¿Qué necesita la industria del arándano en el manejo de cosecha y postcosecha?

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¿Qué necesita la industria del arándano en el manejo de cosecha y postcosecha?

Este 30 de marzo, a las 9 horas, en el auditorio de INIA Raihuén, ubicado en Avda. Esperanza s/n, Estación Villa Alegre, Ruta 5 km 284, Villa Alegre, Región del Maule, se reunirá el sector agrícola y la industria del arándano,  para el lanzamiento de un gran trabajo investigativo que se consolida en un libro del equipo del laboratorio de postcosecha de INIA La Platina, llamado Calidad en arándanos: bases fisiológicas y tecnológicas para el manejo de cosecha y postcosecha, y que tiene como propósito de esta publicación de ayudar a la mejorar ayudará a mejorar la calidad de esta fruta.

Esta presentación es convocada por Bruno Defilippi, Director de INIA La Platina, junto a Andrés Amstrong, Director Ejecutivo del Comité de Arándanos de la Asociación de Exportadores de Frutas (ASOEX) y tiene un carácter gratuito (cupos limitados ) y para asistir debes registrarte aquí


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Desafíos de la comercialización y la reducción de pérdidas

La publicación corresponde al trabajo realizado en el proyecto Paquete Tecnológico para el Manejo de Cosecha y Postcosecha de Nuevas Variedades de Recambio de Arándanos, financiado por el Programa Tecnológico para la Fruticultura de Exportación (Código PTEC FS 66641) de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).

Bruno Defilippi, director de INIA La Platina, explica a PortalFrutícola.com detalles de la labor realizada y en donde muchos actores del sector académico, de la industria, del estado y la empresa privada contribuyen a su desarrollo.

¿Cuál es el aporte de este trabajo?

Este libro-boletín, publicado por INIA La Platina, entrega información actualizada en manejo de postcosecha de arándano a un amplio grupo de actores en el área, como productores, exportadores, proveedores de insumo, consultores e incluso, aportando en el ámbito de la academia a profesores y estudiantes. El contenido de esta publicación fue pensado para dar las bases necesarias para desarrollar o aplicar una tecnología o procedimiento que permita la extensión de la vida útil de arándanos a mercados de destino.

¿Cómo o a través de qué metodología conocieron lo que la industria del arándano necesita en cuanto a desarrollo y manejo de este cultivo?

Lo principal fue trabajar en un proyecto, en el cual participó directamente la industria del arándano, a través del Comité de Arándanos (ASOEX), y en colaboración con instituciones de investigación como INIA y la Universidad de Concepción. Esto permitió desde un inicio priorizar las necesidades de investigación en el rubro de arándano para poder llegar a la generación de paquetes tecnológicos de manejo de pre y postcosecha.

¿Cuáles son las claves que entrega esta investigación para reducir las pérdidas en una producción de arándanos?

Las claves están cubiertas en siete capítulos que consideran las etapas cruciales para la reducción de pérdidas y mantención de la calidad y condición de la fruta. Entre las claves destacaría el gran aporte del grupo de INIA en proponer un índice de cosecha que permita cosechar fruta con potencial viajero para mercados distantes.

Está claro que el cosechar sólo con el desarrollo de externo no es una opción para producir fruta de calidad, independiente de la variedad o condición de cultivo. Otros aportes se orientan a la optimización de las tecnologías de postcosecha que ofrece la industria, y a la identificación de puntos críticos en la logística de cosecha y proceso, entre otras.

¿Qué características específicas tiene un arándano de calidad para una comercialización exitosa?

Lo principal, sin dudas, es partir con una buena precosecha que garantice el potencial de postcosecha que tenga la variedad seleccionada. Esto se logra con la elección de la variedad adecuada para la zona productiva, hasta la realización de los manejos culturales como riego, nutrición y control de enfermedades. Luego, a través de una cosecha en momento óptimo y con la selección de las tecnologías adecuadas, debemos tener una fruta que sea firme a destino, y con el balance adecuado de sabor de acuerdo a lo exigido por el consumidor. A esto se suman la necesidad de lograr un calibre o tamaño de fruta a cosecha, y en todo momento no debemos tener presencia de pudriciones. Al conjunto de estos requerimientos o características se le llama la calidad global del arándano. Y justamente, en este boletín, se seleccionaron las temáticas que contribuyan a tener calidad global para nuestra fruta.

¿Es necesario un recambio de variedades, cuáles serían aquellas o cuáles son las características que un productor tiene que considerar?

La producción de arándano en Chile estuvo basada por años en un pool limitado de variedades, y dentro de este pool, sólo 3 a 4 variedades representaban el 80 % de lo producido y exportado. Con el aumento de la demanda por esta fruta por mercados distantes, como Europa y Asia, junto con la diversificación de las zonas productoras, fue necesario contar con variedades que cumplieran con adaptarse a zonas productivas específicas junto a necesidad de contar con variedades viajeras, es decir, que pudieran llegar a estos nuevos mercados.

Por lo tanto, en Chile como en otros países productores, actualmente existe un gran dinamismo por el recambio de variedades, donde el objetivo es buscar tanto características de precosecha (adaptabilidad, producción) como de postcosecha. Entre estas últimas destacan la necesidad de contar con variedades de fruta firme, con calibre y con sabor balanceado. Y siempre pensando en un potencial de larga vida de postcosecha, ya que las tecnologías por si solas no son suficientes para lograr el objetivo de llegar con fruta de calidad.

¿Cuáles son los desafíos en cosecha y postcosecha para la industria del arándano?

Creo que los principales desafíos apuntan a que debemos ser proveedores de un producto de gran calidad global, y que sea consistente durante todo el periodo de oferta que tiene Chile, y ojalá consistente entre temporadas. Recordar que tenemos países competidores con un crecimiento muy fuerte y con buena calidad. Por lo tanto, como país debemos optimizar todos nuestros procesos desde la precosecha a la postcosecha. Entre éstos, destaco la necesidad de utilizar a la cosecha un índice de cosecha que no sólo asegure una buena calidad, sino que puede ser un predictor del potencial de postcosecha.

Por otro lado, optimizar el uso de las tecnologías disponibles (¡que son muchas!), incluyendo la etapa de logística apuntando a reducir los tiempos de cosecha a despacho, y los días de tránsito. Y, finalmente, recordar que la calidad del arándano se hace en la precosecha, donde, por ejemplo, el control adecuado de las pudriciones es un deber para evitar problemas mayores en la etapa de envío a destino.

¿Este trabajo fue realizado con un amplio equipo y con múltiples actores, cuál es la valoración de esto y cuáles son los próximos pasos en esta área de estudio?

Como lo mencioné, este trabajo deriva de la coordinación entre el estado, la industria del arándano y los centros de investigación y academia. Esto permite jerarquizar los desafíos, y buscar por otro lado las instituciones que tengan los profesionales en cada área del conocimiento. Esta interacción permite además que haya un traspaso del conocimiento en forma continua a productores y exportadores, lo que genera además la retroalimentación para llegar a productos de calidad, como el boletín que estamos lanzando como INIA. Hay varias temáticas en esta área de estudio, que incluyen la introducción/evaluación de nuevas variedades, la respuesta del arándano frente a fenómenos climáticos (sequía, golpes de calor) y el desarrollo de tecnologías de postcosecha más sostenibles de acuerdo a la demanda de los consumidores, entre otras.

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