La Organización Mundial de Cítricos alerta sobre el impacto de normas privadas de seguridad alimentaria en la industria

La Organización Mundial de Cítricos (WCO, por sus siglas en inglés), que representa a los productores de cítricos a nivel global, expresó su preocupación por la creciente tendencia de los supermercados de imponer normas privadas de seguridad alimentaria que van más allá de los marcos legales nacionales e internacionales.
Según la WCO, estas medidas podrían amenazar la sostenibilidad del sector, poner en riesgo el sustento de los agricultores y reducir el suministro de cítricos a los mercados de consumo.
En las últimas semanas, la WCO ha evaluado junto a sus miembros el impacto de la proliferación de estas normas privadas, especialmente en relación con productos fitosanitarios y los límites máximos de residuos (LMR). La organización advierte que estas medidas contravienen la evidencia científica y socavan la confianza en la regulación oficial.
Riesgos para productores y mercados
Boitshoko Ntshabele, CEO de la Citrus Growers Association of Southern Africa (CGA), señaló que mientras los productores cumplen con las normativas nacionales e internacionales para garantizar una fruta segura y nutritiva, los supermercados aplican cada vez más criterios privados que superan los requisitos legales, afectando al volumen y la competitividad del comercio. "Esto podría limitar la eficacia de tratamientos necesarios para mitigar plagas y enfermedades, especialmente ante el cambio climático", dijo.
El documento de posición de la WCO, “Criterios privados de seguridad alimentaria y su impacto en el sector de los cítricos”, presentado en Fruit Attraction 2025, destaca los principales riesgos:
- Prohibición de sustancias activas legalmente aprobadas, poniendo en peligro el control de plagas y enfermedades.
- Imposición de límites máximos de residuos más estrictos que los legales, lo que puede generar resistencia, desperdicio de alimentos y pérdidas económicas.
- Restricciones en el número de residuos, que dificultan la gestión integrada de plagas (GIP), reducen la resiliencia frente al cambio climático y aumentan el desperdicio.
Llamado a la colaboración en la cadena de suministro
José Antonio García Fernández, director de la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo de España (Ailimpo), subrayó la necesidad de un diálogo constructivo: “Es importante evitar la proliferación de requisitos subjetivos que generen confusión y costes innecesarios para los productores. De no hacerlo, se podría comprometer la calidad de la fruta, aumentar el desperdicio y limitar la disponibilidad de cítricos en los supermercados.”
Por su parte, Bard Bennis, presidente de la WCO y de Les Domaines Agricoles, destacó la importancia del sector, señalando que los cítricos son uno de los grupos más relevantes de frutas y hortalizas, con alrededor de 135 millones de toneladas producidas anualmente en 10 millones de hectáreas en todo el mundo.
"Cada año se comercializan entre 45 y 50 millones de toneladas, con un valor superior a 50.000 millones de dólares. Nuestra industria aporta salud a los consumidores y nuestros productores cumplen con prácticas agrícolas responsables y sostenibles para ofrecer cítricos de calidad y seguros", concluyó.