Dada las condiciones climáticas de la lejana Tierra del Fuego en la Región de Magallanes, Chile, los pequeños agricultores se encuentran con un gran obstáculo para poder producir frutas y hortalizas: el riego.

Vilma Kalazich

En este contexto un tanto hostil para la agricultura, se han instalado nueve guateros en Tierra del Fuego de 10 y 20 mil litros que se suman a los siete instalados por la Comisión Nacional de Riego, CNR, el año pasado.  Cada uno con un costo aproximado de un millón y medio de pesos e incluye las cañerías.

Vilma Kalazich, agricultora de la zona que el año pasado compraba el agua a camiones aljibes, comenta: “el guatero ha llegado a ser una bendición”, dado que hoy cuenta con un estanque de 10 mil litros que le permite regar dos invernaderos de 120 metros cuadrados cada uno.

El sistema funciona mediante canaletas instalada en su casa que captan el agua lluvia y la dirigen al guatero, ubicado estratégicamente a cierta altura para así poder enviar con éxito el recurso hídrico hacia los invernaderos, a través de un sistema de cañerías.   

“El año pasado perdí muchas hortalizas por la falta de agua, pero este año creo que va a ser muy bueno, voy aumentar por sobre el 30% mi producción”, aseguró Kalazich.

“Hasta ahora el sistema de guateros es el que mejor resultado nos ha dado. Los que hemos entregado resisten al viento, la escarcha y la nieve. Probamos con geomembranas de plásticos y los usuarios tuvieron problemas en la instalación y no resultó tan resistente como esperábamos”, explicó Petar Bradasic, Jefe de Fomento de INDAP.

Para que el agua captada se aproveche al máximo, los expertos de INDAP recomiendan utilizar un sistema de riego por goteo que, además de ahorrar el recurso, facilita la faena de trabajo diaria del agricultor.

El Código de Agua explicita que quienes deseen postular a un sistema de riego tecnificado deben contar con los derechos de agua, algo no fácil de conseguir.  Pero la misma norma permite acceder a quienes cuenten con sistemas de almacenamientos de aguas lluvias, en este caso, los guateros.

INDAP cuenta con dos iniciativas que apoyan la tecnificación: el Programa de Obras Menores de Riego, PROMR, que financia el 95%, con un tope de 3 millones 500 mil pesos; y el Programa de Riego Intrapredial, PRI, que financia hasta el 90% a formulación y construcción de proyectos, con un máximo en recursos de 8 millones de pesos.

Bradasic valoró la actitud y compromiso de los agricultores por “cosechar aguas lluvias” y el creciente interés de tecnificar sus predios, a su vez precisó que el convenio suscrito entre INDAP y el Gobierno Regional, ha significado casi triplicar el presupuesto de la institución en la zona y acelerar las políticas públicas tanto en las áreas de innovación, infraestructura y capacitación.

“Son más de 3 mil millones de pesos en dos años.  Esos recursos ya empiezan a dar sus frutos, con giras de capacitación, servicios de asistencia técnica especializada y una fuerte inversión en infraestructura.  Hay que imaginar que la institución tiene un presupuesto anual de 30 millones de pesos para riego, y hoy crece a 900 millones.  Ninguna región del país tiene un compromiso tan potente del Gobierno Regional con los campesinos, eso hay que destacarlo y valorarlo”, expresó Bradasic.

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