No le gustan, es más, pidió retirar las fotografías que muestran a los campesinos con yunta de bueyes. "Quiero una de esas donde aparecen con motocultivadores, con tecnología (...) Quiero que se vea modernidad".

Es Ricardo Ariztía de Castro, agrónomo, empresario agrícola y, desde el 29 de abril pasado, el director del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), quien pese a la gran responsabilidad que asumió, reconoce que lo que más lo ha complicado en su nuevo cargo es tener jefe. "Nunca he tenido un jefe en mi vida (…) A veces, tomo decisiones solo y me doy cuenta que tenía que avisarle al ministro", reconoce el ex líder de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y de la SNA.

- ¿Cómo se ve la agricultura desde el otro lado?

- Por qué del otro lado si siempre he estado inserto en la agricultura…

- Pero ahora desde el sector público y con el foco en la pequeña agricultura...

- Sí, pero mi actividad de empresario agrícola tambien me hacía tener una relación muy directa con la pequeña agricultura, no es un tema nuevo, me críe con la pequeña agricultura (...) Me cambié de actividad para ver cómo darle mayores expectativas a este sector, por eso acepté, con todo gusto, la propuesta del presidente Piñera y cada día que pasa lo tomo con más entusiasmo, pasión y decisión.

He ido recorriendo el país y me voy topando con diferentes realidades, cada región tiene su propio afán, dificultades, emergencias, propiedad de la tierra. En Parinacota, la media de la propiedad es de 0,1 hectárea o mil metros cuadrados porque existe un sistema cultural indígena que opera con el sistema de sucesión y subsdivisión; y eso no lo podemos revertir, es su forma de vida, queremos respetar las distintas culturas. Por otra parte, propiedades de 12 hectáreas de riego básico ubicadas en Graneros, equivalen en Magallanes a 2.000 há.

Lo mas complejo es que de las 290 mil propiedades agrícolas que existen en el país, 270 mil tienen menos de 12 hectáreas y de esas, 220 mil tienen menos de cuatro hectáreas. La pobreza es generalizada.

- ¿Qué puede hacer Indap para enfrentar la pobreza rural?

- Tenemos dos programas pilares de desarrollo que hemos planeado: Prodesal que es un proyecto de desarrollo local que trabajamos conjuntamente con las municipalidades. De los 369 municipios, 304 tienen al menos un 1% de ruralidad y de ellas, 270 son atendidas por Indap.

Con el catastro, nosotros acudimos con ayuda a las familias que cuentan con 4 ó 5 hectáreas, donde no hay posibilidad de crear algun tipo de emprendimiento. Las ayudamos a producir mejor y les enseñamos cosas que les permitan vivir mejor. Nuestra meta es lograr una cobertura de atención del 100% de las municipalidades con ruralidad. De 53 mil familias campesinas que actualmente atendemos, pretendemos llegar a 80 mil de un universo total, según la encuesta Casen, de 150 mil.

- ¿Dónde están los mayores problemas?

- Nuestra mayor preocupación está en la región de Coquimbo, por la sequía permanente y la de Bio Bío, por la cantidad de familias mapuches. Pero estamos reestructurando el sistema de control de la calidad de ejecución de los procesos de ayuda. Tenemos ciertas dudas, por eso estamos diseñando un sistema computacional, gerencias de control y fiscalización de manera que no se politicen los instrumentos de ayuda...

- ¿Existe ese temor?

- No es temor, es una realidad. Las municipalidades pertenecen a partidos políticos, independiente de qué partido, es indudable la incidencia. No queremos interferencia política, venga de donde venga.

"Agricultores estancados"

- ¿Cuál es el segundo pilar?

- En los gobiernos anteriores se batalló mucho por sacar la agricultura a exportar en forma directa, a buscar mecanismos de comercialización que según nuestro punto de vista, estuvieron equivocados. El análisis que hacemos hoy de los agricultores al respecto, es que están estancados. Hemos buscado otras fórmulas que los gobiernos anteriores lo mostraron tímidamente en los últimos años, poder ir integrando a pequeños agricultores dentro de una cadena productiva, de tal forma que produzcan para agroindustria local. Hoy lo estamos haciendo en sectores como la leche, azúcar, berries, miel, ovinos. La agroindustria está interesada en captar pequeños agricultores (...) velamos por el buen cumplimiento contractual, nos encargamos de crear las confianzas para ir haciendo de este encadenamiento un beneficio mutuo. Recibí esta administración con 1.400 pequeños agricultores integrados a este sistema, queremos llegar a 4.000 este año.

- ¿Y los pequeños agricultores se adaptan a este sistema?

- La cultura del pequeño agricultor no está adaptada al cumplimiento de contratos, entonces estamos buscando mecanismos de capacitación para los pequeños agricultores. Si firman un contrato y no se cumple, quedan fuera de la calificación de usuario de Indap. Y que no venga un conchencho (intermediario, muchas veces informal) que le ofrezca $ 20 más por un producto y se lo entregue. Queremos profesionalizar al pequeño agricultor.

¿Chile potencia alimentaria?

- Este gobierno también decidió embarcarse en el "Chile Potencia Alimentaria". ¿Se logrará?

- Este término se acuñó en los tiempos de Lagos y se fue desarrollando en un período de mucho crecimiento de la agricultura asociado a un tipo de cambio favorable y asociado a un mercado demandante de productos agrícolas, un buen manejo del tema fito y zoosanitario que junto a los TLC permitieron a Chile introducirse en los mercados mundiales. Pero hoy, sin oponerme a la frase, el término tiene ciertas dudas cuando vemos cómo se va cayendo el tipo de cambio y cómo va creciendo el nivel de endeudamiento de los productores en forma peligrosa. Tenemos 6.255 productores en mora de los últimos 365 días y 11 mil productores en mora 365 días o más. Con este tipo de cambio, es muy complejo defender el término potencia alimentaria mirado desde los pequeños productores.

- Ud. tuvo críticas enérgicas al asistencialismo que realizaba Indap...

- Lo critiqué y lo reconozco, lo critiqué sin conocimiento de causa. Es muy distinto ahora viendo las realidades de Chol Chol, Nueva Imperial, San Juan de la Costa, la comuna más pobre del país.En el norte, el gobierno anterior cometió errores de magnitud al haber distribuido tierras a través del Ministerio de Bienes Nacionales, donde simplemente no hay agua. Este tipo de errores me llevan a decir que el asistencialismo tiene que seguir.

Construyendo confianzas

- ¿Qué encontró cuando llegó a Indap? ¿Era esa concentración de operadores políticos de la que se hablaba?

- Llegué con ese pensamiento. Encontré temor en la gente. Pero con el tiempo esa palabra fue desapareciendo. Nos fuimos focalizando donde sí había operadores políticos, donde sí había abusos, pero no es generalizado.No comparto el sistema de administración que había antes, un proceso de documentos, memos y reuniones tras reuniones, que no nos permite avanzar como nosotros quisiéramos. Al primero que contraté fue a un abogado para desarmar ciertas normas que no resuelven situaciones y hemos creado manuales de operación. Esta institución tiene 1.600 funcionarios y además, 2 mil consultores y 400 profesionales y no profesionales, lo que me preocupa, que dan servicio de asistencia técnica financiado por Indap. A esos grupos los estamos revisando y hemos llegado a acuerdo con cuatro regiones a las cuales les retiraremos estos servicios. Cambiamos a todos los directores regionales, solo quedó uno de la administración anterior, hay gente buena que he tenido que sacar porque cuesta asumir que hay que hacer cambios.

- ¿Seguirá la reestructuración?

- Sí, pero en forma localizada. La IV Región es la que está sufriendo una cirugía mayor. Tengo conflictos y los he informado a los parlamentarios, pero seguiremos firmes.

Recelo inicial de los campesinos

- ¿Le ha costado su relación con los campesinos? Las confianzas...

- Hubo una mirada inicial de preocupación, recelo y rechazo. Sin embargo, me he preocupado especialmente de ir a las reuniones de agricultores y discutir en el idioma que nos entendemos. Ahora, tenemos una relación estupenda.

- Y con los empresarios agrícolas, ¿logra más por venir de sus filas?

- Sí, hay una relación de confianza, de credibilidad respecto de los programas que se están haciendo que contribuyen demasiado a la buena armonía que requiere la agricultura.

- ¿Cuál será el sello Ariztía al cabo de cuatro años en Indap?

- No hablaría de un sello Ariztía.Vengo a hacer mi pega con los principios de la economía de mercado, con un grado de sustentatibilidad y asistencialidad donde corresponda y espero dejar una marca de fuego importante. Sé y entiendo lo que hago. La marca mayor es que no tengo plazos, esos me los dará la edad o quien me reemplace, pero no vine a trabajar por cuatro años, vine por un beneficio a los pequeños agricultores, sin mirar para atrás…

- O sea, disponible para después de 2014...

- O, al menos, alguien que continúe esta senda...

Fuente: Diario Financiero

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