Alerta de Cáncer Bacterial en Kiwis, ahora a cuidar los botones

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Alerta de Cáncer Bacterial en Kiwis, ahora a cuidar los botones

Por Héctor García O., Cofundador y Gerente Gral. Laboratorios Diagnofruit Ltda, Miembro SOCHIFIT y Mesa Fitosanitaria del Kiwi (Comité del Kiwi-ASOEX Chile)


Héctor García O.

Al menos 4 temporadas de primaveras secas y cálidas nos habían hecho olvidar lo grave, que eventualmente, puede transformarse el desarrollo de bacterias en nuestros huertos de kiwis y otras especies como carozos y nogales. La actual temporada nos presenta un desafío, con un clima fluctuante, heladas, lluvias y lloviznas, alta humedad matutina, temperaturas medias a altas durante el día, en la sumatoria estructuran las condiciones perfectas para el desarrollo de Pseudomonidos, grupo causante de la temida enfermedad conocida como “Cáncer o Cancro Bacteriano del Kiwi”.

La última semana de mayo de 2022 nos mostró una faceta poco común del cambio climático, considerando eventos anómalos muy poco probables. Fue en esa época cuando los termómetros marcaron varios grados bajo cero desde la noche hasta bien pasado el albor del siguiente día. Recuerdo, por asesorías, haber recorrido la Región de O’Higgins y realmente se debía manejar con cuidado por el hielo presente en la carretera, lo que era un pronóstico de lo que ocurría en los huertos, todo esto debido a una masa polar instalada en gran parte del territorio continental de nuestro país.

Los kiwis en esa época, en su mayor parte estaban cosechados, aunque aún ciertos sectores, más fríos, aún no completaban este proceso, debido a atrasos en madurez y lluvias; independiente de esto, es una etapa en que la planta presenta una alta actividad y está en pleno proceso de senescencia, movilizando nutrientes para dormir y esperar la próxima temporada, lo que la transforma en susceptible a ataques de ciertos patógenos. Si bien no vimos daños severos evidentes por la helada, por el tipo de tejidos de la fecha, es posible que hoy estemos viendo el resultado del fenómeno.

El periodo de postcosecha temprana en kiwis es altamente susceptible a ataques de Pseudomonas; Pseudomonas syringae pv. actinidiae (Psa), P. syringae pv. syringae (Pss), P. viridiflava se podrían presentar en abundancia y encontrar tejidos con heridas que facilitan la colonización, como en la inserción pedicelar del fruto cosechado o la cicatriz de caída de hojas, y si sumamos a esto fisuras en los tejidos causadas por las heladas, la posibilidad de que colonización de tejidos haya ocurrido con mayor éxito que otoños previos es alta. Si bien no tenemos certeza del nivel de ocurrencia de infecciones tarde en la temporada o la importancia de las heladas de inicio de otoño, es un antecedente que no debemos olvidar para generar manejos ad-hoc si nuevamente observamos el fenómeno en el futuro.

Primeros Avisos

Es común que el kiwi presente lo que llamamos el “lloro”, una vez que ha pasado la poda de invierno, se hace más agudo a medida que se acerca la primavera y su intensidad depende de la cantidad de agua en el suelo. La actual temporada fue más precoz y eventualmente intensa, debido a suelos húmedos, hasta ahí el proceso es normal, sin embargo, comenzamos a observar lloros rojos con facilidad (Figura 1), lo que no era un buen augurio, debido que estos signos se asocian a la  instalación de Psa, un invitado de piedra,  en nuestras plantas.

Figura 1. Cancros y lloros rojizos en plantas de kiwi en receso.

Primavera inestable

Según lo observado, existía la posibilidad cierta de que la bacteria siguiera avanzando y las plantas comenzaran a mostrar los primeros síntomas de primavera, cancros, yemas y botones atizonados podían ser la siguiente escena de la película. Una primavera a la “antigua”, húmeda, inestable, días templados seguidos de otros más frio, pequeñas lloviznas y heladas, establecieron las bases para una infección exitosa que hoy observamos desde el sur de la región de O’Higgins incluyendo gran parte de la Región del Maule, con acento en las zonas precordilleranas.

Daño observado a la fecha

Conteos de cargadores afectados, independiente del nivel de daño sobre estos, nos resultan en frecuencias que bordean el 30% en algunos huertos, lo que compromete la producción de la presente temporada debido a menor oferta de brotes, pero al mismo tiempo complica la de la siguiente temporada, ya que el desarrollo de madera de calidad se hace insuficiente, sobre todo en huertos seniles, afectados por enfermedades fungosas de madera, que abundan en Chile.

Es muy fácil encontrar cancros en la base del cargador, que luego resultan en brotes inexistentes, débiles o sin fruta (Figura 2). En recorridos junto a Cristian González, Técnico del Comité del Kiwi, observamos que cargadores de madera “peluda”, que fueron chupones la temporada pasada, muestran sintomatología grave frecuentemente en huertos afectados, con yemas completamente atizonadas, lo que se podría conectar con las heladas de mayo, debido a que este tipo de madera lignifica más tarde, de esta forma su mayor vigor impide que sea un proceso completamente eficiente transformándolas en un objetivo fácil para Psa.

Figura 2. a) Planta con escasa brotación debido a bacteriosis. b) Yema de kiwi atizonada. c) Cancro en la base de un cargador, que, si bien muestra brotación, ésta es irregular y deficiente en vigor.

Manejos Recomendados

  • Monitorear, es importante conocer la magnitud de ataque en el campo, de esto dependerá el tipo y la cantidad de manejos a programar (observar número de cargadores sintomáticos, yemas atizonadas por cuadrante, hojas con halos cloróticos y/o botones/flores atizonadas, estos últimos vigilar al menos dos veces por semana hasta finalizada la flor).Si existen dudas, enviar muestras a laboratorios para análisis e identificación.
  • Hoy debemos preocuparnos de los botones, si hay ataques en este nivel la producción disminuye de forma directa a través de flores atizonadas o por la calidad del fruto resultante. En situaciones de ataque severo, intercalar aplicaciones sobre las ya programadas; intervenir con antibióticos, procurando no acercarse a floración, uso de cobres (de preferencia sulfato de cobre pentahidratado) y en plena flor inclinarse por inundar el sistema con microrganismos antagonistas como Bacillus. Siempre considerar al menos 2 aplicaciones de controladores biológicos, la idea es intervenir el sistema de forma constante.
  • El uso de elicitores, como Acibenzolar-S-Metilo, se recomienda hasta prefloración en huertos de vigor medio a óptimo; en condiciones de huerto débil preferir derivados del quitosano entre otros activos de menor impacto.
  • Detener la fertilización nitrogenada hasta el evento crítico de floración, y luego preferir fuentes nítricas sobre las amoniacales; esta últimas, según estudios realizados en Europa recientemente, generan tejidos más susceptibles a Psa.
  • Las variedades de machos que utilizamos son más susceptibles a bacteriosis que Hayward (Figura 3a), por lo que la oferta de flores y por ende polen se podría ver más restringida de lo habitual (ver artículo), en estos casos es conveniente realizar catastros del estado de éstos y eventualmente suplementar con aplicaciones de polen para mejorar el desarrollo de frutos.
  • En el momento de poda de machos (cuando las temperaturas sean altas de forma estable, inicio verano) procurar eliminar cancros y cargadores afectados de plantas hembra, considerando medidas de profilaxis. La idea es que este material no llegue al próximo otoño y sea una fuente inóculo.
  • Pensando en la próxima temporada y la sustentabilidad a mediano plazo, la madera de calidad será escasa en aquellos huertos afectados, que además generalmente traen problemas de hongos de madera; se recomienda trabajar rebrotes de la zona baja desde ya, para asegurar la formación de nuevos brazos en el futuro (Figura 3b).

Figura 3. a) Planta macho totalmente afectada, sin brotación productiva. b) Rebrotes a considerar como material para renovación.

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