España afianza su liderazgo en frutas tropicales y apuesta por nuevas variedades exóticas

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España afianza su liderazgo en frutas tropicales y apuesta por nuevas variedades exóticas

La revolución en el consumo de frutas tropicales ha cobrado fuerza en Europa en la última década, y España se posiciona como un actor clave en este mercado. Entre 2014 y 2024, las exportaciones españolas de estas frutas crecieron un 75% en volumen y un 174% en valor. Aún más llamativa ha sido la tendencia de importaciones europeas: el tonelaje se ha duplicado (+107%) y el valor comercializado se ha triplicado (+240%).

España es ya el primer productor y tercer proveedor de frutas tropicales de la Unión Europea, solo por detrás de Países Bajos y Perú. El aguacate lidera este auge, con 24.221 hectáreas cultivadas, seguido por el mango (6.044 ha), la chirimoya (2.547 ha) y el níspero (1.959 ha).

Ante la necesidad de ampliar la oferta para mantener el liderazgo continental, la Fundación Grupo Cajamar y la Asociación de Productores de Aguacates (ASOPROA) presentaron en Valencia las conclusiones de la jornada “Frutas tropicales y exóticas: digitalización y sostenibilidad para un sector en expansión”, que subrayó el potencial de una nueva generación de cultivos: pitaya, papaya, maracuyá, litchi, kumquat y caviar cítrico.

Producción de frutas tropicales, creciente interés

Ana Cabrera, del equipo de Formación de la Plataforma TIERRA de Cajamar, destacó los “puntos calientes” de la producción actual: Andalucía lidera el cultivo de aguacate (con Málaga concentrando el 65% del área) y de mango, mientras que Granada domina la producción de chirimoya. El níspero, por su parte, es un cultivo valenciano, con Alicante representando el 67% del total nacional.

Estas frutas más consolidadas abren paso a un grupo de exóticas que “ya despiertan interés en el consumidor”, señaló Virginia Pinillos, profesora de Fruticultura de la Universidad de Almería.

El proyecto GoExotika (2023–2025) ha identificado zonas templadas de Andalucía y Comunidad Valenciana como áreas idóneas para su desarrollo, aunque persisten retos técnicos.


España afianza su liderazgo en frutas tropicales y apuesta por nuevas variedades exóticas

Chirimoya.


Retos agronómicos y oportunidades de innovación

Entre los principales desafíos destacan la falta de variedades adaptadas al clima mediterráneo, las dificultades en poscosecha y transporte, la necesidad de infraestructuras (como invernaderos o mallas sombra) y la consolidación de canales comerciales específicos. La promoción de sus propiedades nutritivas también será clave para su aceptación en el mercado.

El presidente de ASOPROA, Celestino Recatalá, recordó que “hace unos años nadie sabía cómo plantar un aguacate”, pero hoy la Comunidad Valenciana ya supera las 4.000 hectáreas y se plantan unas 250 más cada año. En este contexto, han lanzado la marca ‘Aguacates CV’ para reforzar su identidad.

Empresas como Anecoop y Trops también avanzan en el sector. Manuel Almenar (Anecoop) destacó la apuesta por la línea ‘Bouquet Exotic’, que ya comercializa papayas, pitayas y aguacates, mientras que Paula Ruiz (Trops) subrayó que “el consumo sigue creciendo en Europa”, con espacio aún por recorrer en países como Italia, donde el consumo per cápita es de solo 0,81 kg frente a los 5 kg de Estados Unidos.

Sostenibilidad y digitalización: claves del futuro

El desarrollo sostenible y la tecnología también juegan un papel decisivo. Juan José Hueso, investigador de Cajamar, y Miguel Calvo, técnico de Agrobío, presentaron avances en lucha biológica contra plagas, adaptados a cultivos como mango, pitaya y maracuyá, utilizando setos perimetrales y fauna auxiliar.

En el ámbito digital, María Dolores Fernández (Cajamar) presentó el proyecto GoIrrigate, una herramienta de riego inteligente para aguacate basada en sensores climáticos y balance hídrico. También se destacó el papel de la agricultura de precisión, con sistemas como los de WidHoc Smart Agrosolutions, que monitorizan en tiempo real suelo, planta y clima para optimizar recursos y minimizar impactos.

Con una demanda europea en auge, una producción nacional cada vez más especializada y una apuesta clara por la innovación, España se perfila como epicentro de la fruta tropical y exótica en Europa.

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