Al año se desperdician 50 mil toneladas de nopal que produce la delegación Milpa Alta y su precio es tan bajo —10 pesos el ciento— que se corre el riesgo de que las más de 4 mil hectáreas de suelo de conservación destinadas a su cultivo se pierdan y comiencen a ser vendidas por los propietarios para continuar con el desdoblamiento de la ciudad de México, alertó Edgar Granados, director general de Desarrollo Rural, Económico y Sustentable de esta demarcación.

En entrevista, el funcionario público reconoció que el riesgo latente en las pocas zonas agrícolas del DF como Milpa Alta, en particular, Tláhuac y Xochimilco, es que por lo poco lucrativo que resultan las tierras de cultivo tienden a venderlas, pero el uso que se les da ya no es para la producción agrícola, sino habitacional o de negocios, extendiendo la mancha urbana.

Édgar Granados informó que anualmente la delegación Milpa Alta logra colocar a la venta 350 mil toneladas de nopal, pero insistió en que el valor agregado es muy poco atractivo para los productores y a eso hay que sumarle que 50 mil toneladas prácticamente “se van a la basura”.

Por ello, dijo que en la búsqueda de encontrar nuevos mercados, el pasado 24 de septiembre estuvieron en la Casa de la Ciudad de México en Chicago, donde se realizó la Sexta Feria del Mole, con el objetivo de crear vínculos comerciales para tres productos: el nopal, el amaranto y el mole.

Édgar Granados se mostró optimista de los acuerdos alcanzados para que en breve se pueda exportar estos productos que aquí se tienen que ir a la basura, aunque no quiso hablar de montos, pues indicó que primero hace falta cumplir con la reglamentación que exigen los Estados Unidos y a partir de ahí ver la oferta y demanda de los productos.

Fuente: Crónica