10 pasos efectivos para instalar trampas de feromonas

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10 pasos efectivos para instalar trampas de feromonas

10 pasos efectivos para instalar trampas de feromonas contra Lobesia Botrana

Introducción: La amenaza de la Lobesia botrana

La polilla del racimo (Lobesia botrana) es una plaga cuarentenaria que afecta gravemente a los viñedos de la zona central de Chile, incluyendo huertos de uva de mesa. Sus larvas dañan directamente los racimos, abriendo heridas que favorecen pudriciones como la Botrytis. Por ello, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha declarado su control obligatorio, promoviendo técnicas de manejo integrado que minimicen las poblaciones de esta polilla.

Las trampas de feromonas son una herramienta clave tanto para monitoreo como para control (trampeo masivo) de Lobesia botrana. Este artículo presenta 10 recomendaciones prácticas, paso a paso, para colocar estas trampas de forma efectiva en un huerto de uva de mesa chileno, considerando las condiciones de la zona central (clima mediterráneo) y las normativas locales.

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Paso 1: Planificar el cronograma de instalación

Una adecuada planificación temporal es fundamental. Instale las trampas de feromonas antes del primer vuelo anual de la polilla, que en la zona central de Chile ocurre a fines del invierno o inicios de primavera. En la práctica, se recomienda tener las trampas operativas a más tardar durante la última semana de agosto, de modo que estén listas al comienzo de la temporada de vuelo primaveral.

Recuerde que Lobesia botrana suele tener 3 generaciones anuales en climas mediterráneos, por lo que las trampas deben mantenerse activas durante toda la temporada (primavera-verano) para monitorear todos los vuelos. Planifique también la remoción de trampas al finalizar la campaña (otoño), una vez que la actividad de la plaga haya cesado, para evitar residuos en el campo.

Paso 2: Seleccionar el tipo de trampa adecuado

Existen diversos tipos de trampas de feromonas disponibles, y la elección depende de si el objetivo principal es solo monitorear o también contribuir al control masivo de la plaga. Las trampas tipo delta son las más usadas para monitoreo de Lobesia botrana. Son de forma triangular, hechas de cartón o plástico, con interior pegajoso y un dispensador de feromona sexual específica que atrae a los machos.

Estas trampas capturan los insectos en una lámina adhesiva, facilitando el conteo y reemplazo periódico. Su ventaja es la facilidad de uso y bajo costo, aunque pueden saturarse si las poblaciones son muy altas. Para trampas destinadas al control (trampeo masivo) en casos de alta infestación, se pueden usar trampas con mayor capacidad de captura, como las trampas de embudo o de cubeta con agua.

Asegúrese de elegir trampas autorizadas y de buena calidad, provenientes de proveedores confiables, para garantizar que la feromona sea efectiva y esté formulada específicamente para Lobesia botrana.

Paso 3: Utilizar feromonas específicas y reemplazarlas correctamente

Es crucial usar cebos de feromona sexual específicos para Lobesia botrana, homologados por las autoridades. Estos difusores (generalmente septos o cápsulas impregnadas) emiten la feromona sintética de la hembra para atraer machos de polilla del racimo. Asegúrese de adquirir feromonas aprobadas por el SAG o certificadas para su uso en vid, ya que garantizan la pureza y dosis adecuada.

Coloque el dispensador de feromona dentro de la trampa siguiendo las instrucciones del fabricante. Anote la fecha de instalación de cada cebo feromonal, ya que su eficacia es limitada en el tiempo. En las condiciones de la zona central de Chile (veranos calurosos), los difusores suelen tener una vida útil de alrededor de 6 a 8 semanas en campo. El SAG recomienda reemplazar la feromona aproximadamente cada 40-50 días para asegurar una atracción óptima.

Paso 4: Determinar la cantidad necesaria de trampas

La densidad de trampas es un factor clave para obtener una buena cobertura de monitoreo o control. En huertos de uva de mesa de la zona central, se recomienda instalar varias trampas por predio, incluso en los de menor superficie. Como regla general, use al menos 2 trampas por cuartel o por huerto para tener representatividad.

En términos de superficie, una orientación práctica es colocar alrededor de 1 trampa por cada 2 a 5 hectáreas cuando el objetivo es monitoreo rutinario. Esto implica que, por ejemplo, en un campo de 10 ha podrían colocarse de 2 a 5 trampas distribuidas en distintos sectores. Una mayor cantidad de trampas permite detectar mejor focos localizados de la plaga.

Si su intención es realizar trampeo masivo (controlar la plaga reduciendo la población de machos), deberá incrementar significativamente la cantidad: estudios indican que serían necesarias aproximadamente 10 a 20 trampas de feromonas por hectárea para lograr impacto en la población de Lobesia.

Paso 5: Distribuir las trampas estratégicamente

Una vez definida la cantidad, proceda a ubicar las trampas de manera uniforme en el huerto, cubriendo la mayor área posible. Evite concentrar todas las trampas en un solo sector; es preferible repartirlas en una cuadrícula imaginaria abarcando todo el potrero.

Mantenga una distancia mínima de ~100 metros entre trampas para evitar el traslape de sus áreas de atracción y que una misma polilla pueda sentirse atraída por dos trampas cercanas. También es recomendable colocar trampas en distintos puntos estratégicos: por ejemplo, cerca de los bordes del huerto que lindan con viñas abandonadas u otros cultivos hospederos, y dentro del huerto en sectores históricos de mayor presión.

Esta distribución estratégica y uniforme le permitirá detectar de dónde provienen las polillas y si la infestación de Lobesia botrana es generalizada o se focaliza en algún sector.

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Paso 6: Colocar las trampas a la altura correcta

La altura de colocación de las trampas influye directamente en su efectividad. En vides (ya sea parrón español o espaldera tradicional), las trampas deben instalarse a la altura de la vegetación de la planta, es decir, en el estrato del follaje donde la polilla suele volar. Lo ideal es que queden ubicadas entre la altura de los racimos de uva y la parte superior de la canopia.

En esa franja es donde Lobesia botrana realiza su vuelo natural al atardecer, por lo que aumentamos la probabilidad de que los machos detecten la feromona. Evite colocar trampas muy cerca del suelo (por debajo del follaje) o sobresaliendo muy arriba por encima de la planta, ya que en ambos casos disminuirá la captura.

Se recomienda colgar la trampa en el lado sur-oeste de la planta. En la zona central de Chile, esta orientación ayuda a que la trampa esté más protegida del sol directo del mediodía (que viene del norte) y reciba algo de sombra, evitando un sobrecalentamiento que podría degradar la feromona o secar el pegamento.

Paso 7: Considerar los hospederos alternativos

Tenga en cuenta la composición vegetal de su huerto y sus alrededores, ya que ciertas plantas pueden influir en la efectividad del trampeo y en la dinámica de la plaga. Lobesia botrana no solo ataca la vid; también puede utilizar otras especies como hospederos secundarios. Por ejemplo, se ha documentado que puede oviponer y desarrollarse en olivo, arándano, ciruelo, entre otras plantas frutales.

Si en su predio existen también estas especies (como bordes con olivos, huertos mixtos de vid y arándano, cerezos cercanos, etc.), o si colinda con campos que las tienen, podría haber fuentes adicionales de polillas más allá de sus viñas. En tales casos, es recomendable extremar la vigilancia: podría instalar trampas adicionales cerca de esos focos potenciales para detectar ingreso de Lobesia desde allí.

Mantener el entorno limpio y podado puede reducir escondites para la plaga. La presencia de hospederos alternativos puede significar más presión de plaga, requiriendo quizá mayor número de trampas o una estrategia combinada.

Paso 8: Instalar correctamente las trampas

Al momento de instalar físicamente cada trampa de feromonas, siga una rutina que garantice su correcto funcionamiento a lo largo del tiempo. Armar las trampas delta es sencillo: doble la estructura triangular, inserte la lámina pegajosa en el fondo y coloque el gancho de colgado en la parte superior.

Evite tocar la feromona con las manos desnudas; use guantes o pinzas para no contaminar el cebo con olores extraños. Una buena práctica es etiquetar cada trampa con un marcador indeleble o con una etiqueta resistente. Escriba en la trampa o en una ficha: el número o código de la trampa, la fecha de instalación (y fechas de recambio de feromona si corresponde), y la ubicación.

Tras instalar todas, dibuje un croquis del huerto indicando dónde quedaron ubicadas; así evitará olvidar alguna durante el monitoreo. Con estos cuidados en la instalación inicial, sus trampas estarán correctamente colocadas y listas para operar eficientemente contra la Lobesia botrana.

Paso 9: Monitorear frecuentemente y registrar capturas

Una vez instaladas, las trampas de feromonas requieren monitoreo periódico para cumplir su objetivo. Revise todas las trampas al menos una vez por semana durante la temporada activa de la polilla. En periodos de alta actividad (picos de vuelo), puede ser conveniente revisarlas cada 3-5 días, pero en general semanalmente es adecuado.

Durante la inspección, observe detenidamente la lámina adhesiva o el contenido de la trampa para identificar polillas capturadas. Aprenda a reconocer los machos de Lobesia botrana (pequeñas polillas de ~6-8 mm, de color marrón grisáceo con patrones azulados).

Es útil llevar una hoja de registro o cuaderno de campo: anote la fecha y la cantidad de Lobesia encontradas en cada trampa, incluso si es cero, ya que los "ceros" también son datos importantes que indican ausencia temporal. Este registro le permitirá detectar los picos de vuelo de cada generación. Típicamente en la zona central, el primer vuelo fuerte ocurre entrada la primavera, el segundo a mediados de verano y un tercero a fines de verano.

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Paso 10: Mantener las trampas en buen estado

Para que las trampas sigan funcionando eficientemente, es necesario darles mantenimiento periódico. Cada vez que revise una trampa, aproveche de limpiarla: retire cuidadosamente las polillas capturadas y otros insectos no objetivo que puedan estar pegados, especialmente si son muchos.

Si la lámina adhesiva está muy llena, sucia o pierde pegajosidad, cámbiela por una nueva de repuesto. De igual manera, en trampas de agua, remueva los insectos flotantes y reponga agua fresca con el aditivo necesario.

Como ya se indicó en pasos previos, reemplace los difusores de feromona puntualmente según su duración. Una feromona agotada hará que la trampa deje de atraer machos, dando una falsa impresión de baja población. Apéguese a la frecuencia de cambio recomendada (aprox. 6-8 semanas) e incluso algo antes en verano caluroso.

Por último, integre el uso de trampas de feromonas dentro del manejo integrado del huerto y cumpla con las normativas locales. En Chile, la polilla del racimo está bajo control oficial obligatorio, lo que implica que debe haber monitoreo con trampas en los huertos y, dependiendo de la zona y nivel de infestación, el SAG puede exigir medidas adicionales.

Conclusión: Protegiendo su viñedo de manera efectiva

La instalación correcta y el mantenimiento adecuado de trampas de feromonas constituyen una estrategia fundamental para combatir la Lobesia botrana en los viñedos chilenos. Al seguir estos 10 pasos detallados, los productores pueden establecer un sistema de monitoreo eficaz que sirva tanto para detectar tempranamente la presencia de esta devastadora plaga como para contribuir a su control mediante trampeo masivo.

Recordemos que la polilla del racimo representa una amenaza seria para la industria vitivinícola nacional, con potencial para generar pérdidas económicas significativas y restricciones en mercados de exportación. Por ello, la vigilancia constante y el manejo proactivo son imprescindibles.

El éxito en el control de la Lobesia botrana radica en la implementación de un enfoque de manejo integrado donde las trampas de feromonas juegan un papel central, pero complementado con otras prácticas como la sanidad del cultivo, aplicaciones insecticidas oportunas y técnicas de confusión sexual cuando sea apropiado.

Al aplicar conscientemente los conocimientos compartidos en esta guía, adaptándolos a las condiciones específicas de cada huerto y manteniendo una colaboración estrecha con las autoridades fitosanitarias, los productores estarán dando un paso decisivo para proteger la calidad de su producción y contribuir al esfuerzo nacional de contención de esta plaga cuarentenaria.

Fuentes: Las recomendaciones anteriores se basan en instructivos oficiales del SAG Chile, datos técnicos de fabricantes de feromonas, y experiencias locales de manejo de Lobesia botrana.

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