino que de la voluntad local y regional. Hay espacios importantes en que la región puede intervenir".
Fuente: Diario El Sur