Índice de precios de los alimentos de la FAO continúa descendiendo

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Índice de precios de los alimentos de la FAO continúa descendiendo

 El índice de precios de los alimentos de la FAO* se situó en un promedio de 131,2 puntos en enero de 2023, esto es, 1,1 puntos (un 0,8 %) menos que en diciembre, descendiendo así por 10.º mes consecutivo. Con este último descenso, el índice ha disminuido 28,6 puntos (un 17,9 %) respecto del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022. La caída del índice en enero obedeció al descenso de los índices de precios de los aceites vegetales, los productos lácteos y el azúcar, mientras que los de los cereales y la carne se mantuvieron prácticamente estables.

 El índice de precios de los cereales de la FAO registró en enero un promedio de 147,4 puntos, lo que supone una ligera subida (del 0,1 %) desde diciembre y 6,7 puntos (un 4,8 %) más que hace un año. En cuanto a los cereales principales, en enero subieron los precios mundiales del arroz y el maíz, mientras que disminuyeron los de la cebada y el trigo. Los precios internacionales del arroz aumentaron un 6,2 % respecto del mes anterior, influenciados por una mayor escasez de disponibilidades, una fuerte demanda local en algunos países exportadores asiáticos y las variaciones de los tipos de cambio.

Los precios mundiales del maíz también aumentaron, aunque muy ligeramente (un 0,5 %), fundamentalmente a causa de una fuerte demanda de exportaciones del Brasil y la preocupación por las condiciones secas en la Argentina, lo que compensó una tendencia a la baja de los precios de exportación de los Estados Unidos de América ante la ralentización de las ventas.

En lo que respecta a otros cereales secundarios, los precios mundiales del sorgo aumentaron ligeramente (un 0,9 %), principalmente debido a la fortaleza de los mercados de maíz y a la disminución de la producción en los Estados Unidos de América, principal exportador mundial, mientras que el descenso de los precios de la cebada (un 1,0 %) fue un efecto derivado de la situación del mercado mundial del trigo. Por otra parte, los precios internacionales del trigo disminuyeron en enero por tercer mes consecutivo, un 2,5 %, al aumentar los suministros mundiales a consecuencia de una producción mayor de lo previsto anteriormente en Australia y la Federación de Rusia.

El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en enero en un promedio de 140,4 puntos, esto es, 4,2 puntos (un 2,9 %) menos que el mes anterior, ubicándose cerca de un 25 % por debajo del nivel de hace un año. El descenso obedeció a la disminución de los precios mundiales de los aceites de palma, soja, girasol y colza.

En enero, los precios internacionales del aceite de palma cayeron por segundo mes consecutivo, en gran medida deprimidos por la atonía de la demanda mundial de importaciones habida cuenta de que los principales importadores repusieron sus reservas durante los últimos meses.

Las cotizaciones mundiales del aceite de soja también registraron una caída moderada, ligada a la apatía de la demanda de importaciones a raíz de la escasa competitividad de los precios en comparación con los de otros aceites vegetales, así como a causa de la mejora de las condiciones atmosféricas en la Argentina últimamente, que hizo que mejoraran las perspectivas de producción. En el caso de los aceites de girasol y colza, los precios internacionales disminuyeron como resultado de los abundantes suministros para la exportación en todo el mundo.

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró en enero un promedio de 136,2 puntos, lo que supone un descenso de 2,0 puntos (un 1,4 %) desde diciembre y su valor más bajo en 12 meses. El descenso de enero obedeció a la bajada de los precios internacionales de la mantequilla y las leches en polvo.

Los precios mundiales de la mantequilla disminuyeron por séptimo mes consecutivo, a consecuencia de la atonía de la demanda de importación de suministros a largo plazo a los precios prevalecientes, derivada de las expectativas del mercado de que los precios siguieran disminuyendo y del aumento de los suministros procedentes de Oceanía.

Paralelamente, los precios internacionales de la leche entera en polvo descendieron a raíz del aligeramiento de la demanda de los principales importadores y del aumento de los suministros de Nueva Zelandia, pese al descenso estacional de la producción lechera. También disminuyeron los precios de la leche desnatada en polvo, sobre todo debido a la apatía de la demanda mundial. Por el contrario, los precios mundiales del queso subieron ligeramente, impulsados por la recuperación de los servicios alimentarios y las ventas al por menor en Europa occidental, tras las festividades de Año Nuevo, y por las fluctuaciones cambiarias.

El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en enero en un promedio de 113,6 puntos, lo que supone una ligera disminución (de 0,1 puntos y un 0,1 %) respecto de diciembre, con lo que continuó su descenso por séptimo mes consecutivo, pero aun así se mantuvo 1,5 puntos (un 1,3 %) por encima de su nivel de hace un año.

La bajada de los precios mundiales de las carnes de aves de corral, bovino y cerdo explica el descenso del índice en enero. Los precios mundiales de la carne de aves de corral siguieron disminuyendo debido a que las disponibilidades exportables a escala mundial procedentes de los principales proveedores siguieron siendo superiores a la demanda de importaciones, pese a los brotes generalizados de gripe aviar.

Por otra parte, los precios de la carne de cerdo disminuyeron ligeramente a causa de la abundante oferta de cerdos de matanza, especialmente en el Brasil y en los Estados Unidos de América, y debido a que las importaciones de China previas a la Fiesta de la Primavera fueron menores de lo previsto. Del mismo modo, descendieron los precios internacionales de la carne de bovino, a raíz del aumento de la oferta de ganado listo para el sacrificio, principalmente en Oceanía. Por el contrario, los precios de la carne de ovino subieron a causa del aumento de la demanda de importaciones, a pesar del incremento de los volúmenes de matanza en Australia.

El índice de precios del azúcar de la FAO registró un promedio de 115,8 puntos en enero, es decir, 1,3 puntos (un 1,1 %) menos que en diciembre, lo que supone el primer descenso tras los acusados incrementos registrados en los dos meses anteriores. El descenso de enero de las cotizaciones internacionales del azúcar fue provocado fundamentalmente por la buena marcha de la cosecha en Tailandia y las condiciones atmosféricas favorables que beneficiaron el desarrollo de los cultivos de caña de azúcar en las principales zonas productoras del Brasil.

La preocupación por el menor rendimiento de los cultivos en la India, que podría afectar a las disponibilidades exportables, contuvo descensos más sustanciales de los precios del azúcar. Asimismo, el alza de los precios de la gasolina en el Brasil, que respaldó la demanda de etanol, y el fortalecimiento del real brasileño frente al dólar de los EE.UU. contribuyeron a limitar la presión a la baja sobre los precios mundiales del azúcar.

*A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados. En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.

Para acceder a las cotizaciones de referencia para la exportación de diversos productos alimenticios y a los precios nacionales al por menor y al por mayor de los alimentos, ver  la Herramienta de seguimiento y análisis de los precios alimentarios de la FAO.

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