La biofumigación es la técnica de desinfección de suelos. Consiste en usar los gases que desprende la descomposición de residuos vegetales agregados al suelo, para disminuir la incidencia de plagas y enfermedades.
En particular las plagas de la familia Brassicaceae (repollo, brócoli, coliflor y rabanito) emiten gases que son tóxicos para gusanos del suelo hongos y malezas. Esta técnica se ha utilizado en el cultivo de tomate, berenjena, haba, etcétera.
Para aumentar la calidad de la biofumigación se puede agregar plástico arriba del terreno una vez triturado y agregado el repollo o coliflor dándole un extra con la solarización.
Esto se realiza de la siguiente manera: Después de haber incorporado el material picado de repollo a el cultivo de terreno se colocan mangueras de riego colocadas en su surco, después se coloca el plástico transparente en toda la superficie de siembra Incluyendo los callejones.
Se debe de regar 5 horas continuas por 2 días dejando los plásticos de 30 a 45 días tomando en cuenta que debemos de tener disponible la luz del sol al menos 6 horas del día esto para que nuestra solarización y biofumigación sean más eficaces.
Este dispositivo facilita una solución rápida y eficiente para transformar los residuos orgánicos.
El uso de cubierta vegetal temporal de leguminosas junto con la climatología, influyen en las cualidades aromáticas de los caldos.
Un cultivo aeropónico se logra con contenedores, donde las raíces están en oscuridad con una atmósfera saturada de humedad y fertirrigadas.