Chile: Proyectos de mejoramiento genético buscan crear nuevas variedades de frutas y hortalizas

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Chile: Proyectos de mejoramiento genético buscan crear nuevas variedades de frutas y hortalizas

Un 95% de las variedades de frutas y hortalizas registradas en Chile son extranjeras y no responden a la realidad del clima y suelo. Por eso es que para potenciar la industria y contar con productos que satisfagan dicha condición, Corfo y Conicyt destinaron más de $ 7 mil millones en seis proyectos de investigación y desarrollo de mejoramiento genético para crear variedades de cerezo, vides, durazno, maíz dulce, espárragos, pimientos y alcachofas. Mayor color, sabor, tamaño y nutrición, a través de procedimientos genéticos que permitan contar con productos de mayor calidad y también, resistentes a enfermedades, hongos y plagas. Y es que con estos proyectos, señala José Miguel Aguilera, presidente de Conicyt, “estamos en camino a resolver uno de los principales desafíos: la ocurrencia de sinergias entre herramientas biotecnológicas y programas de mejoramiento que potencien nuestras ventajas y se conviertan en referentes mundiales tanto en capacidades científicas y tecnológicas, como en participación en mercados”, dice. A continuación, se detallan cuatro de los seis proyectos que más recursos obtuvieron.

Uvas resistentes a hongos

Mediante el desarrollo y la aplicación de herramientas de genómica e ingeniería genética, el proyecto de $ 945 millones que está liderado por el investigador del Inia, Nilo Mejía, trabajará en procedimientos para generar nuevas variedades de uva de mesa resistentes a hongos y que no tengan componentes “trans”, los que se generan al ocupar genes distintos al de la especie para su mejoramiento. Para ello, buscarán implementar distintas alternativas tecnológicas para su desarrollo. También estudiarán la heredabilidad de los caracteres para descubrir las asociaciones entre los genes y diferentes atributos de calidad.
Los desarrollos permitirán comercializar la propiedad intelectual.

Nectarines  a prueba de viajes

Para satisfacer las demandas de calidad de los exportadores y  consumidores sin descuidar la productividad, se buscarán nuevas variedades de duraznos y nectarines capaces de soportar largos viajes en barco para llegar a mercados como los asiáticos, en buenas condiciones, y también ser dulces y jugosos. El estudio liderado por el agrónomo de la U. de Chile Rodrigo Infante y que contempla recursos por $ 1.942 millones, buscará nuevos genes en el exterior que satisfagan esa necesidad. Se realizará mejoramiento genético tradicional con cruzamiento y se generarán marcadores moleculares que faciliten una selección de caracteres para las nuevas variedades. Y habrá apoyo de entidades internacionales.

Uvas grandes y sin semillas

Disminuir la dependencia de tecnologías extranjeras y producir variedades de uva de mesa adaptadas a las condiciones de cultivo y comercialización chilena, es el plan del proyecto de $ 1.999 millones por 10 años y que lidera la investigadora del INIA, Carolina Uquillas. Explica que a través de mejoramiento genético convencional (cruzamientos), el uso de tecnología que permita hallar aquellas plantas con atributos particulares, junto con las herramientas de mutagénesis e ingeniería genética para inducir la resistencia a enfermedades u hogos, se espera desarrollar uvas sin semillas, de gran tamaño, firme, de buen sabor y de racimos sueltos, que requieran poca mano de obra y que facilite su transporte.

Maíz, pimiento y alcachofa

Alcachofa, pimiento y maíz dulce son las hortalizas que más se utilizan para productos procesados: conservas, deshidratados, congelados o jugos para consumo local y exportación. Pero muchas veces no cumplen con el requisito adecuado al tener baja materia seca y azúcar. El investigador del INIA y director del proyecto que cuenta con una inversión de
$ 712 millones, Gabriel Saavedra, señala que durante seis años mejorarán sus características agroindustriales, calidad nutritiva y nutracéutica (antioxidantes) y presentación (color y forma). También buscarán genes resistentes a enfermedades y plagas para bajar el uso de pesticidas. Para ello usarán técnicas de selección genética y de cultivo in vitro.

Fuente: Diario Financiero

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