Un acuerdo para eliminar subsidios para exportaciones agrícolas podría equiparar la cancha para agricultores que no reciben beneficios de parte de sus respectivos gobiernos, y la vez elevaría la competencia para aquellos que sí la reciben.

“La decisión ataca el problema de una vez por todas”, señaló Azevedo.

La Organización Mundial de Comercio (OMC) acordó en una reunión en Nairobi el pasado sábado eliminar cerca de USD 15 billones en subsidios en exportaciones.

Agricultores de países como Nueva Zelanda, Australia y Canadá celebraron la noticia, pues reciben limitada ayuda de sus gobiernos, con lo que ahora su producción se volverá más competitiva en los mercados globales.

Sin embargo, aquellos que reciben generosos subsidios – una medida criticada por ser considerada manipulación de precios – podrían perder su ventaja. Estos países, por ejemplo, son Suiza, India o Tailandia, por mencionar algunos.

“La decisión ataca el problema de una vez por todas”, dijo el Director General de la OMC, Roberto Azevedo, en un discurso tras la decisión. “Remueve distorsiones que estos subsidios causan en los mercados agrícolas”, agregó.

Desde el primero de enero los países desarrollados deberán eliminar las ayudas, con contadas excepciones. Los países en desarrollo tendrán hasta 2018 para tales efectos.

Los subsidies incluyen cualquier forma de ayuda financier entregado por un gobierno a una empresa involucrada en la exportación de productos agrícolas. Sus oponentes dicen que los países que no tienen estas ayudas están en desventaja en el mercado global. El tema estaba entre los pendientes de la OMC desde 2005, y hasta 2013 no tuvo frutos.

Según analistas, la extensión de los beneficios es difícil de cuantificar. Los subsidios globales han caído en los últimos años, por lo que el impacto financiero podría ser limitado. Sin embargo, el hecho que nuevos subsidios no sean implementados es motivo de alegría para los agricultores más afectados.

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