Chile: Gobierno apoya proyectos de mejoramiento genético para crear nuevas variedades vegetales
El 95% de las variedades registradas en el país son de origen extranjero y no responden a la realidad del clima y suelo del país. Para hacer frente a este escenario, el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura, Corfo y Conicyt, en conjunto con Sofofa, dieron a conocer 6 proyectos de mejoramiento genético, destinados a crear nuevas variedades de frutas y hortalizas, y con ello impulsar la industria alimentaria nacional.
En una ceremonia encabezada por el Ministro del Agro, José Antonio Galilea, -y en la que también participaron el vicepresidente de Corfo, Hernán Cheyre, y el presidente de Sofofa, Andrés Concha-, se dieron a conocer las iniciativas beneficiadas mediante la creación de Programas de I+D de Mejoramiento Genético apuntando al desarrollo de la fruticultura para consumo en fresco y de la horticultura para procesamiento agroindustrial.
El secretario de Estado destacó que Chile posee todas las capacidades instaladas para ser una potencia genética, con diferentes estados de avance en variados rubros, pero es necesario impulsar y promover la generación de proyectos nacionales. "Este aporte es crítico para que Chile alcance la meta de ser un país líder mundial en la producción de alimentos".
Por ello, la autoridad valoró el trabajo multisectorial que se desarrolla en torno a dichos proyectos, a 10 años en promedio, pues en ellos trabajan equipos de investigadores del INIA, dependientes del Minagri, de la Universidad de Chile, Universidad Andrés Bello y de Biotecnología Frutícola.
Se trata de iniciativas por más de 7 mil millones de pesos, cuatro de ellos financiados por InnovaChile y dos por Fondef y que buscan crear variedades chilenas del cerezo, vides, durazno, del maíz dulce, espárragos, pimientos y alcachofas.
El titular del Agro señaló que a través de la inserción en el mejoramiento genético se busca la obtención de variedades de buena productividad, larga vida en poscosecha para su exportación, bajo requerimiento de mano de obra y obtener distintas épocas de maduración para lograr ser competitivo con otros productores internacionales.
Asimismo, Galilea agregó que los desafíos para elevar la productividad y la competitividad de nuestra agricultura requieren de un sistema regulador que estimule la inversión en programas de mejoramiento vegetal que por su naturaleza involucran riesgos y son de mediano a largo plazo.
Por ello, aseguró que "la adhesión de Chile a UPOV 91 es un paso necesario para estimular y garantizar la debida protección de los derechos del obtentor y al mismo tiempo ofrecer a los agricultores nacionales - pequeños, medianos y grandes - una semilla de calidad superior acorde a los requerimientos propios de nuestra agricultura".
Desde el punto de vista de la estrategia, la idea es contribuir al fortalecimiento de la capacidad país para generar y desarrollar variedades vegetales nuevas, tanto para el mercado interno como para la exportación. "Chile debe y puede convertirse en un referente para la generación de nuevas variedades frutales y vegetales", subrayó Galilea.
El INIA ha generado trigo (160), avenas, cebadas, arroz, frejoles, vides, hortalizas, lentejas, garbanzos, frutales forrajeras, cebollas, ajos, que en total suman más de 230 variedades.
Finalmente, el titular del Agro destacó que la creación de programas de mejoramiento genético de frutales y de otras variedades es una prioridad absoluta para el actual Ministerio de Agricultura. "Hoy se demuestra a través de estos 6 programas que estamos lanzando, pero también llamamos al sector privado del país a formar alianzas fuertes con las distintas instituciones de investigación como INIA".
Fuente: Minagri