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La pandemia deja en cuarentena la aventura citrícola en la India

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La pandemia deja en cuarentena la aventura citrícola en la India

La pandemia y el encarecimiento de los fletes marítimos ha agudizado la dependencia europea del sector citrícola de la Comunidad Valenciana, alejando la posibilidad de diversificar destinos más allá de la Unión Europea para poder esquivar la creciente competencia de países terceros.

Uno de los efectos que deja la pandemia en el sector agrícola es que en la presente temporada no se repetirá la aventura citrícola en la India. En este sentido, cabe recordar que durante la pasada campaña nueve firmas exportadoras de cítricos realizaron el primer envío de prueba de 11 contenedores de naranjas a la India con tratamiento de frío en tránsito, tal y como informaron entonces desde el Comité de Gestión de Cítricos.

En estos momentos, desde la Conselleria de Agricultura indican que «no está previsto ningún otro proyecto citrícola a la India».
El cargamento de los buques con cítricos con destino a la India se realizó en PortCastelló en junio.

El cargamento de los buques con cítricos con destino a la India se realizó en PortCastelló en junio.C.A.D.

En aquella ocasión, la implicación de la Conselleria fue crucial, como también lo fue el trabajo del Ministerio de Agricultura, la Embajada de España en la India así como la colaboración de la Oficina Comercial de Nueva Delhi.

Sin duda, la India es un destino complicado para los cítricos de la Comunidad Valenciana, ya que está dominado por la oferta de Egipto y Sudáfrica, pero por su enorme potencial demográfico y rápido desarrollo económico es considerado como una vía potencial válida con la que diversificar las exportaciones citrícolas y reducir la dependencia de la Unión Europea.

«La experiencia piloto fue muy buena, pero se requiere de tiempo para poder volver a abordar este mercado», indicaron fuentes del sector citrícola.

Pese a las dificultades añadidas que impone la pandemia y el encarecimiento generalizado del transporte, el sector no pierde de vista un objetivo que sigue siendo clave: ganar cuota de mercado en países terceros. «Si esta misión culmina con éxito y el protocolo se ratifica en estos términos podremos dar por abierto un mercado lejano, que hoy es aún muy complicado pero que, por el potencial demográfico que tiene y por su rápido desarrollo económico, podría convertirse en un futuro en una alternativa válida para reducir la dependencia de nuestro comercio exterior con la UE», destacaba el año pasado la presidenta del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Inmaculada Sanfeliu, cuando se formalizó el primer envío desde el puerto de Castellón.

Por su parte, la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, destacó en el primer envío de cítricos a la India, el apoyo de la Generalitat «a acciones como ésta, orientadas a mejorar la rentabilidad del sector citrícola y que, de confirmarse su viabilidad, multiplicarán la oportunidad de negocio exterior del conjunto de la producción agrícola de la Comunidad Valenciana».

A título particular, diversos exportadores venían trabajando con regularidad desde 2015 en el envío de pequeños volúmenes de naranjas al mercado indio. A las dificultades para abrirse camino en un mercado como éste, se sumaba otra complicación: las autoridades indias obligaban a un tratamiento en frío previo al embarque de la fruta entre 10 y 12 días y a entre 0 grados y 1,2 grados.

Los cítricos debían tener ese tratamiento antes de partir y después aguantar otros 29/30 días en cámaras de viaje en barco hasta llegar a su último destino, todo ello para eliminar cualquier rastro de Ceratitis capitata, lo que comúnmente se conoce como mosca de la fruta. Unos requisitos que se cumplieron con éxito.del mundo, tras China y Brasil, pero su enorme población (próxima a los 1.400 millones de habitantes) provoca que la práctica totalidad de su cosecha (alrededor de 14 millones de toneladas, casi el doble que la española) se venda en su mercado doméstico.

Por el momento, al menos en esta campaña, la aventura citrícola en la India queda a la espera. De hecho, en estos momentos la dependecia europea del sector citrícola se ha agudizado por el encarecimiento de los fletes marítimos y del incremento de las tarifas del transporte en general por la subida de los precios de la energía. El 85,2% de las exportaciones citrícolas tiene como destino a la UE-27, y si se considera el Reino Unido, el porcentaje se eleva a 93,3%. / El Mundo

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