Su cultivo ha generado, en buenos años, ingresos cercanos a los ¢867 millones anuales

Jorge Sánchez, director ejecutivo de la Fundación Proagroin, sabe que al consumidor asiático le gusta el sabor y la textura del rambután –también conocido como mamón chino– y por eso decidió enlatarlo para darle mayor valor agregado.

En julio del próximo año, cuando arranque la cosecha del rambután, el Programa de Desarrollo Agroindustrial (Proagroin) –fundación privada creada en 1997 para promover el mejoramiento de la calidad de vida de los pequeños y medianos agricultores en la zona norte del país– enlatará esta fruta y la acompañará con jugo de piña.

Es una alternativa que la organización visualizó gracias a sus estudios de mercado y a su participación en ruedas de negocios y ferias internacionales impulsadas por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).

La presentación en lata podría reactivar las exportaciones, que registran caídas desde el año pasado ante la fuerza que han tomado mercados como México y Guatemala.

Sánchez reconoce que es un producto de nicho, buscado por la población asiática en Francia, Inglaterra y Canadá, entre otros.

Aprovechar lo marginal

El nuevo producto aprovechará la fruta que por sus características de tamaño y forma no cumplen con los requisitos para ser exportada, pero que sí mantiene su calidad y sabor.

Ambas características se han posicionado desde hace cinco años cuando se comenzó a reemplazar el árbol criollo por injertado, lo cual permite mayor producción, tamaño, coloración y el desprendimiento de la pulpa.

El procesamiento del rambután enlatado será posible cuando Proagroin comience a operar su nueva planta, en diciembre.

Se trata de instalaciones diseñadas para albergar tres líneas de proceso: la primera para jugos y producto fresco en vidrio para piña, papaya, mango y rambután; una segunda línea para jugos que estaría en operación en el primer trimestre del 2012 y, finalmente, una línea de proceso para producto congelado, la cual está prevista para mediados del próximo año.

La fundación invirtió en esta planta cerca de $900.000; en este momento está en la fase de equipamiento y contratación de más personal. Con las tres líneas reclutará 30 personas.

Lo exótico se engalana

En la producción de mamón chino –fruta originaria de Malasia e Indonesia– Costa Rica tiene buenos indicadores.

En el 2009, fue el mayor productor de rambután en Centroamérica, con 800 hectáreas sembradas y en manos de 400 productores de Corredores, Osa, Ciudad Cortés, Pérez Zeledón, Pococí, Guácimo y Siquirres.

Uno de los principales exportadores de rambután es Manuel Laurent, dueño de Frutas Tropicales del Sur, cuya finca está situada en Corredores.

“El color atractivo, el exquisito sabor de su pulpa y la capacidad productiva de los árboles de esta especie han permitido que este cultivo se transforme en una actividad frutícola promisoria de las zonas tropicales húmedas del país”, explicó Iván Calvo, experto en frutas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Actualmente, la producción oscila entre las 5.000 y 6.000 toneladas anuales distribuidas en unas 1.000 hectáreas

Honduras y Guatemala registran cultivos de 650 hectáreas.

Sin embargo, las exportaciones han caído.

Datos de Procomer dicen que, el año pasado, las ventas al exterior decrecieron respecto a las del 2009, pasando de $108.000 a los $23.000. Lo anterior equivale a pasar de vender 1.004 toneladas en el 2009 a 29 toneladas en el 2010.

Las ventas ticas van hacia EE.UU. y Honduras.

El país compite con los cultivos de India, Tailandia, Indonesia, Vietnam, Filipinas, Hawái, Sri Lanka, Australia y México, según datos obtenidos del MAG.

México, por ejemplo, firmó en mayo pasado el contrato de compra-venta de esta fruta más grande en la historia de este país.

El acuerdo fue con un grupo de empresarios chinos quienes comprarán el rambután de Chiapas. En mayo, enviaron el primer contenedor con 18 toneladas con destino a Estados Unidos y Canadá, y las ventas podrían alcanzar 100 toneladas por semana.

Según Procomer, Chiapas producirá, al cierre de este año, 7.000 toneladas de la fruta.

Para Calvo, la iniciativa de Proagroin es positiva porque ofrece una alternativa de mercado al agricultor y al consumidor pues tendrá una opción de consumo durante todo el año y no solo en temporada.

Fuente: El Financiero