Regeneración del suelo con proceso geotermal

Startup alemana acelera 3.000 años de regeneración del suelo a pocas semanas usando proceso hidrotermal de 90 años
Humify produce sustancias húmicas artificiales a partir de residuos orgánicos mediante un proceso hidrotermal a alta presión y temperatura. Estas sustancias mejoran la fertilidad del suelo, aumentan la biodiversidad microbiana y capturan CO₂, ayudando a restaurar ecosistemas degradados.
- Tecnología probada en Alemania: planta piloto de 3.000 t/año en desarrollo.
- Captura de CO₂ efectiva: 1 t de humus/hectárea → hasta 50 t de carbono en el suelo el primer año.
- Mejora de cultivos: ensayos muestran hasta +20 % de rendimiento.
- Demanda global masiva: hasta 2.000 millones ha necesitadas.
- Economía circular aplicada: residuos agrícolas convertidos en fertilizante de alto valor.
Humify
Humify transforma residuos orgánicos en sustancias húmicas artificiales mediante un proceso hidrotermal que combina calor de unos 200 °C, presión moderada y agua. El resultado es un concentrado oscuro rico en polímeros que imitan al humus natural. Al aplicarse al suelo, mejora su capacidad de retención de humedad y minerales, estimula la actividad microbiana y favorece el secuestro de CO₂ atmosférico.
Progreso reciente y contexto
Desde su fundación en 2023, la empresa ha diseñado una planta piloto capaz de producir unas 3.000 toneladas anuales, con el potencial de capturar alrededor de 150.000 toneladas de CO₂ cada año. Esta tecnología aprovecha distintos residuos agrícolas y agroindustriales —desde digestatos de biogás hasta restos de poda— para convertirlos en un insumo agrícola de alto valor.
Los ensayos realizados en campo han mostrado mejoras significativas: cultivos como la lechuga o el maíz han incrementado sus rendimientos hasta en un 20 % gracias al fortalecimiento del microbioma del suelo. Además, en proyectos de restauración se ha observado una recuperación visible de árboles y vegetación degradada tras aplicar el producto en las raíces.
Beneficios reales sobre el terreno
La humificación artificial acelera en semanas procesos que de forma natural tardarían siglos. Aplicar una tonelada de estas sustancias por hectárea puede secuestrar hasta 50 toneladas de carbono en apenas un año. Esto no solo contribuye a mitigar la crisis climática, sino que también recupera suelos erosionados, aumenta la fertilidad y reduce la dependencia de fertilizantes sintéticos.
En Europa, el mercado de compuestos húmicos crece impulsado por las políticas de transición ecológica, y Humify encaja en esta tendencia ofreciendo un producto que combina mejora productiva y beneficio ambiental.
Retos tecnológicos y escalabilidad
El principal desafío es industrializar el proceso con un consumo energético reducido. El equipo trabaja en sistemas de gestión térmica que permitan reutilizar el calor del propio proceso para mantenerlo competitivo frente a otras tecnologías de captura de carbono, muchas de las cuales fracasan por su alto coste.
Otra línea de desarrollo es la creación de unidades móviles capaces de procesar biomasa directamente en las explotaciones agrícolas, evitando transporte y pérdidas de materia orgánica. Esto permitiría cerrar ciclos productivos de manera local, incluso en zonas rurales o de difícil acceso.
Implicaciones medioambientales y sociales
La adopción masiva de esta tecnología puede impulsar la restauración de suelos degradados, aumentar la resiliencia agrícola frente a sequías y reducir la contaminación asociada a fertilizantes químicos. También abre oportunidades para generar empleo rural cualificado, al integrar plantas de humificación en cooperativas o en la propia industria agroalimentaria.
Potencial
Humify plantea un modelo en el que la ciencia aplicada y la economía circular se combinan para ofrecer soluciones concretas a la crisis climática y la degradación de suelos. Algunas vías con gran proyección incluyen:
- Integrar plantas de humificación en cooperativas para procesar residuos locales y devolver el fertilizante a los propios campos.
- Aprovechar plantas de biogás para transformar sus digestatos en humus enriquecido, cerrando el ciclo energético y agrícola.
- Aplicar superhumus en programas de agricultura regenerativa, reduciendo el uso de fertilizantes nitrogenados y mejorando la salud del suelo.
- Regenerar suelos áridos o empobrecidos, aumentando su capacidad de retener agua y nutrientes.
- Restaurar ecosistemas urbanos y periurbanos, mejorando la captura de carbono y la calidad ambiental local.
Si logra escalar su producción, Humify podría convertirse en una herramienta clave para recuperar suelos agotados, capturar carbono de forma eficiente y avanzar hacia sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes.
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