Para conocer más detalles de la investigación, Portalfruticola.com conversó con el investigador de INIA Quilamapu y coordinador del proyecto, Jorge Retamal, quien explicó que el proyecto surge debido a que los productores de la zona de Ñuble están teniendo bastante problema, debido a la baja rentabilidad de los huertos.

“En la región tenemos la mayor superficie de arándanos y existe una gran cantidad de productores con el frutal en producción, con un 40% de la superficie total regional. Y el arándano es el frutal que más tasa de disminución de superficie ha tenido. De esta manera buscamos que los productores tengan alternativas para diversificar su matriz productiva. Además, las nuevas especies deben ser resilientes al cambio climático” indicó Retamal.

Macadamia

Uno de los frutales que se encuentra en investigación es la macadamia, al respecto el investigador comentó que existen variedades no son tolerantes al frío. “Hace 40 años introdujimos estas especies en semillas, las cuales traían una gran variabilidad genética y en el fondo se generaron cruzamientos naturales. Actualmente las plantas que están vivas fueron las que toleraron las condiciones climáticas”.

Añadió que las plantas se adaptaron a las condiciones de secano interior, específicamente a las condiciones de climática extremas de altas temperaturas y baja disponibilidad en recursos hídrico.

Pistacho

Respecto al pistacho, Retamal explicó que el cultivo se introdujo en Chile hace 40 años, y en ese entonces el material genético disponible demandaba muchas horas de calor y actualmente existen variedades con un menor requerimiento de temperaturas.

“Estamos apostando a utilizar el material vegetal que tenemos respecto a portainjertos polinizaste e introducir nuevas variedades con una menor demanda de horas de calor. Otra limitante, que hemos enfrentado es que uno de los portainjertos más utilizados en Estados Unidos se restringe la venta a nivel mundial. Ya que primero abastecen a sus productores y lo que les sobra se lo entregan a los distintos productores de otros países”.

Potencial agroexportador

El investigador fue muy enfático en indicar que quiere ser bien cauto con el proyecto,  pero mencionó que “la macadamia está dentro de los ocho frutos secos con mayor consumo a nivel mundial, las ventas son 4,6 billones de dólares a nivel mundial, por lo tanto, no es un fruto de bajo consumo”.

Agregó que hoy día se están dando ciertas condiciones que indican que Chile podría llegar a ser un país productores y exportadores tanto en pistachos, macadamia y aumentar el volumen de exportación de la castaña.

En cuando al calafate, explicó que la investigación apunta a empresas farmacéuticas locales “y a futuro si es que logramos mejorar ciertas características, a lo mejor también exportar, pero el procesado de la fruta”.

Proyección

El coordinador del proyecto señaló que la investigación busca potenciar la fruticultura nacional y darles alternativas a productores más resilientes a las condiciones medio ambientales extremas. “Porque actualmente uno de los principales problemas de la fruta fresca, es que tenemos condiciones climáticas extremas en los periodos susceptibles y eso nos va a bajar el potencial productivo, durante el desarrollo de la fruta, eso genera una baja en la calidad”.

Además, explicó que, si se obtienen buenos resultados, buscan poder extrapolar la investigación a la región del Maule y Biobío. “Primero queremos validar manejos agronómicos con especies que nosotros ya conocíamos, por lo tanto, lo que nosotros buscamos es poder posicionar esta especie en la región y darle la tranquilidad a los agricultores, que estas especies pueden ser productivas”.

Retamal indicó que el proyecto contempla un impacto a más de 1.000 agricultores en forma directa, “donde vamos a establecer más de 100 parcelas demostrativas a nivel regional, donde nosotros les vamos a entregar las plantas y ellos van a componer el resto de la inversión. El proyecto tiene dos etapas, una que contempla tres años y luego tres años más, porque como todos los frutales no empiezan a producir de inmediato y son proyectos a mediano y largo plazo, para poder entregar resultados concretos respecto a la productividad de cada una de las especies”.

Otro de los aspectos que resalta el investigador, tiene relación con la capacidad de potenciar y diversificar la matriz productiva, entregando nuevas alternativas a los agricultores, “tiene un componente sumamente potente desde el punto de vista de dejar capacidades instaladas, no solamente de profesionales, sino que también a los agricultores. Ya que incluye capacitación permanente y asistencia técnica a estos mil agricultores”.

También se va a entregar un postítulo a 100 profesionales de la región, para que las capacidades de profesionales queden instaladas en la zona, cosa que el proyecto pueda seguir después de que se acabe con el capital humano en la región.

Agregó “nosotros contemplamos mostrarles la realidad de estas especies a los agricultores, llevándolo a los países que son potenciales a nivel mundial. El proyecto es transversal, busca darles alternativas productivas a los pequeños, medianos y grandes productores”.