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Chile: Reencantando a los trabajadores del agro

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Chile: Reencantando a los trabajadores del agro

Uno de los grandes problemas que está enfrentando la fruticultura nacional es la escasez de mano de obra. Nos estamos quedando sin trabajadores para realizar las labores en nuestros huertos. El mundo urbano, especialmente post terremoto, compite fuertemente con la agricultura, sobre todo el comercio y la construcción, considerando que especialmente esta última se reactivó muy fuerte.

¿Cómo ha sucedido esto? Las condiciones de trabajo que entregan estos competidores se ven más atractivas, pese a que los sueldos que ofrecen no son mejores, en muchos casos. Es más, la vida urbana se percibe como más cómoda. ¿Cómo podemos enfrentar esta migración? Mejorando las condiciones de trabajo y vida del campo.

Tal solución requiere de esfuerzos paralelos, privados y públicos. Los productores frutícolas deben preocuparse de facilitar las labores dentro del campo, mecanizando y desarrollando huertos peatonales. Hay que cuidar al trabajador. Eso es tan simple como entregarle bloqueador solar, comprar tractores con cabina techada cuando es posible y construir baños y un casino como Dios manda.

Respetemos a nuestro trabajadores. Fedefruta y Asoex elaboraron hace un tiempo un manual de Buenas Prácticas Laborales. Allí se resume buena parte lo que se debe tener en cuenta para dar un buen trato al trabajador.

Entreguémosles mejores sueldos. Debemos reducir las jornadas hombre por hectárea, eliminando las labores innecesarias. La idea es que lo que hagamos, lo hagamos bien. Así podremos usar menos mano de obra y pagarle mejor.

El sector público, por otro lado, debe encargarse de reducir al mínimo las diferencias entre el mundo rural y el urbano. Tal brecha llega a ser abismante en algunos aspectos. El Estado, por lo tanto, debe mejorar la infraestructura vial, la conectividad  y facilitar el acceso a servicios básicos. Todo con el fin de mejorarle la vida a los habitantes de las zonas rurales.

Sólo con estos esfuerzos conjuntos, de los sectores público y privado, podremos hacer frente a esta amenaza que limita nuestra capacidad de crecimiento. Entreguemos a nuestros trabajadores mejores condiciones de vida y trabajo y frenaremos la migración a la minería y el comercio.

Fuente: Estrategia

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