Académicos del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago, Chile, desarrollaron un intercambiador de calor que utiliza cera de parafina y materiales reciclados para acumular energía solar, y así minimizar los efectos de la diferencia de radiación solar que ocurre entre el día y la noche.

Alejandro Reyes/Foto: USACH

La energía solar se puede acumular térmicamente ya sea calentando sólidos o líquidos, almacenándose de esta forma calor sensible (es decir, que sube la temperatura de estos materiales).

La investigación es liderada por Alejandro Reyes, de la misma universidad, quien explicó a Portalfruticola.com que el proyecto trata de priorizar la acumulación de energía utilizando materiales con cambio de fase.

En esta situación, el material con cambio de fase se funde por la acción del sol, acumulando la energía de fusión. Posteriormente, cuando se requiere esta energía, el proceso se invierte, entregándole esta energía al líquido o aire que la recibe.

Para conseguir este cambio de fase están trabajando con la cera de parafina, similar a la utilizada en la fabricación de velas, ya que tiene una temperatura de fusión de 56°C, es decir, se mantiene como sólido bajo esta temperatura y sobre ella se funde, pasando al estado líquido. Esta cera se almacena en tubos de cobre y materiales de bajo costo como latas de bebida, que han resultado ser térmicamente más eficientes y de menor costo.

Reyes, indicó también que el acumulador idealmente sería más efectivo para deshidratar agro-productos que requieren tiempos de secado entre 8-15 horas.

“El producto a deshidratar no está en contacto directo con el sol, por tanto no recibe efectos negativos. Esto significa que el secado con esta forma de calentamiento del producto es equivalente al secado tradicional en secadores de túnel, con la ventaja de menores costos y sin contribuir a la contaminación del medio ambiente”, dijo.

Además de resultar más económico por los materiales que utiliza, el acumulador tendría un efecto favorable con el medio ambiente, debido a que el reemplazo parcial o total de combustibles fósiles se traducirá en una menor emisión de CO2, junto con una disminución de los costos del combustible.

Reyes añadió que ya disponen de un equipo a escala piloto que permite deshidratar hasta 25 kg de agro-productos al día y que la etapa siguiente consiste en simplificar el diseño para hacerlo fácilmente operable y también evaluar otros materiales de cambio de fase.

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