Proyecto de mega-irrigación peruano busca nuevos inversionistas agrícolas

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Proyecto de mega-irrigación peruano busca nuevos inversionistas agrícolas

Ocho años después que comenzaron las obras al norte de Perú para llevar agua del Amazonas a través de un túnel en los Andes y abastecer las tierras agrícolas, se han plantado los primeros cultivos incluyendo caña de azúcar, aguacate y arándanos.

Juan Carlos Urteaga (Odebrecht), Mauricio Perez (Serviagro) y Alfonso Pinillos (Odebrecht)

Juan Carlos Urteaga (Odebrecht), Mauricio Perez (Serviagro) y Alfonso Pinillos (Odebrecht)

Para hablar del Proyecto de Irrigación Olmos, avaluado en US$280 millones, Portalfruticola.com conversó con los representantes de la empresa brasileña Odebrecht –encargada del proyecto-, quienes buscan más inversionistas alrededor del mundo.

El director de inversiones de Odebrecht Infraestructura, Alfonso Pinillos, comparó el proyecto con una concesión de carreteras, con las primeras pruebas ya en marcha.

"En lugar de construir una carretera, hemos construido acueductos, la presa y las tuberías, y en lugar de cobrar a los usuarios un peaje de carreteras, vamos a cobrar el servicio de suministro de agua", dijo Pinillos en entrevista con Portalfruticola.com durante PMA Fruittrade Latin America.

Agregó que luego de 25 años, el proyecto sería devuelto al gobierno peruano, que apoyó la iniciativa público-privada a través de la venta de 38.000 hectáreas de tierras anteriormente improductivas.

"Pero desde el punto de vista de los inversionistas agrícolas que participan, ellos son los propietarios de sus lotes; no hay caducidad para ellos”, añadió.

"Tenemos una combinación de empresas peruanas y extranjeras. En este momento, el 70% son empresas peruanas, donde el principal inversor es el Grupo Gloria con 15.000 hectáreas de producción de caña de azúcar altamente mecanizada”, detalló.

"Otras compañías son Agroindustrial Beta y Danper Trujillo, que son grandes actores en la agricultura peruana", añadió.

De acuerdo a Pinillos, otras 4.000 hectáreas fueron vendidas a un fondo de inversión estadounidense enfocado en uvas, aguacates y otros cultivos, mientras que la californiana Mission Produce y el Grupo Arato de Perú estaban también a bordo, junto con casas de inversión europeas.

"Hay una combinación de cultivos como uvas, espárragos y aguacates, que son los principales cultivos que estamos viendo. Hay empresas con mucha experiencia de otras zonas como Piura, Lambayeque, Trujillo o Ica”, comentó.

"Estamos en Chile en busca de atraer inversionistas chilenos, para que puedan invertir en el proyecto y, de una manera, tener una extensión de las ventanas comerciales que tienen para los aguacates, uvas, arándanos y otros proyectos", dijo.

Mauricio Pérez de Serviagro, quien se dirige a los inversionistas chilenos, destaca el carácter complementario del proyecto Olmos para los productores de su propio país.

"Tienen ventajas que Chile no tiene. En este momento, Chile está cada vez más seco y no tiene agua, mientras que Perú tiene zonas donde puedes cruzar los Andes y traer agua”, comentó.

"Ellos tienen una mano de obra a un costo que no tenemos, y un clima -a pesar de que pueden carecer de las horas de frío- que le da un crecimiento que es superior al de Chile en el mismo tiempo con mayores rendimientos”.

"Para Chile no es un peligro, porque Perú produce durante los tiempos que Chile no lo hace, aunque en general la parte norte de Chile compite en ciertas frutas al mismo tiempo, pero por desgracia con la sequía eso está llegando fuertemente a su fin", dijo.

Pérez mencionó una gran presencia de inversionistas de Chile en Perú en sectores como el minorista, pero sólo algunos grupos agrícolas estaban haciendo lo mismo como Verfrut, Concha y Toro, Hortifrut y Río Blanco.

"En un corto espacio de tiempo hay resultados [de Olmos] como para el Grupo Gloria, que tiene el primer desarrollo de caña de azúcar y el crecimiento ha sido salvaje. Los aguacates están en marcha y hay personas que participan en los arándanos", dijo.

Pero Pinillos hizo hincapié en que la búsqueda de nuevos inversionistas extranjeros no se limitaba a Chile.

"Cuando hemos llamado a la puerta, ha sido a los grupos de inversión que pensamos podrían tener un mayor apetito, debido a la cercanía o el conocimiento, por lo que definitivamente son Chile, Argentina, Colombia, y también EE.UU.”, comentó.

"Pero invitamos a todos, ya sean australianos, neozelandeses, sudafricanos o de donde sea, para que puedan invertir en un proyecto como este”, aseveró.

"Nuestro trabajo como concesionaria en el proyecto es algo más que operar y mantener el proyecto. Se trata de enriquecerlo, y parte de eso es encontrar una combinación de inversionistas agrícolas con diferentes experiencias", añadió.

Aparte de los principales cultivos señalados por los actores existentes en el proyecto Olmos, el ejecutivo indicó que frutas como mangos, limones y granadas también tenían potencial.

Consultado sobre la posibilidad de disturbios civiles como se ha dado en muchos proyectos a gran escala en Perú durante los últimos años -sobre todo en la minería con las Minas Congas de Newmont- Pinillos dijo que estaría garantizada la ausencia de problemas sociales.

"En algunos casos, la industria minera ha tenido problemas adaptándose a la convivencia en los altos Andes, porque previamente se habían producido ciertos efectos en términos de agua que afectaron a la comunidad. Es por eso que en algunas zonas todavía hay conflictos que se están resolviendo poco a poco, pero hay progreso”, señaló.

"En el caso de la agricultura, no creo que este problema exista. Hoy en día, un tercio de la población de Perú está involucrada en la industria agrícola y lo que está sucediendo es que esta experiencia está siendo convertida con una mejor tecnología agroindustrial mucho más profesional para la exportación, y no sólo para la supervivencia como la que teníamos antes", detalló.

Sin embargo, una pieza clave en el rompecabezas es mantener buenas relaciones con la comunidad de Olmos y una gran parte de esto será la participación de los pequeños agricultores que ya tienen 5.500 hectáreas de tierra en el Viejo Valle; tierra que se incorpora en el proyecto de riego.

"Hoy en día existe una distancia entre el empresario agrícola y el pequeño productor con cinco hectáreas. Así que uno de los grandes retos que tenemos es la incorporación de los pequeños productores”, puntualizó.

"Ellos no han tenido mucha agua y sólo el 15% ha estado en producción, pero recientemente el proyecto ha empezado a entregar agua”, dijo.

"Queremos que estos pequeños productores entren en la cadena productiva, que se asocien de manera que sus parcelas tengan un nivel más alto y puedan producir cultivos de calidad y garantizar un precio mínimo”, concluyó.

www.portalfruticola.com

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