El proyecto de resolución 325, ingresado el pasado 2 de abril y aprobado en Sala por 86 votos a favor y 1 abstención, fue presentado por el diputado Jorge Sabag (DC), junto a sus compañeros de partido Marcelo Chávez, Sergio Ojeda, Jaime Pilowsky, Sergio Espejo y Matías Walker, además de Cristián Campos (PPD), Jorge Rathgeb (RN), Carlos Abel Jarpa (PRSD) y Alejandra Sepúlveda (IND).

En el documento, los legisladores pidieron además que, imitando la política a favor de los pequeños y medianos productores de uva impulsada en el año 2006, se adopten las medidas de apoyo a este sector, retomando el programa especial de viñateros y la entrega de un bono de emergencia para enfrentar el duro momento que viven los productores de uva de Ñuble, Floridas y otras localidades.

Añadieron que parece existir una especie de colusión entre las empresas compradoras de la vid, ya que ninguna está cancelando más de sesenta pesos por kilo de uva, e incluso a algunos productores se les paga solamente cincuenta pesos, lo que a todas luces representa un grave riesgo para la subsistencia del sector.

Esta situación es especialmente grave entre los viñateros de la provincia de Ñuble y de Florida, los que han intentado sin éxito encontrar una solución y a falta de avances, protagonizaron el 26 de marzo una protesta en la ciudad de Concepción, marchando por sus calles regalando su producción a los transeúntes como un gesto de dignidad frente a la crisis, además de anunciar una nueva manifestación próximamente en Santiago.

En dicha ocasión, según postulan los legisladores, los dirigentes gremiales se entrevistaron con las autoridades del Ministerio de Agricultura, sin superar las quejas del sector, por lo que hacen necesaria la medicación de la Cámara para lograr una solución rápida y efectiva, tomando en cuenta especialmente la imposibilidad de impulsar una reconversión de estos productores.

En este sentido, se ha planteado en el sector viñatero la necesidad de relanzar el programa especial de Viñateros del primer gobierno de la Presidenta Bachelet, que duró tres años y consistió en apoyos directos al sector y asistencia técnica de los equipos de Indap para hacer una reingeniería del sector, entrega de becas para los hijos de los viñateros para continuidad de sus estudios.

Complementariamente, indicaron que se ha propuesto el establecimiento de un Bono Productivo y el fortalecimiento de las asesorías técnicas, con especial énfasis en la promoción de los procesos asociativos y la comercialización autónoma de la uva.

Concluyen además, que hay un aspecto que resulta esencial en cuanto a resolver las dudas de los productores, que se refiere a la eventual presencia de actos de colusión entre las empresas compradoras de la vid, lo que requiere una acción más decidida por parte de las autoridades competentes.

Fuente: Cámara de Diputados de Chile