Por: Alistair Smith, Coordinador Internacional de Banana Link

Smith escribió recientemente un artículo de opinión sobre los precios del banano para The Grocer. A continuación reproducimos una versión extendida del artículo con permiso de autor.

"Suck it up, buttercup", una expresión utilizada en inglés, es otra forma de decir "lidia con ello!". Este fue el mensaje central de la gran mayoría de los miembros de la industria del banano en la reciente conferencia del Foro Mundial Bananero en Roma, que reunió a diversas partes interesadas de todo el mundo.

En un mundo en el que los precios de la fruta los fijan los supermercados al final de la cadena de suministros, el mensaje es que los precios que pagan a sus proveedores deben subir y que la era de los precios súper baratos del banano para los consumidores debe llegar a su fin.

La conclusión es que los precios al consumidor, y en consecuencia los precios pagados por caja a los productores de banano, no son sostenibles. Las cosas van a tener que cambiar. Los compradores al por menor van a tener que lidiar con ello.

Como señaló al foro el Director General de una empresa comercializadora norteamericana: "Las naranjas y los bananos tenían prácticamente el mismo precio por libra en 1980. Hoy en día, los precios al por menor del banano en EE.UU. se han más que duplicado, mientras que los de la naranja se han cuadruplicado. Si los precios de los bananos hubieran seguido la misma senda inflacionista que los de las naranjas, se venderían a $1,26 dólares la libra (2,18 libras el kilo). En cambio, en enero de 2024 estaban a $0,61/libra".

"Los precios del banano subirán con las temperaturas"

Esto no es un llamado a la buena ética de los grandes compradores, sino que puede tomarse como una advertencia de que si no se prevén subidas de precios, éstas se impondrán. Como informó la BBC durante la conferencia del Foro Mundial Bananero, por ejemplo, los expertos predicen que el aumento de las temperaturas hará inviable la producción de bananosde exportación en muchos de los orígenes actuales. Mientras tanto, es muy probable que el aumento de las temperaturas provoque una menor producción y, por tanto, un aumento de los precios.

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En cualquier caso, vender bananos demasiado baratos no tiene sentido desde el punto de vista económico. Los cultivadores se ven cada vez más presionados entre las exigencias de normas sociales y medioambientales cada vez más estrictas, por un lado, y unos precios que no reflejan los costos de una producción sostenible. Si se permite que esta dinámica continúe, acabará derrumbando todo el comercio del banano. Los pequeños productores - el canario en la mina de carbón de la industria - ya se están quedando por el camino en masa. Como advertía el calipso caribeño, es posible que los consumidores tengan que leer "¡Sí, no tenemos bananos!" en las estanterías vacías.

Presión por salarios dignos está forzando la situación

A medida que los minoristas europeos se organizan para empezar a contabilizar el costo de garantizar el pago de salarios dignos a todos los que trabajan al principio de las cadenas de suministro del banano, por fin se está haciendo evidente que los precios deben incluir el costo de contar con salarios dignos para todos los involucrados en la industria.

Las implicaciones de establecer un trabajo y unos ingresos dignos para los trabajadores del banano no sólo mejorarán la vida de los trabajadores y de sus familias, sino que influirán en cuestiones globales más amplias.

Como declaró en Roma un líder de los trabajadores de América Central: "Los bajos ingresos de los trabajadores de las plantaciones están directamente relacionados con los bajos precios por caja. La emigración masiva a Estados Unidos y España está provocada por la falta de oportunidades económicas en los países productores de bananas."

En una declaración conjunta previa al Foro, productores de América Latina, África y el Caribe pidieron que se establecieran precios mínimos de comercio justo como base para la fijación de precios en el futuro. En Roma se expresó un claro consenso en que para negociar y pagar salarios dignos, los productores necesitan precios dignos.

La compra responsable significa negociar precios que reconozcan y tengan en cuenta las inversiones sociales, económicas y medioambientales que los productores deben hacer, y que se espera que hagan cada vez más. En cuanto a la cuestión de cubrir mejores salarios para todos, simplemente no será sostenible hacer contribuciones a los pagos de primas durante unos años mientras se siguen pagando precios insosteniblemente bajos.

Como dijo una multinacional "Los minoristas deben reevaluar los precios, y los compradores y el equipo de RSE deben estar en la misma página. Los compradores deberían verse incentivados por el éxito de la aplicación del salario digno. No podemos tener a los compradores y a los equipos de RSE incentivados con tareas opuestas".

Entonces, ¿cuál es el verdadero precio del banano?

Los salarios dignos para los trabajadores son sólo uno de los costos de la producción sostenible que el actual modelo de precios no cubre. Para que los sistemas de producción del banano sean resistentes al clima y a las enfermedades y no sean tóxicos para las personas y el medio ambiente, la industria va a tener que pagar un precio que permita a los productores invertir en el desarrollo de diferentes variedades y sistemas de producción, como los métodos de cultivo agroecológicos o regenerativos.

Cuando el precio que se paga por el banano se mantiene artificialmente bajo, se acumulan las deudas sociales y medioambientales: puede tratarse de un repunte del trabajo precario (aumento del uso de trabajadores a tiempo parcial o eventuales, dependencia de terceros contratistas, explotación de trabajadores inmigrantes indocumentados), de una creciente hostilidad hacia el derecho de los trabajadores a organizarse de forma independiente, o del daño causado al medio ambiente cuando la tierra y el agua quedan contaminadas con metales pesados. Las repercusiones siguen extendiéndose, afectando a la salud y el bienestar de las familias y los hijos de los trabajadores, así como a las comunidades en las que viven.

El único estudio serio sobre los "precios reales" sitúa los costos reales del banano, incluidos los costos sociales y ecológicos no pagados, entre el 50% y el 100% de lo que se paga actualmente a los grandes cultivadores convencionales.

El representante de los cultivadores africanos lo expresó así: "'Precio real significa [que] incluye todas las externalidades. Necesitamos adoptar una visión a largo plazo que pueda costear trabajo digno, adaptación al clima, desarrollo de nuevas variedades y transiciones agroecológicas".

Algunos minoristas escuchan y marcan el camino

A raíz de la prensa negativa sobre la fijación de precios, Aldi ha abandonado el sistema basado en licitaciones y ha puesto en marcha un nuevo enfoque con la colaboración entre los equipos de compras y sostenibilidad y la consulta a los socios. Esto incluye un compromiso a largo plazo con las relaciones de compra. Tesco y, más recientemente, Sainsbury's también han desarrollado relaciones a largo plazo con los productores.

El enfoque de "responsabilidad compartida" de Aldi South incluye actualizaciones más frecuentes de los precios para reflejar costss de la producción sostenibles, utilizando los cambios en los precios mínimos del comercio justo como base para la toma de decisiones. Su representante hizo un llamado a los demás: "La legislación aún no cubre las prácticas de compra responsable, pero queremos servir de modelo a otros minoristas y animarles a seguir este enfoque de responsabilidad compartida".

El representante de Tesco afirmó que "los contratos a largo plazo son el elemento básico de las prácticas de abastecimiento responsable". Propuso que el Foro determine un valor de referencia para establecer un costo de producción sostenible.

Alistair Smith, coordinador internacional de Banana Link, también destacó el papel de los supermercados en la educación de los consumidores, que deben estar preparados para pagar precios más altos por su fruta favorita:

"Durante demasiado tiempo, los supermercados de la mayoría de los países sólo se han comunicado sobre el precio cuando hablaban con los consumidores sobre banano fresco. Ya no debería ser posible responder a las demandas de los consumidores de comercio justo, salarios dignos y agricultura sostenible manteniendo los precios de compra tan bajos como están y sin decir nada sobre todos los demás factores".