Responsabilidad Social Empresarial: El paso a seguir en la fruticultura chilena

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Responsabilidad Social Empresarial: El paso a seguir en la fruticultura chilena

Se trata de una tendencia de mercado global y permanente, cuyos beneficios son altamente valorados por representantes de la industria a nivel internacional. El respeto por los trabajadores mejora la productividad de las empresas; y el cuidado del medioambiente, la competitividad en los principales mercados de destino.

“Somos un país exportador y nuestros clientes están fuera, en países donde la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) lleva más años que aquí”, asegura Gloria Jean Oehninger, Gerenta de RSE de la exportadora Agricom. Por eso, es que representantes de la fruticultura chilena aseguran que aquellas empresas que no se suban a este “carro” se quedarán atrás.

Y es que la RSE se trata de una tendencia de mercado global y permanente, cuyo origen radica justamente en aquellos mercados de mayor exigencia. Hoy en día, la calidad y condición de un producto sigue siendo un factor fundamental de decisión por parte de los clientes pero también lo es el respeto por el medioambiente y los trabajadores.

Aspectos climáticos y sociales involucra la RSE aunque la ruta seguida por la industria frutícola chilena se ha inclinado más bien por uno de ellos: el respeto y cuidado de los trabajadores. Y esto por un claro motivo.

“Tuvimos muchos años en que la mano de obra era abundante pero hoy es una de las mayores limitantes y eso ha obligado a las empresas a ser muchos mas atractivas para los trabajadores”, explica el Presidente de Fedefruta, Antonio Walker. Añade que “hemos visto a muchos trabajadores irse a la ciudad y nuestra tarea es reencantarlos”.

En Subsole, la RSE ha sido un tema prioritario desde el nacimiento de la exportadora. Cuenta Alejandra Quezada, Gerenta de Recursos Humanos de la empresa, que se han preocupado por elaborar programas que permitan mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias. Un ejemplo de ellos es facilitar a los padres la asistencia a las actividades de sus hijos, la entrega de becas de estudio y la habilitación de escuelas, entre otras cosas.

“Nos preocupamos por tener plantas limpias, casinos bonitos, impecables, bien iluminados, jardines bien mantenidos (…) Eso la gente lo siente como propio y lo agradece. Es muy respetuosa de los beneficios y no hay cabida para una mal utilización”, enfatiza Quezada.

¿Y cuál es el beneficio para la empresa? 
 
“Tenemos muchos trabajadores atemporales y siempre vuelven”, asegura la Gerenta de Recursos Humanos de Subsole, quien añade que la gente trabaja bien, se esfuerza, lo cual conduce inevitablemente a una mejora en la productividad de la empresa.

Gloria Jean Oehninger coincide: “Se produce un fidelización de los empleados”, algo sumamente importante pensando que “hoy conseguir trabajadores no es fácil. Si no te preocupas por ellos no los vas a tener”. La ejecutiva asegura que es un “win-win”.

Concientes del impacto de la empresa en aquellas comunas donde están presentes, Agricom comenzó la implementación de la RSE hace aproximadamente 6 años, a través de lo que ellos denominan una “política de buenos vecinos”. Escogen por ejemplo, escuelas municipales  y las apoyan para mejorar la calidad de la educación. A fin de año organizan una fiesta de navidad y eligen a los mejores estudiantes y deportistas.

Lento pero seguro

Si bien la RSE en Chile ha tenido como eje central de desarrollo la preocupación hacia los trabajadores, en el ámbito medioambiental también se han registrado avances.

Dante Pesce, Director Ejecutivo de Vicular

“Se está avanzando en la dirección correcta” – dice Dante Pesce, Director Ejecutivo de Vincular, centro de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso dedicado al desarrollo e implementación de la RSE en la gestión de empresas y organizaciones.

 

Añade que “todavía vamos lento en medir la huella de carbono y de agua pero el hecho de que se esté generando una capacidad en el país para hacer mediciones de calidad anticipa que vamos a tener soluciones de calidad”.

En el tema medioambiental Pesce explica que Chile tiene varias ventajas, las cuales radican en que el país cuenta con una producción agrícola similar por ejemplo, a la de California, Estados Unidos, o Italia. Ambos son países que están generando tecnología para enfrentar los crecientes problemas que impone la responsabilidad social y que Chile podrá incorporar, al ser un país esencialmente “importador de tecnología de punta”.

Asegura por lo tanto, que se está avanzando en paralelo. Por un lado, Chile está comenzando a medir la huella de carbono y de agua y por otro, ya hay empresas e instituciones a nivel internacional que están generando la tecnología necesaria para hacerle frente.

Mejorando la imagen país

José Manuel Melero, Gerente General de CicloAmbiente

La incorporación de la RSE en la fruticultura chilena ha respondido a exigencias de parte de los principales mercados de destino. Los más exigentes, en opinión de José Manuel Melero, Gerente General de CicloAmbiente, son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Holanda y Japón.

 

De hecho, el origen de las Buenas Prácticas Agrícolas radica en el activismo de los consumidores del mercado europeo. Son ellos, quienes entregaron la responsabilidad a los supermercados de establecer un filtro para determinar aquellos productos que provienen de empresas socialmente responsables. La RSE en este sentido, se convierte en un elemento de diferenciación para los minoristas.

“Este concepto surge como respuesta de las empresas a las demandas por parte de un consumidor mucho más exigente en materia ambiental y social y a la presión a la que se están viendo sometidos los recursos naturales en el marco de la nueva realidad climática”, explica el ejecutivo. 

Por eso, en su opinión es fundamental la implementación de programas destinados a promover la RSE tanto, en temas medioambientales como sociales. Explica que a través de su adhesión, se demuestra que la industria frutícola chilena está comprometida con la solución de estos problemas, teniendo la oportunidad de mejorar su valoración ante los clientes.

Esto lleva directamente a una mejora de la competitividad a nivel país. Melero explica que “si nos comparamos con otros países de Latinoamérica estamos más avanzados, pero en relación con algunos países desarrollados todavía nos falta mucho por avanzar".

Especifica que “la institucionalidad, así como los instrumentos de fomento para el desarrollo de proyectos asociados a temas de sustentabilidad a nivel país es, por decirlo de alguna manera, limitada. Es un buen comienzo pero dista mucho de la realidad existente en otros países, como Nueva Zelandia, Alemania, Dinamarca”.

Su opinión coincide con la de Dante Pesce quien explica que “en general en Chile estamos bastante bien, lo cual no significa que estemos objetivamente impecables sino que relativamente bien en comparación con países en desarrollo”.

Explica que diversos son los motivos que han llevado a este avance como por ejemplo, la existencia a nivel país de una mayor predisposición a cumplir la normativa laboral y ambiental.

“Estamos mejor parados culturalmente y, adicionalmente, contamos con una fortaleza que es una buena asociación gremial que presta un servicio a sus asociados. Lo que se ha dado en los últimos 10 años es una alianza público-privada para enfrentar desafíos comunes de competitividad en la industria”.

Ante este panorama el llamado del Director Ejecutivo de Vincular es que “si sabemos que a nuestros clientes cada día le importan más los aspectos ambientales y sociales, debiéramos ser capaces de comunicar esas prácticas y convertirlas en atributos”.

Y para eso, asegura que hay que “dejar las individualidades (…) porque el productor de manzanas no compite con el productor de manzanas vecino si no con el de Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelandia y California. Estamos compitiendo globalmente”. 

Fuente: Portal Frutícola
 
12.julio.2010 – Portal Frutícola

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