Frutas de Chile: la agroindustria podría duplicar su impacto con más agua, inversión y promoción

Frutas de Chile: la agroindustria podría duplicar su impacto con más agua, inversión y promoción

Durante el Día del Comercio Global organizado por la Fundación de la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV), el presidente de Frutas de Chile, Iván Marambio, abordó el impacto económico del sector, los desafíos geopolíticos y la urgencia de avanzar en soluciones hídricas para sostener el crecimiento de la agroindustria nacional.

El dirigente comenzó su intervención subrayando el peso que tiene el sector en la economía chilena. Frutas de Chile, gremio que agrupa a más de 270 empresas exportadoras, representa el 92% del valor total de fruta fresca exportada por el país y cerca del 83% del volumen, reflejando su rol protagónico en el comercio exterior.

En la última temporada, Chile exportó más de 3 millones de toneladas de fruta, una cifra récord que representa un crecimiento del 17% respecto al año anterior y que consolida una tendencia ascendente de más del 25% acumulado en dos años. 

Marambio explicó que el dinamismo del rubro no solo tiene impacto macroeconómico, sino también social y territorial: “Por cada hectárea plantada de fruta se generan 80 mil dólares anuales para el país y 1,6 nuevos empleos. Esto significa más trabajo en el campo, más camiones en las rutas, más actividad en los puertos y mayor desarrollo para muchas regiones”. 

El ejecutivo comparó el aporte del sector frutícola con el de la minería: “La minería exporta 45 mil millones y tiene un impacto de 100 mil millones; vemos que la fruticultura, con mucho menos valor exportado, multiplica su PIB por 4,2 veces. Esto se debe a que es una industria mucho más intensiva en empleo y más descentralizada territorialmente”. 

Fitosanidad, apertura de mercados y promoción

Durante su presentación, Marambio detalló el enfoque estratégico con que Frutas de Chile está construyendo su hoja de ruta para los próximos años, centrada en consolidar y expandir el posicionamiento de la fruta chilena a nivel internacional. 

En ese marco, señaló que existen desafíos estructurales como la seguridad hídrica, la sostenibilidad, la logística y el factor laboral. Sin embargo, profundizó en tres ejes clave para el desarrollo del sector: 

“Sin fruta sana no hay industria frutícola. La sanidad vegetal es la base que sostiene toda nuestra capacidad exportadora”, aseguró.

El gremio trabaja estrechamente con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Ministerio de Agricultura y organismos internacionales para mantener estándares fitosanitarios que permitan acceder y mantenerse en los mercados más exigentes.

Apertura y defensa de mercados

Frutas de Chile participa activamente en la negociación y mantención de acuerdos bilaterales, en coordinación con Cancillería, el Ministerio de Agricultura y organismos multilaterales. 

“La apertura de nuevos mercados y la defensa de los ya existentes consume gran parte de nuestro tiempo y recursos”, dijo Marambio, destacando la relevancia de los comités empresariales con India, China y el Sudeste Asiático.

Promoción internacional

El gremio destinó 16 millones de dólares de fondos privados a campañas de promoción internacional durante la última temporada.

“Invertimos en promover la marca Chile y su fruta, pero no puede ser que esta tarea recaiga solo en los privados. Necesitamos un mayor esfuerzo del Estado para fortalecer la imagen país”, enfatizó.

Presentación de Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile

Presentación de Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile

Diversificación e incertidumbre global

Otro de los temas analizados fue el nuevo escenario geopolítico mundial, marcado por crecientes tendencias proteccionistas, conflictos comerciales y alzas arancelarias, como el reciente aumento del 10% a productos importados en Estados Unidos.

Marambio expresó su preocupación por los efectos indirectos que pueden tener en la fruticultura chilena.

“Si bien el impacto inmediato ha sido acotado, la incertidumbre es nuestro principal dolor. No sabemos cómo afectará la próxima temporada a las uvas y arándanos. Además, estas medidas pueden desviar flujos comerciales hacia nuestros principales mercados, lo que genera una competencia desleal o sobreoferta”.

En este contexto, subrayó la importancia de diversificar destinos. “Hoy, un 91% del valor de las cerezas chilenas se va a China. Necesitamos abrir y fortalecer otros mercados, como Estados Unidos, el Sudeste Asiático y Europa. Apostar todo a un solo país es demasiado riesgoso”, dijo.

Pero quizás el desafío más urgente y estructural para el crecimiento del sector —según Marambio— es el acceso al recurso hídrico. “Chile es líder en desalinización y en energías renovables no convencionales. Tenemos una oportunidad única de convertir esa fortaleza en una política nacional que permita que el agua llegue a la minería, al consumo humano y también al sector agrícola”. 

Mirada de largo plazo 

Al cerrar su presentación, Marambio hizo un llamado a enfocar los esfuerzos en la demanda y el consumidor final, no solo desde la fruticultura, sino desde toda la agroexportación chilena: salmón, vinos, madera. 

“La clave está en ofrecer un producto premium y una experiencia de consumo diferenciadora. En eso tenemos que poner el foco si queremos sostener un crecimiento real y constante”, expuso.

Además, recogió el desafío planteado por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) de elevar las exportaciones totales de Chile desde los US$100 mil millones actuales a US$150 mil millones en los próximos cinco años. 

“Nosotros tomamos ese desafío. Podemos aportar entre 400 y 500 millones de dólares anuales en crecimiento real del PIB. Sabemos cómo hacerlo. Pero necesitamos condiciones mínimas: infraestructura hídrica, promoción internacional y apoyo a la inversión”, concluyó.

*Fotografías gentileza Frutas de Chile. 

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