Naranja peruana consolida su avance exportador en 2025 apoyado por la escasez global de la fruta
Entre abril y octubre de 2025, el país sudamericano exportó US$ 15 millones en naranja fresca, equivalentes a 27 mil toneladas, lo que representó un crecimiento de 32% en valor y 21% en volumen respecto de la campaña anterior.
El reporte "Campaña de naranja peruana 2025: Abril a Octubre" de Fluctuante indica que estos resultados estuvieron influenciados principalmente por la fuerte caída de la oferta brasileña, afectada por sequías extremas, estrés por calor durante la floración y el avance del greening.
"En paralelo, la creciente preferencia internacional por la variedad Valencia peruana, reconocida por su jugosidad, dulzor y calidad constante, reforzó el posicionamiento del país en la oferta global", consigna el informe.
Un sector dinámico con mucho camino por recorrer
Desde Fluctuante destacan que el dinamismo del sector también se refleja en los avances productivos a nivel regional. En este sentido, más de 270 agricultores de Junín y Tacna mejoraron su competitividad gracias al apoyo de Agroideas, lo que permitió elevar estándares y fortalecer la capacidad organizativa.

Asimismo, la Asociación de Productores Alto Kivinaki (APRAK), ubicada en Pichanaki, Chanchamayo, concretó la primera exportación de naranja orgánica peruana hacia Europa, hito alcanzado gracias a la planta procesadora implementada en 2024 por Agroideas, del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego.
De acuerdo con ProCitrus, Perú cuenta con 30.589 hectáreas de naranja, el cítrico de mayor superficie cultivada en el país. La producción anual es cercana a las 506 mil toneladas.
Los campos productivos se concentran principalmente en regiones como Junín, Huánuco, San Martín, Ucayali y Amazonas, las cuales presentan condiciones agroecológicas favorables para el desarrollo de la variedad Valencia.
"El impulso excepcional que tuvo la naranja peruana en 2025 se explica por la escasez global, pero su permanencia en el mercado dependerá de cómo el país aproveche esta coyuntura", señala el reporte, que agrega que "el verdadero desafío será convertir esta demanda momentánea en relaciones comerciales duraderas, sustentadas en una calidad constante, procesos estandarizados y un manejo poscosecha eficiente".
Si Perú sigue este camino, podrá demostrar que su oferta de naranja fresca no es solo una solución ante un desbalance internacional, sino una alternativa sólida y capaz de consolidarse como proveedor confiable dentro del comercio mundial de cítricos.
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