Hace algunos días Chile firmó un protocolo aduanero para poder exportar almendras sin cáscara a China. Actualmente existen en Chile alrededor de 8.700 hectáreas de almendros concentradas en la zona central del país, principalmente en la Región de O’Higgins con un 38% y Metropolitana con un 36%.

Para conocer las implicancias y la proyección del cultivo, conversamos con el presidente de ChileAlmonds, Sebastián Valdés Lutz, quien analizó la relevancia del acuerdo comercial con China.

¿Cómo define el acuerdo de exportación de almendras con China?

La apertura de China como mercado para la almendra chilena es simplemente muy buena. China importa alrededor de 100 mil toneladas de almendra en promedio todos los años, siendo uno de los principales destinos California, el cual es el mayor productor y exportador de almendra del mundo.

Actualmente, ¿Cuántas hectáreas se cultivan en Chile de Almendras?

Hoy Chile tiene cerca de 8.700 hectáreas plantadas, 7.700 de ellas en producción.

¿Cuál es la producción promedio en Chile?

La producción promedio de Chile oscila en torno a las 12 mil toneladas.

¿Cuál fue el volumen exportado en la campaña anterior?

En la temporada 2023 - 2024 se exportaron 7.711 toneladas en base pepa, sólo 36 toneladas más que la temporada 2022 - 2023. Los tres principales mercados fueron Rusia, con 2.059 toneladas, Argentina, con 1.883 toneladas, y Ecuador, con 976 toneladas.

A tu juicio, ¿Qué potencial tiene el mercado chino?

Hay que poner este acuerdo en contexto. Chile representa menos del 1% de la producción mundial de almendra, pero ha sido capaz de generar un producto muy atractivo para el mercado. Chile cuenta con buenas variedades, y es capaz de entregar almendras con muy baja presencia de insecto y bajo daño mecánico, ambos problemas recurrentes en California, que es el referente de mercado. Por este diferencial de calidad, Chile cobra alrededor de un 20% más de precio que California, y obviamente sus clientes son aquellos que valoran un producto mejor.

El mercado de China es en general un mercado de precio, pero existen nichos muy atractivos dispuestos a pagar por calidad, especialmente aquellos clientes que están buscando sabor, textura y apariencia para snacks. Esos son los nichos para los cuales la almendra chilena puede ser muy atractiva.

¿Cuándo se realizarán los primeros envíos?

Desconozco los plazos de implementación de los protocolos aprobados, pero con seguridad hacia la segunda parte de la temporada.

¿Qué características solicitan los chinos en almendras?

No solicitan características especiales. Las variedades que más demandan son las mismas que tenemos nosotros plantadas, y su mayor proveedor, California, maneja protocolos de calidad incluso inferiores a los que manejamos en Chile.

El acceso al nuevo mercado, ¿Podría impulsar el crecimiento en hectáreas?

Por supuesto que sí. El mercado chino es diez veces la producción chilena actual, por lo que, de desarrollarse una buena relación comercial, similar a lo que tenemos con Rusia o Argentina, eso demandará nuevas plantaciones, sin duda.

¿Cuál es el precio proyectado que podrían tener las almendras chilenas?

El precio internacional de la almendra está determinado más por la oferta californiana que por cualquier otro factor. El precio de la almendra chilena está indexado al precio internacional, pero con un margen adicional de 20% en promedio, dependiendo del calibre.

¿Podría cambiar ese margen adicional la apertura de China?

Podría, en un comienzo, de mantenerse nuestra oferta y existir esos nichos en China que demanden almendra de mejor calidad.

Desde su perspectiva ¿Chile se podría convertir en un referente del cultivo a largo plazo?

No, no veo a Chile teniendo un rol dentro de los grandes productores mundiales de almendra. Chile representa menos del 1% de la producción mundial, y para transformarse en referente extensas zonas del país deben convertirse en almendreras.

Lamentablemente nuestra zona para producir almendra está acotada hacia el norte por la ausencia de agua, hacia el sur por las heladas en floración, y en el centro por la fuerte competencia con otras especies igual o más rentables. Si China se vuelve un mercado amante de la calidad de Chile ciertamente ello sería un factor que cambiaría el curso de la industria, pero eso es algo que hoy entraría en el área de la mera especulación.

¿Cuáles son los desafíos que deben afrontar los productores?

La almendra es una especie que es atractiva porque es altamente mecanizable, su oferta está dominada mundialmente por países muy serios (Estados Unidos, Australia y España), los que mantienen el precio a niveles relativamente razonables, y promocionan constantemente el consumo de la almendra para que la demanda se vaya incrementando constantemente en el tiempo.

Nuestros productores tienen el desafío de ser más competitivos que esa competencia internacional para ser viables económicamente en el largo plazo, y esto se logra con productividades superiores a 2.000 kilos por hectárea (idealmente sobre 2.400 kilos por hectárea) y costos bajo US$7.000 por hectárea, manteniendo la calidad que hasta ahora se nos reconoce.

¿Qué mensaje le envías a la industria respecto al ingreso del mercado chino?

La entrada a China es un nuevo desafío que tenemos para nuestra industria almendrera. Por el tamaño del mercado, y al igual que lo que ocurre en Rusia, el trabajar juntos será esencial, puesto que el gran problema que tenemos como oferentes es llegar a las escalas que los grandes clientes demandan en los mercados de destino. Dos o tres clientes pueden consumir toda la cosecha chilena en un calibre determinado, o en una variedad determinada, y trabajando separadamente simplemente llevaremos esos negocios a otro origen. Somos muy pocos como para actuar como islas, y si queremos aprovechar las bondades de nuestro producto, debemos trabajar en conjunto.

El trabajo en China no será un trabajo de masas, sino un trabajo de nichos, que es algo distinto a lo que Chile ha hecho antes. Buscaremos a aquellos que nos estaban buscando. A aquellos que no encontraban en el mercado una almendra como la chilena. Más entera, más crujiente, más sabrosa.