La zarzamora es una especie frutícola originaria de Europa, Asia y América; de crecimiento arbustivo, produce un fruto de color negro brillante, sabor dulce y aromático. Pertenece al grupo de las frutillas o berries, conjuntamente con la fresa, la frambuesa y el arándano.

A esta fruta se le atribuyen propiedades diuréticas, astringentes, antiulcerosas; aporta fibra, pocas calorías, rica en potasio, minerales y vitaminas A y C. De acuerdo con datos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), en el 2008 la producción mundial de zarzamora fue de 22,000 hectáreas, siendo Serbia, EU y México los principales productores.

Sin embargo, nuestro país es el que ocupa el primer lugar en exportaciones, basando su producción en técnicas que incluyen poda y aplicación de biorreguladores del crecimiento.

En el 2009, México destinó 8,132 hectáreas para este cultivo, con una producción de 115,961 toneladas y un valor de la producción de 2,782 millones de pesos.

Michoacán ocupa el primer lugar en producción, con 96% de la superficie reportada. Estados que también producen esta frutilla son: Jalisco, Colima, Morelos, México, Chihuahua, Guanajuato, y Nayarit (Sagarpa, 2009). La inversión inicial para su establecimiento es cercana a los 200,000 pesos, iniciando producción en el segundo año.

Además, el costo promedio de mantenimiento anual estimado es de 123,000 pesos. En tanto, la producción es de 8 toneladas por hectárea al año, factible de incrementarse con el uso de tecnologías de fertigación y macrotúneles.

De acuerdo con la información disponible, el precio de venta para mercado en fresco es de 27,500 pesos por tonelada, lo cual genera una utilidad de 97,000 pesos por hectárea. La rentabilidad de este cultivo es atractiva, pues se calcula una relación beneficio-costo de 1.6 y, en comparación con otros frutales, se ubica entre los tres cultivos más rentables, lo cual representa una oportunidad de negocio para los inversionistas mexicanos.

Este cultivo se caracteriza por su buen índice de rentabilidad, rápido retorno de inversión, generador de empleos (su requerimiento es de 900 jornales por hectárea), versatilidad en valor agregado y grandes oportunidades de exportación.

En la zona productora del estado de Michoacán, la variedad tupi -de origen brasileño-, es la más cultivada en la actualidad. En resumen, una gran oportunidad de negocio.

Fuente: El Economista/Carlos Torres Barrera, Centro de Desarrollo Tecnologico Salvador Lira López.