Existen bajas probabilidades de que se recuperen los caudales de los ríos y los niveles de los embalses durante este año, por lo que se llama a la prudencia

Una reunión para analizar el panorama hídrico regional se efectuó ayer en La Serena, actividad en la cual participaron representantes de diversos sectores vinculados al sector agrícola, tanto públicos, como privados. La conclusión no fue nada de alentadora, ya que en la ocasión los expertos indicaron que para este invierno existen muy pocas probabilidades de que haya lluvias en abundancia que permitan recuperar los caudales de los ríos y los niveles de los embalses, a raíz de lo cual se prolongarían los efectos de la extensa sequía que azota a la Región de Coquimbo.

Los embalses son grandes obras de infraestructura hechas para asegurar la disponibilidad de agua, principalmente para el riego agrícola, por lo menos durante 3 años. La región ya lleva 7 años continuos de sequía, lo que tiene a los tranques en niveles históricamente bajos y, por lo tanto, no existe la seguridad de que se tendrá el agua suficiente para regar las 100 mil hectáreas de cultivos, salvo que llueva y mucho. La luz de esperanza, según lo ratificó Cristóbal Juliá, meteorólogo del Ceaza, es que se espera que con el pasar de los meses decaigan las probabilidades de que se mantenga La Niña, fenómeno vinculado a las sequías y que se establezca un período neutro. Con esto también aumentan las posibilidades de un evento El Niño, relacionado con las lluvias, “llegando incluso por sobre el 40% de probabilidad hacia fines de diciembre”, aseguró. Sin embargo, aclaró que “dichas probabilidades no son indicativas de que la presente temporada otoño - invierno sea lluviosa”.

Carlos Erler, vicepresidente de la Sociedad Agrícola del Norte, calificó este escenario de “complejo”, expresando que ello obliga a tomar medidas, como es el programa de estimulación de nubes.

Fuente: Diario El Día