La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en el marco del programa SNA Educa, se encuentra en el proceso de validación y desarrollo de insumos sustentables para la producción, consumo y exportación de los productos agrícolas obtenidos durante el proyecto.

Esta iniciativa busca proteger a los consumidores y el medio ambiente, a través de soluciones que no dejen residuos en los productos exportados, mediante el enfoque en el desarrollo de tecnologías e insumos en base a organismos benéficos, como también insumos nutricionales para frutales, hortalizas y ornamentales.

Para el desarrollo de este tipo de trabajos, la SNA firmó un convenio con Juan Carlos Ortúzar, ingeniero agrónomo para realizar un nexo entre el programa y empresas agrícolas para probar productos sustentables en los cultivos.

Escuela Agrícola de SNA Educa en Talagante, Chile.

“Nosotros desarrollamos tecnologías de terceros y las usamos también como parte del entrenamiento de los estudiantes para Técnicos Agrícolas de las escuelas de SNA Educa, tanto en conocimientos técnicos como en materia de movilidad social”, comentó Ortúzar.

El agrónomo indicó que están probando diferentes insumos tanto en cultivos extensivos, como en frutales y hortalizas.

“Hemos estado trabajando en duraznos, nectarines, ciruelos y uva de mesa, pero todo va a depender de la zona y tiempo de cultivo, por lo que lo más probable es que vamos a incluir nogales, cerezas y diferentes tipos de frutales, tanto secos como frescos”, destacó.

En hortalizas precisó que están trabajando en tomates y lechugas, pero que la idea es ampliarse a todos los cultivos, considerando que todas las escuelas que componen SNA Educa se especializan en una determinada especie.

“Por ejemplo, la escuela agrícola que tenemos en Molina se ha especializado en el tema de los vinos, tanto en las viñas como en el proceso de producción del vino”.

Por otra, en zonas como Ovalle, el proyecto SNA Educa se ha enfocado en el desarrollo de agricultura limpia, sustentable y orgánica, centrándose en evitar los productos contaminantes, como también en los plantines hortícolas.

“Estamos revitalizando suelos con microorganismos benéficos, los estamos usando para compostaje, para recuperar la nutrición de las plantas, incluso estamos innovando con nanotecnología”, precisó Ortúzar.

El proyecto se encuentra a la espera de la entrega de resultados por parte de las empresas exportadoras, las que están llevando a cabo el control de calidad y la evaluación postcosecha de la fruta que se exportó a diferentes mercados y planificando lo que será la próxima temporada.

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