El aguacate toma protagonismo en Japón ante la crisis climática y agrícola

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El aguacate toma protagonismo en Japón ante la crisis climática y agrícola

En medio del creciente impacto del cambio climático en la agricultura japonesa, una fruta tropical originaria de América Latina está ganando terreno como una solución inesperada: el aguacate. Esto, de acuerdo a un reportaje publicado por el medio local The Japan Times.

Este relata la historia de Tsutomu Uchida, un empresario retirado de 64 años, que cultiva 19 variedades de aguacate en una parcela de 420 metros cuadrados en el distrito portuario de Miho, en la prefectura de Shizuoka. Desde que comenzó su proyecto en octubre de 2020, ha experimentado con múltiples técnicas de cultivo, con la esperanza de adaptar esta fruta —prácticamente importada en su totalidad— al clima local.

“El Mexicola madura antes que otras variedades, alrededor de septiembre y resiste mejor el frío”, explicó Uchida. “Corto las copas de los árboles para que no superen los dos metros. Así la cosecha es mucho más fácil”, agregó.

El interés por el aguacate va en aumento en Shizuoka, una prefectura históricamente reconocida por su producción de mikan (mandarinas japonesas). Según Yuji Hirano, funcionario del Gobierno Prefectural de Shizuoka a cargo de estrategias agrícolas, el cultivo del aguacate representa una oportunidad ante los desafíos que impone el calentamiento global.

“No podemos seguir lamentándonos por el impacto negativo del cambio climático. Queremos convertir esta crisis en una oportunidad”, afirmó Hirano al periódico.


El aguacate toma protagonismo en Japón ante la crisis climática y agrícola


En abril, la prefectura —tercera productora nacional de mikan— lanzó un proyecto para fomentar el cultivo de aguacates, con una inversión de 18 millones de yenes para investigación y desarrollo en el año fiscal actual. El objetivo: convertir al aguacate en un nuevo producto estrella de la región en los próximos años.

El potencial económico es claro. De acuerdo con datos de aduanas, las importaciones de aguacate en Japón se dispararon de 3.400 toneladas en 1988 a casi 80.000 en 2020, con México como principal proveedor (85%).

El fruto, ahora catalogado como “superalimento”, es común en supermercados y platos japoneses como sushi, ensaladas y onigiri.

Además de su creciente popularidad, el aguacate cuenta con una historia poco conocida en Japón. Documentos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) muestran que en 1915 se intentó cultivar aguacates en un centro hortícola en Shizuoka, aunque la iniciativa fracasó por una ola de frío. Hoy, unas 20 variedades están legalmente autorizadas en el país.

A pesar del entusiasmo, expertos advierten que el cultivo del aguacate no es sencillo. El profesor Kazuhiro Matsumoto, de la Universidad de Shizuoka, ha estudiado este cultivo durante años y recalca que se necesitan conocimientos técnicos avanzados y resistencia a múltiples fracasos.


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“Con solo un día a -6°C, toda la cosecha podría perderse”, señaló, en declaraciones recogidas por The Japan Times. “Además, cada región debe elegir cuidadosamente la variedad más adecuada a su clima”, acotó.

El cambio climático también ha golpeado duramente al mikan. Según el investigador Toshihiko Sugiura, del Instituto Nacional de Investigación en Agricultura y Alimentación, el aumento de temperaturas afecta la maduración del fruto, debilita su piel y reduce su resistencia al transporte, lo que amenaza la rentabilidad de los productores.

En un informe publicado en marzo, el equipo de Sugiura estimó que, si el calentamiento global avanza sin control, las áreas aptas para el cultivo de aguacate en Japón podrían multiplicarse hasta por 7.7 veces para 2100. En contraste, las regiones actuales de mikan podrían desaparecer por completo en un escenario de altas emisiones.

Para Uchida, la apuesta por el aguacate tiene un valor que va más allá de lo económico. Busca revitalizar su comunidad y atraer a jóvenes a una agricultura más innovadora. 

“Algunos me preguntan si es posible vivir de la agricultura. Yo les digo: busquemos cultivos que lo hagan posible”, concluyó.

*Fotografías referencias - archivos.


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