La higuera se podría decir que es como una planta bíblica, muy antigua. Sus frutos son conocidos, dulces y de gusto general. ¿Cuál es la razón? Es una planta robusta, que se adapta bien a condiciones adversas, por lo mismo es un árbol fácil, de doble floración y cosecha prolongada. Antiguamente, muchas casas tenían una o varias higueras y en las de campo es un infaltable.

Actualmente los huertos comerciales de higueras prácticamente son inexistentes, debido a su prolongado tiempo de cosecha y poca duración de sus frutos. Efectivamente, los higos son muy perecibles, representando esto una dificultad para muchos agricultores.

Sin embargo, para pequeños productores esta es una fruta ideal, puesto que sus precios de comercialización son elevados y existe la alternativa de su deshidratación y utilización en repostería, como los famosos panes de higos con nueces, muy populares en España.

Esto llevó a Martín Wielandt, agricultor de Melipilla, a apostar por el higo. “Una buena manera de rentabilizar una pequeña porción de tierra es plantando higueras. Adicionalmente, debo decir que los higos no los roban”, asegura.

Doble Valle nace en el 2011. Durante el 2023 produjo 90.000 kilos de higos, de estos 75.000 se comercializaron en fresco y 15.000 se destinaron a deshidratados, lo que constituye un 15% de la producción, aproximadamente. “Es importante destacar, que existe un mercado internacional de deshidratados en que Chile no participa. Está inexplorado”, asevera Martín Wielandt.

Desde que comenzó la producción comercial, hace 4 años, los volúmenes de Doble Valle se han duplicado. Se han abierto nuevos canales de comercialización y también nuevas líneas de negocios. Además de los higos frescos están los deshidratados  y, de manera destacada, el café de higo que tiene gran potencial.

“Nuestra expectativa es popularizar el consumo de higo, que pase de ser una fruta exótica a una fruta de consumo masivo. Esperamos que crezcan los productores de higos y con ello aumente su consumo. En cuanto a los deshidratados, nosotros producimos café de higo, un producto muy antiguo y popular en los campos chilenos. Este es el típico producto que tiene un potencial de crecimiento infinito. Por su rico sabor, por su sanidad y naturalidad, y también por sus bajos costos de comercialización. La masificación de este producto representa una tremenda oportunidad para los empresarios de alimentos”, señala.

Además están trabajando en producción de plantas, tanto para crecimiento interno como para comercializar a nuevos productores, con capacidad para producir sobre 20.000 plantas al año. Ha vendido plantas para la tercera, cuarta y quinta regiones; Freirina, Huentelauquén, Santo Domingo y La Calera.

Resistente al cambio climático y potencial industrial

Lo que se ha visto es que plantaciones con tratamientos de riego inferiores a lo normal para un frutal comercial, no han demostrado diferencias significativas en la cantidad de frutos. Evidentemente se puede afectar el calibre específico de algunos frutos, sin embargo, a nivel general, la producción no se afecta.

“Por el contrario, lo que he observado en sectores de mi huerto que han recibido menos riego, es que los árboles han generado mayor cantidad de frutos. También he podido observar, en casas de campo abandonadas, antiguos árboles de higueras que sobreviven año tras año sin ser regadas y mantienen su productividad”, explica Martín Wielandt.

La higuera florece 2 veces al año, en diciembre y enero produce brevas (primera floración) y en marzo, abril y mayo produce higos (segunda floración). Las brevas se dan en las ramas de años anteriores, los higos se producen en las ramillas del año. Esto significa que cuando se realiza la poda de invierno, se botan o eliminan las brevas incubadas en las ramas antiguas. Por otra parte, al eliminar las ramas antiguas se rejuvenece el árbol y estimula el brote de las ramillas del año, que vendrán cargadas de higos.

Por este motivo, las higueras que no se podan, serán ricas en brevas. Si se hace una poda severa, se estará orientando la producción hacia los higos. Con una poda intermedia, dejando ramas antiguas, se producirán brevas y también crecerán nuevos brotes desde donde se cosecharán higos.

La breva y el higo son frutos escasos, caros y de mucha demanda. Las actuales condiciones hídricas y buen clima mediterráneo hacen de las zonas entre Angol y Arica lugares de plantación ideal. Además, son frutos con gran potencial industrial.