Pronóstico de escorrentía del río Maipo anticipa una disminución de 5,8% para la temporada 2025-2026

La Junta de Vigilancia del Río Maipo Primera Sección (JVRM) dio a conocer su pronóstico de escorrentía para el período septiembre 2025-marzo 2026, que proyecta un volumen total de 1.746 hectómetros cúbicos (Hm³) en el sector de La Obra.
La cifra representa una caída de 5,8% respecto a la temporada anterior, cuando se registraron 1.853 Hm³, es decir, 107 Hm³ menos.
“Estos resultados reflejan el déficit hídrico que afecta a todo el país, con el norte bajo estrés crítico, la zona central con un sostenido decrecimiento de las precipitaciones que ya marca una tendencia hacia la cada vez más probable desertificación, y el sur con impactos negativos en la generación eléctrica y la agroindustria”, señaló el presidente de la JVRM, Luis Baertl, en un comunicado de prensa.
En la misma línea, el gerente y juez de río, Ernesto Veres, advirtió que la baja en el volumen de escorrentía “es un recordatorio de que la sequía no se ha ido”. Agregó que “la escasez hídrica es la normalidad y tenemos que impulsar todas las acciones necesarias para optimizar el uso del agua disponible”.
Baertl subrayó además la necesidad de avanzar hacia una Política de Estado en materia hídrica, que permita coordinar esfuerzos entre todos los actores del sector. En ese sentido, destacó la labor de la Mesa Estratégica de Recursos Hídricos (MERH) de la cuenca del río Maipo, impulsada por la Dirección General de Aguas (DGA), cuyo objetivo es desarrollar un plan conjunto para enfrentar el régimen hídrico de los próximos años.
Menores lluvias y nieve explican la baja
El informe de la JVRM atribuye la disminución en el pronóstico principalmente a menores precipitaciones y menor acumulación de nieve durante 2025 en comparación con el año anterior, situación que ha sido advertida también por especialistas en diversos estudios públicos.
El pronóstico se construye a partir de la precipitación observada en la cuenca del Maipo —con foco en La Obra—, las condiciones nivales invernales en la cordillera y su equivalente en agua (EAN), además del comportamiento histórico de los caudales primavera-verano y su estacionalidad. El modelo considera tres escenarios —optimista, intermedio y pesimista— para orientar decisiones de operación, abastecimiento y riego en la zona.
“Este informe busca ser una herramienta para una gestión hídrica más eficiente y una guía para los distintos actores que intervienen en la cuenca”, señaló el gerente técnico de la JVRM, José Manuel Córdova.
“Pese a que los últimos años han sido más lluviosos, no hay que olvidar que Chile enfrenta una sequía estructural, y este pronóstico da cuenta de ello. Tenemos que continuar trabajando en un marco de escasez hídrica”, añadió.