Carolina Cruz, Presidenta de UVANOVA: Desafíos y expansión de la uva hacia nuevos mercados
En los últimos años, la industria de la uva en Chile y el mundo ha experimentado diversos desafíos, no solo como respuesta a las necesidades de los mercados en continua evolución, sino que además ha debido rápidamente adaptarse a los efectos provocados por la pandemia y las alteraciones por el cambio climático que vienen modificando la forma de producir desde hace años.
Un ejemplo de esto, son la mega sequía y las lluvias en períodos atípicos como las registradas en enero en Chile.
En esta entrevista con PortalFrutícola.com, Carolina Cruz, Ingeniera Agrónoma PUCV y Presidenta de UVANOVA Chile, nos cuenta sobre los desafíos, expansión en nuevos mercados y analiza los temas que más le preocupan, entre ellos la escasez hídrica y la mano de obra en la agricultura.
Consultada sobre los nuevos retos que tiene UVANOVA para este año y para 2022, Carolina Cruz señaló que “para UVANOVA este será un año de mucho trabajo, reflexión, adaptación y reforzar vinculos, con un sentido de industria más global y conectada. Cuando decidimos formar UVANOVA, definimos que, nuestra misión y visión se enfocarán en aplicar la reigenería necesaria en las uvas que les permitiera mejorar la rentabilidad y competitividad, basada en investigación y desarrollo”.
“Queríamos ser un puente entre las problemáticas de los productores y las soluciones para ellos, mediante investigación aplicada”, indicó.
“En los tiempos que vivimos luego de años de sequía, embates climáticos y demandas laborales/sociales, este anhelo de ayudar a canalizar los cambios se ha hecho mas concreto que nunca. Nuestro trabajo se ha centrado principalmente en vincular el trabajo realizado por universidades, centros de investigación públicos y privados, además de todo el expertis de este grupo de profesionales y destacados productores con el resto de la industria. Más que nunca la difusión de la información y experiencia es clave y en eso hemos sido y seguiremos siendo una organización integradora”, afirmó.
“Un paso importante será consolidarnos como ´el referente técnico de la uva de mesa en Chile´", detalló.
“Desde que se comenzó a hablar que las uvas pasaban por un momento de contracción por la menor rentabilidad observada respecto de otras especies, siempre sostuvimos que la gran ventaja que tenían era su condición de producto multimercado”, comentó la presidenta de UVANOVA.
Sobre la expansión en nuevos mercados, Carolina Cruz indicó que “desde que se inició el cultivo de las uvas en Chile, se han hecho importantes avances en abrir mercados, consolidar tratados comerciales con muchos países en el mundo y es así como hoy se exportan uvas a más de 82 países de destino en 4 continentes a través de cerca de 221 empresas exportadoras. Si bien nuestro mercado natural ha sido Estados Unidos, la expansión más clara es hacia países como China, Corea y el sudeste asiático, donde la economía se está activando y son grandes centros de consumo. Ya se ha logrado un crecimiento importante y consolidado en China”.
Aprendizajes y Cambios: un antes y después
La pandemia del Covid-19 generó diversos cambios en la industria hortofrutícola. Para UVANOVA la reinvención y reforzar la comunicación fue uno de sus principales pilares.
“El principal aprendizaje fue la reinvención en términos de comunicación, ya no pudimos realizar nuestros característicos seminarios regionales o masivos en Santiago y debimos aprender a usar plataformas de comunicación a distancia. El teletrabajo se instaló en toda la cadena productiva a excepción del trabajo directo en el campo. Sin embargo, esto trajo consigo un efecto muy positivo, ya que nos permitió expandir fronteras y a través de cursos online llegamos a una gran masa de público y a regiones o países donde antes no era posible operativamente llegar como grupo”, señaló Carolina Cruz.
“Pudimos comunicar de manera más rápida, protocolos para atenuar los efectos de las lluvias, estrategias ante la escasez hídrica y trasmitir información del comportamiento de las nuevas variedades, éxitos y fracasos”, comentó.
“En lo que a la pandemia se refiere, en todos los campos se realizaron esfuerzos importantes por aumentar medidas de higiene y de logística de operación con el personal. El autocuidado y el cuidado de los equipos de trabajo nos hizo ser mucho más cautelosos a la hora de tomar decisiones en todos los ámbitos".
"Claramente este nuevo escenario potenció el trabajo en equipo, hemos contado con el tiempo para valorar aún más el trabajo en el campo y como una industria unida, preparada y vinculada con todos los eslabones de la cadena, puede activarse rápidamente para adaptarse a los cambios”, indicó.
Consultada respecto a los impactos de las lluvias registradas en el verano de Chile, Carolina Cruz enfatizó que “las lluvias de fin de enero marcaron un antes y después, respecto de los volúmenes proyectados a exportar por nuestro país. Este era un año de crecimiento donde proyectábamos pasar de los 80 millones de cajas exportadas, lo cual era muy significativo después de la temporada pasada donde por efecto de la sequía, contamos con la cifra más baja desde hace muchos años (73 millones de cajas)”.
“El efecto de la lluvia nos dejará incluso por bajo esa cifra y creemos que significará perder alrededor del 40 % del volumen estimado para esta temporada. Esto nos impondrá un gran reto, ya que para mantener nuestra posición como país lider en exportación de uvas, exigirá una gran rigurosidad respecto del control de condición y calidad de lo que exportemos post lluvia”, señaló.
Respecto a si las exportaciones de uva procedentes de Colombia afectarán a Chile, Carolina Cruz comentó “que, de acuerdo a lo conversado con Oscar Salgado, miembro de UVANOVA con vasta experiencia en comercialización de uvas, esto no tendría mayores efectos para Chile en el mediano plazo y menos situarlo en este momento como un fuerte competidor. El aumento de producción en Colombia, si podría jugar un rol en su mercado local, reduciendo la entradas de uvas desde Perú (principal abastecedor de uva importada) y Estados Unidos hacia Colombia”.
Escasez hídrica y mano de obra en la agricultura
Consultada, sobre los temas que más les preocupan o en los cuales les gustaría ver un cambio en la industria hortofrutícola, Carolina Cruz comentó que “sin lugar a duda el agua es por lejos lo más incidente: asegurar la disponibilidad y buena administración de este recurso, es algo que como estado no hemos solucionado y esto es válido para toda la agricultura, no solo para las uvas”.
“Hay que mejorar en forma urgente la disponibilidad de agua en las diferentes cuencas del país, mejorar la capacidad de almacenar tanto en los valles como intrapredial, mejorar canales de distribución, avanzar en tecnologias como plantas desalinizadoras o trasvasije de cuencas, como ya lo hacen con éxito otros países”, enfatizó.
“Otro recurso que debemos analizar con mucho énfasis, es la mano de obra. Hoy la agricultura en Chile depende en gran medida de la mano de obra extranjera, por lo tanto, tratar la inmigración en forma seria y ordenada debe ser una prioridad para el agro. Desde la mirada técnica, debemos analizar que estrategias adoptamos para optimizar este recurso con trabajos más simples, variedades de menor requerimientos de jornales y en sistemas de conducción que faciliten la ejecución de los trabajos. Intentar mecanizar parte del proceso, es un trabajo a corto plazo”, señaló.
“Potenciar y privilegiar la actividad agrícola: Cada día vemos como grandes superficies destinadas a la agricultura, son reemplazadas por el crecimiento de centros urbanos. Los mejores suelos de Chile están siendo destinados a otros fines. Los crecimientos de las ciudades son inevitables, pero lo ideal es que vayan en armonía y planificados con otras actividades de forma de proteger nuestro patrimonio agrícola”, indicó.
Carolina Cruz recalcó que “Chile con toda la experiencia adquirida por años en fruticultura, debe mantenerse como una industria comunicada, unida, comprometida con el medio ambiente y su gente, vanguardista y recoger toda la experiencia de estos duros años para sortear un futuro que lo más probable es que nos siga imponiendo cambios y adaptaciones”.
“Si la inteligencia puede interpretarse como la capacidad para resolver problemas, nos daremos cuenta que las plantas son incluso brillantes a la hora de adoptar soluciones frente a las dificultades, entonces nosotros solo debemos ser conscientes de lo que nos pueden enseñar y masificar este aprendizaje ”, señaló.