El principal reglamento de FSMA, según la propia Agencia de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA), es el llamado “Programa de Verificación de Proveedores Extranjeros” (FSVP), que entró en vigencia el 26 de julio de 2018.
Sucintamente, este reglamento (21 CFR Part 1, Subpart 1), otorga un nuevo rol a los Importadores de Alimentos de Estados Unidos que, en la práctica, lo mandata a realizar la verificación del cumplimiento de sus proveedores extranjeros en el origen de los reglamentos: 21 CFR Part 112 y 21 CFR Part 117, es decir, las normas de inocuidad alimentaria en el manejo del campo (Buenas Prácticas Agrícolas - BPA) y del proceso de embalaje, almacenamiento refrigerado y despacho a su destino (Buenas Prácticas de Manufactura - BPM) respectivamente. Adicionalmente el reglamento FSVP los obliga a autorizar por escrito los embarques de frutas a Estados Unidos antes de su zarpe.
Estrictamente hablando, son los importadores los responsables de sus proveedores extranjeros, los productores, y los que embalan sus frutas y hortalizas de exportación de sus campos.
Para esto las entidades extranjeras deben darle cuenta de cómo desarrollan sus tareas acordes a los reglamentos de FSMA, la que debe ser de la misma forma como lo desarrolla la propia industria frutícola en EE. UU. Adicionalmente, los importadores asumen la responsabilidad civil y penal de cada lote que internan al país.
El instrumento reglamentario para llevar a cabo esta función por los importadores y los exportadores es, para estos últimos, entregar los respectivos planes de inocuidad de cada instalación y llevar al día los registros del cumplimiento de los controles preventivos definidos en dichos planes.
Junto a lo anterior, deben disponer de un plan de retiro de productos contaminados y de un protocolo que garantice la trazabilidad de cada lote exportado a lo largo de la cadena de distribución.
Por lo anterior, es que hemos recomendado a nuestros asesorados que ambas partes deben mantener un dialogo técnico permanente para facilitarles la generación de confianzas y cumplimiento de la Ley y reglamentos en su totalidad.
El rol de la FDA en su territorio es, entre otros, supervisar el cumplimiento de estos procedimientos mediante auditorías documentales en los puertos de ingreso.
¿Cómo ha operado este sistema en el primer año de vigencia oficial en Chile y Estados Unidos?
A partir de la experiencia lograda junto a DECOFRUT, en que ofrecemos un servicio de apoyo a varios importadores de Estados Unidos y asesorías tanto a exportadores chilenos como extranjeros que está ofreciendo FRUITS-SAFETY SpA, tenemos una visión parcial de la operación del Programa FSVP en Chile y EE. UU. que compartimos en estas líneas.
No obstante, lo pequeño de la muestra, pero muy real para empresas de tamaño medio y pequeño en relación a los volúmenes exportados, estimamos que es un aporte a la difusión del tema para toda la industria frutícola de exportación.
Chile está bien preparado tanto a nivel de campo y de instalaciones de poscosecha desde hace varios años, sin embargo, FSMA ha creado varios cursos oficiales que se dictan en todo el mundo a través de la Alianza de Inocuidad Alimentaria (PSA su sigla en inglés) y reconocidos por la FDA.
En este sentido, las capacitaciones entregadas por la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF) desde el año 2016 tanto en los Reglamentos 117 y 112 han sido fundamentales para disponer de “Personas Calificadas” según los reglamentos mencionados.
FDF ha capacitado 2.100 personas aproximadamente a la fecha. Suplementariamente, por su parte FRUITS-SAFETY SpA a 308 personas y otras instituciones aproximadamente 150, con un total país sobre las 2.500 personas.
Otro hecho relevante lo está cumpliendo el Programa de Becas de Capital Humano de CORFO, junto con CODESSER, ASOEX y la Universidad Católica de Chile. Se están formando Capacitadores oficiales reconocidos por la FDA.
Esto permite ampliar el número de capacitadores, particularmente de la empresas exportadoras y consultores regionales para poder ofrecer nuevos cursos oficiales, generando así una mayor competencia y cobertura.
En resumen, Chile desde la puesta en marcha el año 2000, de los Programas de BPA y BPM a través de FDF con el apoyo de la industria (ASOEX y FEDEFRUTA) más los cursos mencionados y otros de divulgación, ha logrado con creces la meta de disponer de personal altamente calificado en estas materias.
La FDA, para la puesta en marcha del reglamento FSVP, recomendó a los importadores exigir al inicio, en reemplazo de los Planes de Inocuidad (nuevo instrumento) para las empresas que aún no lo tienen implementado, les envíen las certificaciones de BPA y BPM y sus respectivos informes de auditoría de los protocolos reconocidos por la organización de la industria alimentaria, llamada Global Food Safety Initiative (GFSI). En nuestro caso, por ejemplo, las certificaciones GlobalG.A.P., Primus Lab GSF, BRC, HACCP, etc.
Para nuestra industria implicó darle un nuevo uso a estas certificaciones que son las normales en campos y centros de embalaje.
Sin embargo, al inicio de la temporada actual hubo reticencia de algunas exportadoras de entregar a sus importadores esta información, la que debía ser auditada documentalmente por los importadores y así disponer de esta documentación como respaldo para otorgar la “autorización de embarque de la fruta”, según exige el programa FSVP.
Toda una novedad, pues en Chile no existía un cabal conocimiento de las obligaciones reglamentarias de las partes.
En Estados Unidos, varios pequeños importadores y brokers tampoco conocían este reglamento y se fueron enterando de sus obligaciones durante el desarrollo de la campaña de importaciones desde el hemisferio sur.
Cabe mencionar que la FDA, consciente de que la implementación cabal del reglamento FSVP tomará algunos años (4 a 5 es nuestra estimación), la actual temporada de fruta del hemisferio sur en Estados Unidos, se dedicó a apoyar a los importadores proveyendo la información básica necesaria acerca del FSVP, recomendando además que hicieran el curso oficial de este reglamento y que se asesoraran para tener una persona calificada que los orientara en el manejo de sus importaciones de frutas y hortalizas desde el extranjero.
También conocimos algunos casos en que importadores grandes y medianos han adoptado sistemas informáticos que les facilitan la tarea de disponer ordenadamente y de fácil acceso de la información técnica (Auditorías de las Certificaciones y/o de sus Planes de Inocuidad) de sus proveedores locales y extranjeros. Es el caso de los sistemas Azzule y FoodLogQi que han debido utilizar varios exportadores chilenos. Recientemente se ha conocido que Westwern Growers (EE. UU.) ha adoptado el sistema iFood para administrar los riesgos de inocuidad alimentaria. Este sistema ya está disponible en Chile al igual que los anteriores ya mencionados.
En resumen, la puesta en marcha del reglamento FSVP en los pocos casos conocidos en Chile, Costa Rica y Argentina, ha sido accidentada y poco notoria. Sólo algunas empresas han empleado los sistemas mencionados, además del software desarrollado por DECOFRUT para apoyar el cumplimiento del reglamento FSVP a varios importadores de frutas de Estados Unidos.
El reglamento FSVP exige a las partes tener un documento escrito llamado “Plan de Retiro de Alimentos en la cadena de distribución”, en el cual se explicitan los procedimientos, responsabilidades y protocolo de comunicación entre las partes y la autoridad de la FDA.
Estos procedimientos son anunciados en Estados Unidos prácticamente todos los días para una gran diversidad de productos, pues es una medida preventiva para no comercializar lotes debidamente identificados y trazables de acorde a los direccionamientos de la FDA en el reglamento FSVP.
En nuestro país tuvimos un caso en la temporada, en que se demostró que las empresas chilenas involucradas estaban debidamente preparadas para enfrentar un evento frecuente en la industria alimentaria. Lamentablemente la prensa no especializada le dio un carácter algo escandaloso, señalando que afectaba a toda la industria frutícola. No es así y las empresas involucradas cumplieron en forma ejemplar el caso.
En este caso y otro no difundido, nos enseña que debemos disponer de un documento escrito de cómo realizar la trazabilidad de cualquier lote en cualquier eslabón de la cadena de distribución, como asimismo disponer los procedimientos de retiro de las cajas/pallets para realizar en buena forma el retiro del mercado de productos con alta probabilidad de posible contaminación y eventualmente dañina para la salud de los consumidores.
Esto debe estar en manos de las dos partes, ya que lógicamente el retiro de los lotes en nuestro caso, generalmente ocurrirán en Estados Unidos.
Nos permitimos recomendar a los productores y exportadores nacionales desarrollar y ejecutar sus Planes de Inocuidad y compartirlos con sus importadores junto a lo ya señalado. Las exigencias de certificaciones corresponden a un tema comercial principalmente y de verdad no están diseñadas para el control preventivo de contaminaciones como lo establece FSMA.
Por otra parte, es altamente conveniente que las empresas exportadoras y productoras-exportadores se capaciten en el reglamento FSVP, pues les facilitará la comunicación técnica con sus clientes importadores o recibidores.
Este reglamento no es sólo para los importadores, pues intervienen principalmente los tres primeros eslabones de la cadena, el proveedor extranjero (productores, empresas de servicios de poscosecha), el transporte a Estados Unidos y el importador (o consignatario). Todos tienen responsabilidades y deberes.
Si bien hemos calificado la puesta en marcha del nuevo reglamento como insuficiente, debemos reconocer que la próxima temporada todas las partes, sean privadas o gubernamentales, avanzarán en un paso más a lograr un comercio de frutas y hortalizas sanas y de alta calidad con Estados Unidos, como siempre lo ha hecho nuestra industria frutícola.
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