La mosquita blanca algodonosa, Aleurothrixus floccosus (Homoptera: Aleyrodidae), en ocasiones alcanza niveles de daño económico en los huertos frutales, principalmente cítricos. Los ataques más intensos ocurren cuando se aplica reiteradamente insecticidas organofosforados, carbamatos o piretroides. Éstos eliminan gran parte de los enemigos naturales, con lo cual generan un incremento de la población plaga.
Aleurothrixus floccosus (Hemiptera: Aleyrodidae).
Es un insecto fitófago que ataca preferentemente cítricos como naranjo, limonero, pomelo y lima. Se ha observado también en lúcumo y guayabo.
Se distribuye en Chile entre las regiones de Arica y Parinacota hasta la del Maule y es una plaga de importancia económica, especialmente en los sectores más cálidos.
Este insecto en su estado adulto tiene el cuerpo y alas cubiertos de una sustancia cerosa de color blanco. La hembra mide aproximadamente 1,1 mm, siendo el macho de un tamaño ligeramente menor.
El huevo tiene forma ovoidal alargado de 0,2 mm de largo, de color blanco y es dispuesto preferentemente en el envés de la hoja. Una vez eclosado, emerge una ninfa transparente de forma elíptica, aplanada, de 0,5 mm aproximadamente.
Los estados ninfales son cuatro y posteriormente emergen los adultos, tomando entre 50 y 60 días en completar el ciclo, dependiendo de la temperatura.
Las hojas, en el área donde se alimentan las ninfas, presentan una reducción de la capacidad fotosintética, producto de la mielecilla, fumagina y abundante lanosidad producida por ellas. Las manchas de mielecilla y fumagina pueden encontrarse también en los frutos.
En ataques intensos, se puede observar inhibición del crecimiento en ramillas, pérdida de vigor en la planta y reducción en su producción.
El monitoreo puede ser realizado durante todo el año, pero en especial entre primavera y otoño. Desde las hojas se debe registrar la presencia de la plaga y de sus enemigos naturales. Además, se recomienda muestrear brotes al azar, para determinar la presencia de adultos o huevos de la plaga.
Poner especial atención en orillas de camino, sectores altos de laderas u otros con historial de ataques intensos. Entre los manejos culturales se recomienda evitar excesivas fertilizaciones nitrogenadas o podas excesivas, con el fin de disminuir la generación de chupones o brotes innecesarios en periodos de abundancia de mosquita.
Los enemigos naturales asociados a esta plaga son los parasitoides de ninfas Cales noacki y Amitus spiniferus, pudiendo encontrarse también el hiperparásito Signiphora spp. Existen depredadores de ninfas de mosquita como son Allograpta pulchra, A. hortensis y Crysoperla spp.
Se recomienda como alternativa a los insecticidas tradicionales el uso de aceites minerales y detergentes agrícolas para controlar la plaga y mantener la fauna benéfica.
Los detergentes remueven los filamentos de cera en las ninfas y reducen la tensión superficial del agua, facilitando el desprendimiento de los adultos desde las plantas. El control mediante lavados con agua y detergente agrícola se recomienda ante el 10% o más de hojas con insectos vivos y en ausencia o baja presencia de enemigos naturales.
El lavado elimina los adultos, ninfas recién eclosionadas, parte de sus filamentos y mielecilla, facilitando la acción de los enemigos naturales. Los lavados deben repetirse cada 15 días en verano y mensualmente en primavera y otoño. Ha resultado efectiva la aplicación de aceite mineral al 0,5% utilizando equipo con pitón.
En ataques intensos, que comprometen más del 25% de las hojas con ninfas vivas, se sugiere seguir la aplicación del aceite, seguido de lavados con detergentes. Se recomienda evitar el uso de insecticidas poco selectivos o aplicaciones reiteradas de insecticidas, ya que eliminan los enemigos naturales y favorecen ataques posteriores más intensos.
Los insecticidas disponibles presentan eficacia moderada sobre la plaga, siendo los enemigos naturales los que la mantienen bajo control.
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