Agricultura Ecológica

Biocontrol Report: Uso del control biológico de conservación para ayudar a los enemigos de sus plagas

27 Febrero 2019

Por Thomas Grandperrin de UAV-IQ Precision Agriculture 

Este artículo es parte de una serie de artículos escritos por UAV-IQ  sobre el control biológico y manejo integrado de plagas. 

En los dos últimos artículos, presentamos la estrategia de control biológico clásico, concepto que se refiere al proceso de encontrar al enemigo natural de una plaga en su ecosistema original y traerlo a nuestros campos para controlar poblaciones de plagas exóticas, y el control biológico aumentativo, que consiste en reforzar las poblaciones de enemigos naturales locales, liberando nuevos organismos benéficos en el campo. El último tipo de control biológico que analizaremos en esta serie, es el control biológico por conservación (CBC), que puede resumirse como el conjunto de prácticas que tienen como objetivo garantizar que los enemigos naturales ya presentes en el campo, tengan un hábitat adecuado capaz de mantener a sus poblaciones en los niveles requeridos. Esto incluye la creación de refugios alternativos, como el uso de una cubierta vegetal y/o la introducción de recursos florales, así como la disminución de aplicaciones de plaguicidas de síntesis que afecten a la población de enemigos naturales existentes.

Existen dos factores principales que generan la necesidad de implementar el control biológico por conservación: el uso de pesticidas de síntesis de amplio espectro (que tienen el efecto secundario de reducir las poblaciones existentes de enemigos naturales), y la simplificación de los ecosistemas de plantas (monocultivo), que reduce el hábitat y los alimentos de los enemigos naturales. El control biológico por conservación se puede implementar como una técnica de manejo "independiente" o como una técnica complementaria de al control biológico aumentativo, dentro de un plan de manejo integrado de plagas; el cual consiste en modificar las prácticas de manejo de campo y / o el ecosistema mismo para restablecer o aumentar el desarrollo de depredadores, parasitoides, patógenos naturales, y también de polinizadores.

Un plan de control biológico por conservación puede incluir una variedad de medidas, entre las cuales se encuentra la diversificación de plantas y hábitats, la reducción de la intensidad de los cultivos y el aumento en la complejidad del ecosistema, lo que debería dar como resultado una mayor densidad y variedad de organismos benéficos (antagonistas).

Algunos ejemplos incluyen la siembra de franjas de herbáceas florales entre las hileras (que aportan recursos adicionales a los insectos auxiliares), la plantación de setos a la orilla de los campos, la construcción de refugios físicos para la hibernación de los enemigos naturales, la siembra de plantas trampa que atraen a las plagas y la liberación de presas alternativas para alimentar a los enemigos naturales cuando las poblaciones de plagas son bajas. Es importante permitir que los enemigos naturales accedan a diversas fuentes de alimentos; de esta manera, cuando las poblaciones de plagas descienden por debajo de los niveles suficientes para servir como una fuente única de alimento, los insectos auxiliares como los ácaros depredadores, las avispas parasitoides y las crisopas verdes (que también se alimentan de polen y néctar además de las poblaciones de plagas) puedan sobrevivir y seguir presentes en el campo para controlar futuros brotes de plagas.

Cobertura vegetal en un huerto de almendras en California.
(Fuente: https://www.flickr.com/photos/usdagov/20516129441)

 

Las técnicas de control biológico por conservación están influenciadas en gran medida por factores locales (clima, suelo, variedades del cultivo, etc.), razón por la cual no han sido ampliamente investigadas ni documentadas. Un ejemplo popular es el caso de Anagrus erythroneura, que parasita de manera eficiente los huevos de la chicharrita de la vid (una plaga que afecta el rendimiento y la calidad de la uva), pero debido a que las chicharritas están en su etapa adulta durante el invierno, la población de parasitoides disminuye rápidamente al no tener hospedadores de huevos.

Como parte de una estrategia de CBC, los investigadores y los viticultores colocaron con éxito plantas hospedantes alternativas cerca de la viña como un refugio de hibernación para el parasitoide. Se han encontrado variantes al nivel regional en las relaciones plagas-parasitoides, enfatizando la necesidad de adaptar las técnicas de CBC a los entornos locales. Por ejemplo, en Oregón y Washington, Anagrus se encontró principalmente en moras o rosales, mientras que, en California la menta, hierba gatera y lila de California son mejores anfitriones alternativos capaces de sustentar las poblaciones hasta que las chicharritas resurjan en las viñas durante la siguiente temporada.

En Dinamarca, las franjas de flores de trigo sarraceno (una fuente rica de polen) se utilizan para favorecer el crecimiento de la población de Copidosoma aretas, un parasitoide de la polilla tortrix de frutilla (Acleris comariana), una plaga importante en la producción danesa de fresas. Esta planta también es utilizada como cultivo de cobertura en algunos viñedos de California para atraer a algunos agentes de control biológicos como las avispas depredadoras, los chinches depredadores y moscas de la familia Syrphidae.

En los cultivos perennes, como los huertos frutales, los enemigos naturales tienen más posibilidades de sobrevivir de una temporada a otra, ya que es menos probable que sus hábitats sean destruidos durante la cosecha. El control biológico de conservación ha demostrado también que agrega un gran valor en los cultivos anuales y se ha implementado en varios tipos de producción, desde agroecología hasta agricultura orgánica o convencional. 

Refugiados físicos para la hibernación de los enemigos naturales y polinizadores.

La intervención y el manejo intencional de ecosistemas complejos pueden ser desalentadores, incluso para las instituciones de investigación. Si bien la investigación en este campo avanza continuamente, muchos productores eligen comenzar con algunas técnicas bastante simples, de plantar especies nativas para reforzar el ecosistema de los enemigos naturales y optar por plaguicidas selectivos en lugar de los de amplio espectro, para asegurar una mejor conservación de los auxiliares de control biológico y evitar los brotes secundarios de plagas.

¿Tiene alguna experiencia con el control biológico por conservación? ¡Comparte su historia con nosotros y con otros productores en los comentarios!

¿Esta serie sobre el control biológico le ha motivado a explorar más en detalle sobre cómo puede implementar algunas de estas técnicas en su propio plan de manejo integrado de plagas? ¡Esperamos que sí! Nos gustaría escuchar sus inquietudes, sugerencias y feedback que consideraremos para futuros artículos.

UAV-IQ Precision Agriculture es una compañía que aúna tecnologías de agricultura de precisión y las mejores prácticas agrícolas para ayudar a los agricultores a enfrentar la escasez de mano de obra, promoviendo operaciones agrícolas más rentables y sostenibles.

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