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Alternativas sustentables para el control de malezas

¿Cuáles son estas alternativas para complementar o disminuir el uso de herbicidas?

Alternativas sustentables para el control de malezas: Hay muchas formas de complementar el uso de herbicidas (en caso de ser necesarios) para reducir su uso drásticamente e incluso, según qué ocasiones poder prescindir de él. Aquí os mencionamos algunas y sus artículos desarrollados convenientemente.

Alternativas sustentables para el control de malezas: Solarización

Caro pero método eficaz en latitudes calurosas (sur de España) donde, después de un riego para humedecer el suelo, se tapa con un plástico transparente durante los meses de verano, consiguiendo temperaturas superiores a los 40ºC que reducen la viabilidad de las semillas presentes en el suelo.

No es efectivo para todos los cultivos ni en zonas frías. Se suele utilizar en cultivos de invernadero o regadío donde las producciones son muy elevadas por hectárea y compensa la inversión.

Alternativas sustentables para el control de malezas: Rotaciones y alternativas de cultivos

Es de los métodos no químicos con mayor efectividad que existen porque existe una flora competidora asociada a cada tipo de cultivo y es de los pocos métodos que demuestra su efectividad sea cual sea el tipo de cultivo (cereal, hortícola, regadío, secano…)

Hay muchas rotaciones de cultivos entre especies poco competidoras (zanahorias, cebolla) con otras más competidoras (patata) para romper el ciclo de las malas hierbas presentes.

Alternativas sustentables para el control de malezas: Acolchados (mulching o mulch)

Ya sean de productos orgánicos, minerales (piedras, cenizas…) o plásticos limitan mucho la germinación y crecimiento de semillas una vez tenemos nuestro cultivo desarrollado mínimamente.

Ventajas del acolchado o mulching

• Conseguimos sombra tanto al compost de superficie (si hay) como  a la tierra promoviendo una situación microclimática que favorecerá la flora microbiana y nitrificante. Esto se traduce en una mejor nitrificación con el consiguiente aporte de nitrógeno a nuestro suelo.
• Impedimos en cierta medida la suela de labor (compresión de la tierra) y facilitamos la aireación debido a su porosidad.
• La sombra que hemos mencionado que le confiere a la tierra, mantiene unos niveles de humedad óptimos.
• Evitamos el desarrollo de gran parte de las plantas adventicias
• Si ya os comentamos las grandes ventajas de ahorro del riego exudante, si lo combináis con esta técnica, el ahorro de agua será aún mayor al evitar la deshidratación de la tierra en su capa más superficial.
• Con el acolchado conseguimos una mejor estructura en el suelo.
• Evitamos la incidencia de gran parte de las radiaciones ultravioleta que puedan dañar la flora microbiana de las capas superficiales.
• Al fin y al cabo el acolchado es materia orgánica que se acabará descomponiendo con el consiguiente aporte de nutrientes al suelo.

Como vemos, las ventajas del acolchado son unas cuantas. Desventajas no es que tenga muchas, pero sí se deben tener en cuenta porque no siempre viene bien, ni tampoco es adecuado para todos los climas.

• En primer lugar, si lo que tenemos plantado es por trasplante  el acolchado le viene como anillo al dedo. Si es siembra directa entonces tendremos problemas porque éstas necesitan el aporte calorífico y luminoso del sol para germinar adecuadamente.
• Otro factor a tener en cuenta es el clima. Para climas calurosos es cuando mejor nos viene esta técnica. Veranos largos, primaveras calurosas… Sin embargo, en climas fríos y húmedos es muy complicado que en primavera la tierra absorba suficiente calor, necesaria por ejemplo, para el buen desarrollo de las solanáceas y cucurbitáceas.

Alternativas sustentables para el control de malezas: Densidad de plantación

Este es otro mundo en el que la investigación agrícola invierte barbaridades en saber cuál es la mejor densidad de plantación para obtener el mayor rendimiento en el mismo espacio. Es difícil jugar con las densidades de plantación y difícilmente demostrable si una mayor densidad, provoca una disminución de mala hierba por una mayor cobertura de la especie cultivada que impide el crecimiento de algunas de sus hierbas competidoras. Hay estudios que demuestran que sí y otros que no. Aquí tenemos disparidad de opiniones.

Y después de esta disertación sobre el uso de herbicidas, contestaremos a la pregunta inicial. ¿Herbicidas en nuestro huerto sí o no? Rotundamente no. En nuestros huertos domésticos, ociosos, en la ciudad o en el pueblo, la respuesta es no.

La escarda manual, el aumento de densidades de plantación, los acolchados…todas estas técnicas son más que suficientes para asegurarnos una producción más que abundante y una sensación final satisfactoria de nuestros productos del huerto año a año.

Fuente: www.agromatica.es

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