Honduras fue sede de un taller regional a nivel latinoamericano orientado a impulsar nuevas estrategias contra la enfermedad que ataca los cítricos denominada “Huanglongbing (HLB)”, en un intento de impulsar la producción y exportaciones.

Cuando los árboles presentan un color moteado difuso en las hojas, deformaciones en frutos, se recomienda enviar de inmediato muestras al laboratorio para confirmar o desvirtuar la presencia de HLB.

Más de 34,000 familias son beneficiadas con ese rubro en zonas dedicadas a la citricultura en el Atlántico, como Sabá, Tocoa, Bonito Oriental, Trujillo, Olanchito, Sonaguera, Alto y Bajo Aguán.

El director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa), Heriberto Amador, dijo que el taller fue oportuno, dada la amenaza de establecerse esta devastadora enfermedad en los cítricos a nivel mundial.

En coordinación con el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), se capacitó a técnicos y productores para que trabajen de manera conjunta y lograr un mejor control de la enfermedad conocida también como “reverdecimiento de los cítricos”.

Participaron 80 personas, entre técnicos de Honduras, Guatemala, Panamá  Nicaragua, México, Costa Rica, Belice, Brasil, República Dominicana, así como citricultores del país, que están uniendo esfuerzos contra esta enfermedad que ha afectado los cítricos en el litoral atlántico.

“Recibimos experiencia de profesionales como Eduardo Augusto Giraldi, de Brasil en el tema de citricultura, un país que es de los más exitosos en el control de HLB”, destacó.

Se visitó el invernadero La Fortuna, protegido con una malla especial traída desde Israel a un costo de 75,000 dólares para evitar la entrada del vector que trasmite la enfermedad.

Giraldi señaló que la Secretaría de Agricultura y Ganadería tiene una estructura eficiente, similar a la que posee Brasil. “Los invernaderos protegidos  es una de las principales formas de control de esta plaga, es importante que este tipo de métodos sean multiplicados”.

Entre las recomendaciones que los  citricultores deben seguir, están: producir plantas derivadas de invernaderos (injertos), erradicar las plantas que tienen la enfermedad, controlar el vector que trasmite la enfermedad, hacer acuerdos para tener acceso a estos injertos en plantas.

 Fuente: La  Tribuna