Por Julio Alegría, Gerente Comercial, Instacrops Chile
Julio Alegría.
Un sector tan tradicional como es el agrícola hoy tiene la necesidad de adaptarse e incorporar tecnología, para poder afrontar las consecuencias de la crisis climática, alimentaria y la escasez hídrica, sumado al alza sostenida de ítems básicos para el sector, como fertilizantes, energía y combustibles.
A eso se debe sumar la guerra en Ucrania, que ya supera las fronteras y afecta a todos los países. Como registra el índice mundial de la FAO, los precios de los alimentos alcanzan su nivel más alto desde 1990 y para 2022 se prevé que la inseguridad alimentaria mundial empeora, haciendo registrar hambrunas localizadas en distintas partes del mundo.
Hoy para la industria es más necesario que nunca incorporar la agricultura de precisión, y en esta línea la tecnología que desarrollamos en Instacrops, la cual permite monitorear parámetros claves de los campos en tiempo real, con el objetivo de optimizar el uso de recursos y maximizar el potencial productivo de cultivos y frutales.
A través de nuestros servicios de monitoreo de humedad del suelo y control y programación del sistema de riego, es posible determinar su frecuencia y calidad, ahorrando hasta un 35% de agua. No hay que olvidar que los sistemas de riego tecnificado necesitan para su funcionamiento energía eléctrica, por lo que un manejo eficiente de estos tiene un impacto directo en la estructura de costo y por ende en la rentabilidad.
A esto se suma nuestro nuevo formato de contratación de tecnología llamado PAaaS (Precision Agriculture as a Service), el cual consiste en una sola tarifa anual de bajo costo para el agricultor, que incluye el servicio completo de incorporación de tecnología en los campos y acompañamiento de nuestro equipo de expertos durante todo el proceso.
Un gel agrícola ecológico lleno de nematodos que protege los cultivos sin necesidad de pesticidas nocivos para el entorno.
Estos beneficios hacen de las cáscaras de limón un recurso valioso y multifuncional para el cuidado de rosales en un huerto urbano o jardín.
El cultivo de betarragas, también conocidas como remolachas, es una práctica hortícola valiosa por sus múltiples beneficios nutricionales.
