Un alto porcentaje de los rechazos de fruta para la exportación se debe a la presencia de enfermedades y plagas. Una de estas últimas es la Proeulia auraria, una polilla endémica que está presente en Chile desde la región de Valparaíso a la de la Araucanía, teniendo mayor incidencia en las de O’Higgins y del Maule, en la zona centro-sur del país.

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En esta oportunidad, Portalfruticola.com habló con la doctora María Fernanda Flores, profesora del Instituto de Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaísob (Chile), quien comentó por qué decidió enfocarse en esta problemática, específicamente en el control de la Proeulia auraria.

“La iniciativa valoriza la investigación de un proyecto Fondecyt que se trataba de la identificación y síntesis de esta polilla en particular, la Proeulia auraria. Entonces, al momento de lograr esos objetivos venía el paso lógico y siguiente que era poder desarrollar algún dispositivo, alguna tecnología, para poder controlar la plaga en campo”, comentó Flores al comienzo de la entrevista.

“Proeulia es una problemática que existe hoy en día, que causa un número importante de rechazos fitosanitarios, y es una problemática que tiene el rubro -principalmente en manzanos y vid. Entonces, viendo un poco la problemática y la demanda que tenía el sector, nos interesamos en esa polilla”, agregó.

De esta forma, la académica decidió desarrollar un dispositivo que liberara grandes cantidades de feromona sintética, con el fin de alterar la comunicación en la especie, generando que el macho gaste gran parte de su energía en buscar a la hembra y muera antes de copular.

“El proyecto consiste en desarrollar este dispositivo para la disrupción sexual y lo hemos planificado en 3 años. Entonces, lo que vamos a hacer en este primer año es identificar cuáles son los mecanismos de disrupción de la especie para comenzar el segundo año con la formulación de este nuevo dispositivo y probarlo al menos dos temporadas en el campo”, detalló.

De acuerdo a Flores, el proyecto comenzó a desarrollarse en abril, y actualmente se preparan para el inicio de temporada que “va a ser alrededor de septiembre”.

“En este momento estamos generando los cebos para monitoreo y para detección en campo, y estamos viendo todo lo necesario para hacer las pruebas de disrupción, cosa que ya en septiembre partamos fuerte con la temporada”, dijo.

“El paso a seguir -en septiembre- será el monitoreo para determinar la fenología de la plaga en manzanos, arándanos y en uva de mesa, principalmente en la región de O’Higgins y tendremos un trabajo fuerte de laboratorio para ver el mecanismo de disrupción, básicamente”, agregó.

El proyecto está financiado en un 70% por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura de Chile, mientras que el 30% restante es financiado por las empresas Arysta Life Science, AgroAdvance y Control MIP.

De esta forma, los investigadores esperan poder desarrollar el dispositivo, destacando la importancia de este tipo de estudios.

“Lo más importante, es que son investigaciones que tienen una fuerte vinculación con las empresas y con las necesidades de la industria, y será la primera investigación de este tipo que se realiza acá con esta formulación”, comentó Flores.

“Las proyecciones son poder lograr los objetivos y que el producto esté disponible comercialmente como una nueva estrategia y nueva tecnología para el control de la plaga”, concluyó.

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