Chile, en la búsqueda de variedades propias de cerezos
Variedades tempranas, de bajo requerimiento de frío es un objetivo
Actualmente Chile es uno de los principales actores en la exportación de cerezas en contra estación con el 85% de la oferta. No cuenta con grandes competidores en el Hemisferio Sur, pero a nivel de producción el país sólo representa el 3% de la producción mundial. El total de las variedades producidas en el país son creaciones extranjeras, hecho que ha generado la necesidad de contar con variedades propias, a las cuales explotar al máximo su potencial.
Desarrollar variedades tempranas, de bajo requerimiento de frío es uno de los objetivos del programa de mejoramiento genético de cerezo en Chile, liderado por el Consorcio Biofrutales y ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA). En www.portalfruticola.com conversamos con Pía Rubio, directora del programa acerca de las implicancias de este proyecto, un programa a 10 años que comenzó en 2010 y que hace su irrupción en un momento clave para la cereza chilena.
Si bien en Chile existen variedades tempranas importantes, Rubio nos señala que estas son variedades club, destinadas a una cierta cantidad de productores y hectáreas. Además están bajo el pago de un royalty.
“Lo que hay está súper restringido, entonces más aún recalca la necesidad de contar con nuestra variedad”.
“Las cerezas logran muy buenos precios cuando son muy tempranas o muy tardías y nuestro programa está enfocado básicamente en tres características: poder obtener variedades que sean resistentes a cracking; poder seleccionar variedades que sean de buena calidad y buena poscosecha; y estamos apuntando a obtener variedades tempranas”, señala.
“Lo que nosotros queremos es generar variedades en el norte de bajo requerimiento de frío”, puntualiza.
“Las variedades que llegan del extranjero a hacerse comerciales en Chile no están adaptadas para zonas como la IV región, porque un cerezo de forma natural se da en zonas que tienen más horas de frío en invierno”.
Enfocadas específicamente al mercado de exportación, los investigadores esperan desarrollar variedades para la primera semana de noviembre.
“El cerezo es muy dependiente del clima. Éste requiere frío durante el invierno, es súper susceptible a las condiciones climáticas. Nosotros tenemos años de muy buena producción, de buena exportación y luego nos caemos, y eso nos hace inestables”.
Actualmente la ubicación de los segregantes para hacer las selecciones están ubicados en la Región Metropolitana, así como en la IV y VI regiones. “La idea es que la presión de la selección sea in situ”, explica Rubio.
“Estamos apuntando a tener 5.000 segregantes establecidos en campo por año”, agrega.
Este año ya cuentan con el primer huerto con fruta que ya están evaluando. “Este huerto está ubicado en Rengo. Se plantó en 2009 antes que comenzara el programa”, puntualiza.
Relaciones internacionales
Chile no está trabajando solo para lograr su cometido. Robert Andersen, reconocido breeder a nivel mundial, asesor de la International Fruit Genetics (IFG) en California (EE.UU) los está asesorando.
Andersen, creador de diversas variedades, se ha reunido con ellos en Chile para colaborar en temas de selección, cruzamientos y cuáles van a ser los parentales, entre otros temas.
“Tenemos el apoyo de una persona que tiene años de experiencia en cerezos. El Consorcio Biofrutales hizo una apuesta con él. Estamos asesorados por el mejor”.
Rubio nos señala que dentro del proyecto también está la necesidad de importar germoplasma ya que, si bien en Chile hay material interesante, aclara que "existen características que no están presente en nuestro germoplasma, entonces esa característica hay que ir a buscarla afuera”.
Los involucrados en el proyecto han realizado giras tecnológicas a EE.UU para recorrer los programas de mejoramiento genético.
“El próximo año vamos a hacer una gira a Europa donde hay programas más públicos y donde es mucho más fácil hacer intercambio de material de germoplasma. La idea también es conocer lo que hay en Europa, ver qué hay de interesante para traerlo a Chile para que forme parte de nuestros parentales”, detalló.
“Existen selecciones en Europa de variedades que también son de bajo requerimiento de frío”, puntualiza.
Proyecto
El proyecto está financiado por el Gobierno de Chile – Innova y con aportes privados.
Además del Consorcio Biofrutales y el INIA en el programa participan socios viveristas. Viveros Los Olmos, Univiveros, Vivero Buenos Aires de Angol y A.N.A Chile.
Rubio nos indica que el Programa de Mejoramiento Genético en Cerezo congrega otros proyectos, como es el de establecer una plataforma de transformación genética para cereza y un futuro proyecto de marcados moleculares.