Reemplazar frutas comunes por berries podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares

Una nueva investigación, basada en modelos dietéticos, sugiere que este simple cambio podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Incorporar berries en lugar de frutas comúnmente consumidas como manzanas, bananas o uvas en las pautas dietéticas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) podría mejorar el perfil nutricional de la dieta sin aumentar significativamente las calorías +ni los costos.
Consumo de berries y reducción enfermedades cardiovasculares
El estudio, que evaluó los patrones alimentarios Healthy U.S.-Style, Healthy Mediterranean-Style y Healthy Vegetarian del USDA, encontró que sustituir una de las dos porciones diarias de frutas comunes por una taza de berries (mezcla de arándanos, frutillas o fresas, frambuesas y moras) aumentó los niveles de antocianinas en un 93.8%, fibra dietética en hasta un 5.1% y vitamina C en hasta un 16%, dependiendo del patrón dietético.
Estos nutrientes están asociados con beneficios clave para la salud cardiovascular y, por ende, sobre las enfermedades cardiovasculares.
“La evidencia sugiere que no todas las frutas son iguales en términos de beneficios nutricionales y al igual que con los vegetales, deberíamos considerar una clasificación más precisa según sus propiedades”, explicó la autora principal del estudio, la Dra. Kim Stote.
“Resaltar la diversidad dentro del grupo de frutas podría ayudar a los consumidores a tomar decisiones más informadas y saludables”, dijo.
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A pesar de los beneficios conocidos del consumo de frutas, datos recientes de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) muestran que menos del 50% de los adultos estadounidenses consumen fruta a diario y la mayoría opta por solo una variedad: principalmente bananas, manzanas o uvas.
Las berries, aunque menos consumidas, son ricas en flavonoides como las antocianinas, además de contener fibra soluble y vitamina C.
El estudio también revela que el cambio tiene un impacto mínimo en otros componentes nutricionales como calorías, macronutrientes y grasas, mientras que el costo semanal de los alimentos aumentaría solo un 10%, permaneciendo dentro del rango de un plan alimenticio moderado según el USDA.
“La salud del corazón podría beneficiarse significativamente con un ajuste sencillo en la elección de frutas”, destaca la investigación, "y aunque estos resultados provienen de modelos dietéticos, reflejan una tendencia alentadora que debe explorarse en investigaciones futuras con consumidores reales”.
El estudio concluye que promover una mayor diversidad en el consumo de frutas, especialmente aquellas con propiedades funcionales como las berries, podría ser una estrategia efectiva de salud pública para reducir el riesgo de enfermedades crónicas, sin alterar el equilibrio calórico ni los hábitos alimentarios actuales.
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