El siniestro que inició el 20 de junio y cesó 10 días después, ya cuenta con sus primeras estimaciones. La organización agrícola de Asaja Huelva informó que el incendio implicará una pérdida de 5 millones de euros en los campos agrícolas. Los daños se han reportado en túneles y plantaciones de arándanos, moras y fresas (frutillas).

Las investigaciones aún no revelan las consecuencias medioambientales que tuvieron los campos calcinados y tampoco la inminente disminución en la producción que afectará a las próximas campañas.

El fuego conocido como el "incendio de Moguer" se concentró en Doñana, espacio natural protegido por la legislación nacional y de Andalucía, además de ser declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1994 por la Unesco.

El lugar tiene una fuerte presencia del sector agrícola basado, principalmente, en la plantación de frutos rojos. Según Asaja el siniestro arrasó con 8.500 hectáreas de este tipo.

El sondeo de la organización concluyó que los daños en plantas de arándanos, moras y fresas tendrán repercusión no sólo en la pérdida de ellas, sino también en el cese de la productividad. Esto se verá reflejado, principalmente, en los arándanos los que tendrán que ser cuantificados a largo plazo porque cuentan con una vida útil de cinco años.

Respecto a las plantas que no fueron completamente incineradas, Asaja informó que éstas ya sufren un fuerte estrés y deshidratación, debido al brusco aumento de la temperatura. Ambos factores afectarán en la capacidad productiva, decaimiento o muerte.

Los materiales como: tuberías, goteros, electroválvulas, cuerdas o plásticos térmicos se enfrentan al mismo pronóstico. El catastro de estos elementos continúa en desarrollo, ya que los únicos que se han podido cuantificar fueron aquellos que están visiblemente inservibles.

Fotografía: Huelvared.com

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