Proyecto fue realizado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)

Este hongo, que se concentra en el cultivo de la uva de mesa, encuentra el momento propicio para su inoculación y desarrollo con las lluvias primaverales y estivales, que son próximas a la cosecha; esto afecta la condición de la fruta con las características organolépticas y cosméticas, es decir, las características físicas de la fruta, lo que reduce significativamente la producción e ingresos de este sector. 

Por esta razón, al ser la uva de mesa uno de los productos frutícolas principales de nuestra agricultura y también de los que presenta mayor vulnerabilidad frente a este patógeno, según el ejecutivo de innovación a cargo del proyecto, Alfonso Yévenez, la elaboración del registro es de suma importancia, “porque en la actualidad, no existe un catastro geográfico de la presencia de Botrytis cinerea en las zonas geográficas más propensas, lo cual no permite que los agricultores sepan cómo se comporta la presencia del hongo en cada zona y en el tiempo de riesgo de infección”.

Otra particularidad que presenta esta iniciativa, es la descripción del comportamiento del hongo en un tiempo que presenta un mayor riesgo, lo que permite mejorar la aplicación de fungicidas optimizándola, ya sea de forma preventiva o curativa.

Además, el control de la Botrytis cinerea representa uno de los costos más altos en el proceso productivo de la uva de mesa, debido a que se aplican fungicidas de forma preventiva, rutinaria y por calendario, lo cual muchas veces es innecesario; además de aplicaciones curativas, según las condiciones climáticas y de producción.

Realizando mediciones con equipos biosensores de ácido glucónico

Para determinar la sanidad de la uva en el momento de su maduración, se utilizó un equipo Biosensor Monoparamétrico para Ácido Glucónico, debido a que este ácido es el índice más importante para realizar la medición, por lo que se presenta como una potente herramienta para controlar y asegurar la calidad dentro del ciclo productivo.

El biosensor es un dispositivo analítico compacto, que utiliza interacciones biológicas específicas para proporcionar resultados cualitativos y cuantitativos, contando con alta especificidad, sensibilidad, velocidad y posibilidad de monitorización continua, que hacen de este método una solución avanzada y competitiva.

Según la explicación de la coordinadora del proyecto, Paulina Sepúlveda: “Este método solo mide la molécula objeto del análisis sin necesidad de filtrar la muestra de mosto, evaluando la presencia de Botrytis endógena en muestras de lavado de uva y jugo de uva, comparando los resultados con lo detectado en el punto anterior”.

“Actualmente, existe tecnología capaz de determinar la presencia del hongo de forma objetiva, eficaz, rápida y con un bajo costo, esto basándose en la medición del Ácido glucónico (AG), que es un metabolito producido por el hongo a partir de la glucosa” comentó la ingeniera coordinadora del proyecto, Paulina Sepúlveda.

Fuente: FIA